En la segunda jornada del encuentro serrano, se juntaron históricos como Las Pelotas (nunca faltaron), la reunión de Los Piojos y Skay Beilinson, junto a debutantes o artistas que subieron en la grilla, como Nicki Nicole, Luck Ra, Nafta, Bhavi o Ca7riel & Paco Amoroso, en el marco de una grilla nutrida.
Luck Ra volvió a deslumbrar, esta vez en su suelo cordobés. Crédito: Cosquín Rock
La segunda jornada del Cosquín Rock 2025 arrancó nublada, y con in público discreto tras la agotadora jornada anterior (y viento todo lo que queda). A las 14.30 K4 (parte de la RipGang de Dillom) inauguró el Escenario Norte, mientras que en el Sur lo hizo Daniela Milagros y en el Montaña Genitallica (banda de punk californiano con toques de música mexicana), todo al mismo tiempo. Daniela es una solista polifacética, que ya abrió el último Lollapalooza; aquí tocó el keytar, se contoneó al ritmo de su versión de “Psycho Killer”, de Talking Heads, y pasó desde el piano por el “Verano Porteño” Piazzolla antes de versionar “Sweet Dreams” de Eurythmics en el bajo. Recorrió la pasarela con su vestidito dorado, y mostró temas como “Fantasía”.
Luego fue el turno de Wayra Iglesias: la hija de Tete y sobrina de Tanque de La Renga se había subido el día anterior a cantar con Jóvenes Pordioseros, y el domingo tuvo su set solista, al frente de una propuesta con elementos de blues, funk y soul.
Con top de cuero marrón, Oxford blanco con flecos vaqueros y el pañuelo en el micro a lo Joss Stone, envolvió su voz profunda y expresiva en guitarras bluseras y órgano Hammond, mostrando las canciones de su primer disco, “La suerte de encontrarme”, como :Este juego” o “No hay para siempre”.
“Es mi tercer Cosquín: siempre estaba en La Casita del Blues, hoy voy a tocar en el mismo escenario que Skay”, comentó, y a continuación caminó la pasarela como una veterana. Se despidió con “Rock and roll”, con su mamá liderando el agite.
Mientras, AgusFornite2008 & Stiffy redondeaban su set en el Norte.
Pero en el Montaña iniciaba el set de Blair, una de las voces ascendentes eb la escena argentina, etérea y romántica. Destacó cómo el Cosquín aúna paisajes y músicos hermosos, y que como argentinos debemos cuidar a unos y otros, y repudiar a quienes los atacan. Terminó en la valla con “Rothmans”.
Elfo de las sierras
El show de Indra Bhalavan (aka Bhavi) arrancó como una opera: con una pieza coral grabada, y bailarines vestidos de época en una escenografía de castillo. El solista salió de camisa, calzas y medias blancas, con una peluca de elfo de Tolkien.
Recorrió “Piso”, “Zigzag” y “Mojaa”. Instalaron una mesa en la pasarela para C90 (“Cuando yo empecé, no tenía ni pa’ la renta / Ahora me cago de risa cuando hago las cuentas”) y “Fresko”. La mesa ya estaba servida para “Puff”, creada junto a Bizarrap. “Los veo cansados, como dudosos. No la duden: a por todo”, fustigó, antes de “Dame más” y “Hola, bebé”.
Los performers tiraron agua y frutas mordidas al público, mientras el solista cantó desde el Castillo, volviendo al frente con “Mi ciudad” (con las voces pisteadas de Tiago PZK e Ysy A) y “Lento” (con Seven Kayne grabado), con más agua desde las copas, mientras Bhavi bebía jugo de naranja (o un destornillador).
“Ahora vamos a tocar algo bastante ‘Aeróbico’”, refiriéndose a la canción compartida con Duki y Milo J.
Agradeció y prometió disco nuevo. “Me quedé sin palabras. El último tema se llama ‘Bésame’, es una canción muy linda. Me dijeron que me puedo quedar un rato”, así que la demoró para repartir flores, antes de disparar la pista con las voces de Milo J y Seven Kayne.
Frescura de montaña
Desde el lateral llamó Silvestre y La Naranja, la banda formada por el carismático y fachero Justo Fernández Madero (voz y guitarra) y los que nunca salen en las notas: Francisco Nicholson (guitarra y coros), Lucas Grasso (bajo y coros) y Fernando Laprida (batería), ampliados con teclados y bronces.
A poco de empezar, luego de “Fiebre atemporal”, “El ding dong” y “Nunca te calmes” les tiraron justamente una naranja.
“¿Cuanta gente hechizada tenemos hoy aquí?”, dijo Justo, antes de “Hechizao".
Anunciaron la próxima salida de “Alter ego”, nuevo álbum, y se zambulleron en el primer adelanto: “Prisionero perfecto”.
