Psicología suma su propia olimpíada y alumnas de Adoratrices brillaron con el oro
En la segunda edición de las Olimpíadas de Psicología y Salud Mental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), las alumnas de 4to año del colegio Adoratrices obtuvieron el primer puesto con proyectos sobre bienestar digital y problemáticas actuales que atraviesan a los adolescentes.
Las estudiantes de 4to año del colegio Adoratrices vivieron una experiencia única en Rosario. Foto: Guillermo Di Salvatore
Alumnas de 4° año de la modalidad Ciencias Sociales del Colegio San José de Adoratrices de Santa Fe obtuvieron la medalla de oro en las Segundas Olimpíadas de Psicología y Salud Mental organizadas por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario. La distinción llegó tras presentar proyectos centrados en problemáticas actuales que atraviesan a los adolescentes y que influyen de manera directa en su salud mental: la presión social, el uso de redes, las apuestas online, la exposición temprana a pantallas y los trastornos alimenticios.
Los trabajos fueron desarrollados en el espacio curricular Psicología, a cargo de la profesora Noelia Ferrato, quien acompañó durante todo el proceso formativo. Los equipos presentaron dos propuestas: "No todo lo que aparece es real" y "Te pregunto, ¿te preguntás?", ambas vinculadas al eje salud mental y bienestar en entornos digitales.
Uno de los grupos ganadores del "formato texto" estuvo integrado por Ema Gasparotti, Magdalena Iturraspe, Judith Tenca, Rosario Bermúdez y Catalina De Biaggio. En tanto, el otro equipo estuvo conformado por Itatí Ríos Dalla Fontana, Elena Camuñas, Ernestina Marani y María del Pilar Fornara.
"El objetivo es incorporar a los chicos a pensar la psicología desde un punto de vista saludable, pensar que la salud no es ausencia de enfermedad, sino equilibrio", sostuvo la docente. Y agregó: "Es fundamental que los adolescentes tengan espacios para poner en palabras lo que les pasa y elaborar alternativas o soluciones posibles para mejorar su bienestar".
Sobre la dinámica del concurso, explicó que comienza a trabajarse desde el inicio del año. "Primero incorporamos nociones de salud mental y lo que hoy creen los adolescentes sobre estos temas. Luego se eligen los ejes y se arma la propuesta de trabajo. Este año participaron 24 alumnos de cuarto año, y dos grupos llevaron sus producciones al evento final en Rosario", indicó.
"Más allá del oro, el reconocimiento demuestra que la educación se va transformando. Participar permite que se escuchen las voces de los adolescentes, que son los verdaderos protagonistas", afirmó Ferrato, al destacar el valor que tiene la premiación para la institución.
Si bien dos grupos llevaron sus producciones al evento final en Rosario, este año participaron 24 alumnos de 4to año, junto a la profesora Noelia Ferrato. Foto: Guillermo Di Salvatore
Voces de las estudiantes
Las alumnas coincidieron en que la experiencia permitió visibilizar problemáticas actuales, compartir con jóvenes de otros contextos y demostrar que la psicología puede ser una herramienta para pensar soluciones colectivas. Y, sobre todo, celebraron haber representado a su colegio y haber obtenido el oro en una competencia que recién tiene su segunda edición.
La alumna Agustina Oblán valoró que "fue muy interesante escuchar los temas que los demás tenían para compartir y aprender cosas nuevas sobre el uso consciente de redes y el manejo de emociones. Es una etapa de muchos cambios y es importante saber gestionarlos", expresó. También destacó el trabajo previo del grupo: "Hicimos una gran investigación para elegir y presentar el tema. Mi consejo es que se animen porque es una experiencia que enseña mucho para la vida".
Ema Gasparotti, Magdalena Iturraspe, Judith Tenca, Rosario Bermúdez y Catalina De Biaggio son integrantes de uno de los equipos. Foto: Guillermo Di Salvatore
Otra estudiante resaltó la oportunidad de encontrarse con otros adolescentes que atraviesan problemáticas comunes. "Lo mejor fue darnos cuenta de que todos pasamos por lo mismo y que juntos podemos brindarnos herramientas para afrontar esta etapa tan linda y desafiante", señaló.
Irina Camuñas, integrante del grupo ganador, contó que la propuesta surgió desde principios de año con una encuesta que las chicas hicieron a estudiantes del colegio para detectar qué problemáticas eran las más frecuentes. "Elegimos entornos y lazos digitales porque es lo más cercano a nuestra realidad", relató.
Presión social y tecnología
Por su parte, Margarita Aguirre subrayó la importancia de trabajar sobre la presión social. "Es algo que sentimos que influye mucho en los adolescentes de hoy. Investigar sobre eso nos ayudó a concientizar cosas que a veces normalizamos", explicó. Y remarcó: "Me gustaron mucho los proyectos, sobre todo los que incluían videos. Ojalá se repita".
Otra estudiante reflexionó sobre el impacto de la tecnología en la vida cotidiana de los jóvenes: "La tecnología redefinió nuestras vidas y nuestra salud mental. Vivimos en lo virtual y en lo real, pero muchas veces no pensamos en las consecuencias. Necesitamos una mirada crítica para no caer en promesas de ganancias fáciles o en estándares irreales que vemos en redes", dijo. Y agregó la importancia del acompañamiento adulto: "Pasar tiempo online no es una pérdida de tiempo: forma parte de nuestra identidad, pero necesitamos adultos que nos acompañen de manera empática y responsable".
Itatí Ríos Dalla Fontana, Elena Camuñas, Ernestina Marani y María del Pilar Fornara integraron uno de los grupos que obtuvo medalla de oro. Foto: Guillermo Di Salvatore
Aprender y divertirse
La presentación final fue un Kahoot (una aplicación web que combina aprendizaje y entretenimiento) que combinó teoría, mitos y verdades, y juegos. "Nos reímos mucho, conocimos chicos de otros lugares y visitamos la facultad. La pasamos muy bien", agregó.
Para Ernestina Marani "valió la pena todo: el viaje, el calor, incluso la mala conexión de wifi. Me llevo valores, aprendizajes y el disfrute de compartir tiempo con mis compañeras", afirmó.
Ítatí Ríos también destacó que "fue una muy linda experiencia. Pudimos escuchar a otros grupos, aprender sobre nuestro eje y sobre los demás. Me gustó hacer una actividad distinta a lo que hacemos en la escuela", comentó.