“Ustedes son todo lo que esta bien”, halagó al público, antes de “Sos todo lo que está bien”, apoyada en la dupla de trombón y trompeta (Machingo y Fermín Echeveste).
Se pusieron más uptempo con “Canción para que vuelvas”, con su ritmo disco y solos de los vientos; cerraron con “El instinto” y su ritmo meneable.
Dúo dinámico Público y prensa especializada ya sintetizaron a Ca7riel & Paco Amoroso como “Ca7Pac”, desde la reunión del dúo tras otras experiencias. Llegaron a las sierras cordobesas con la chapa internacional que sumaron desde su Tiny Desk, y el reconocimiento por la fusión estilística que proponen en esta etapa.
Primero apareció la nutrida banda, todos de camisa blanca y shorts negros, delante de dos gigantografías de los protagonistas; y luego estos: Cato bien vaquero spaghetti y Paco engominado y con pantalones rotos, ambos sentados en sillas, cantando y rapeando sobre una base groovera, con vientos, teclados y percusión.
CA7RIEL & Paco Amoroso. Crédito: Cosquín Rock
“Abrieron con Dumbai” y “Baby Gangsta”; Ca7riel tomó la guitarra para “Mi diosa”, con segmento salsero en el piano y la trompeta, siguendo con “A mí no”, “Viuda negra” y “Shipea2”.
“Mi deseo” y “Bad Bitch” aportaron funk con lucimiento de Ca7riel en la Telecaster y el apoyo de los coros femeninos; de ahí a “Cosas ricas”.
“Ahora vamos a cantar la canción más triste de nuestro repertorio’, anunció Paco, invitando a entonar “Pirlo” (“yo sin ti soy como Italia sin Pirlo”). Arremetieron con “La que puede, puede”, con su estructura de candombe beat su sample de apertura y las rimas aceleradas
Ca7riel ganó solo la pasarela para “McFly”; cedió la escena a Paco para “Todo el día”, entre volutas de humo.
“Levanten la mano los que fuman marihuana”, dijo Cato al volver, para hacer juntos “Ola mina XD”, terminando con disparos gangsta. La banda completa volvió para el R&B de “Ouke” (“fumando flores con Lamothe”).
“Gracias, guachos, nos vemos la próxima”, saludó Ca7riel antes de “El único”, dejando que la gente cante sola después del “pará, pará”; antes de retomar y abrir el juego al solo de piano Rhodes y el segmento de vientos final.
El chiste de “¿conocés a Marcelo?” fue la presentación de “Cono hielo”. Se fueron dejando sonar “Astronomia” de Vicetone & Tony Igy (mas conocido como “el tema de los negros del ataúd”).
Románticos Bandalos Chinos salieron de cara a un ocaso entre nubes, con un Goyo Degano de camperita british y corbata. En “Paranoia Pop” el tecladista Santiago “Chapi” Colombo cantó la parte de Louta, y remató con “o sea, digamos”
“Sin señal” coincidió con el regreso del avión acrobático del día anterior: el saxo de Pablo Vidal le puso color a la tarde.
Goyo anunció que era la despedida del al percusionista Maxi Salles, luego de cinco años juntos. Luego puso su voz sutil para “Departamento”, enmarcado en los teclados ligeros; llegó entonces el hit romántico “Demasiado”.
Permanencia
Pero varios enfilaron para el Sur, donde Las Pelotas celebraba su asistencia perfecta en las 25 ediciones del encuentro. Ahí estaban nuevamente el hosco Germán Daffunchio, la querible Gabriela Martínez, el silencioso Tomás Sussmann, el discreto Manu Jove, el amigable “Pollo” Gómez y el “científico” Sebastián Schachtel: una familia musical, y un poco los tíos de todos los que tocan cada año (y también de un público “volvedor”, que los celebró con las banderas al frente.
“Víctimas del cielo” viajó con visuales de un eclipse, manteniendo el clima en “Como se curan las heridas”, antes de “Personalmente”. “Increíble ver Cosquín así, boludo”, comentó el cacique. Así llegó “Será”, el primer hit en la voz de Germán.
Plegarias atendidas
Pero la noticia de la hora era la salida de Nicki Nicole en el Norte, a pocos días de la muerte de su padre. Bajo del fondo del escenario a la pasarela toda de blanco: remera translúcida, corpiño, minifalda y polainas bucaneras; con los músicos a los costados y los bailarines al centro, sobre una plataforma escalonada.
Largó con la “BZRP Music Sessions #13” y Colocao”. “Con la música no”, dijo la la rosarina, y todos entendieron. “Dispara *” trajo a Milo J desde la pantalla, y recibió una ovación. “Es una locura estar acá, me alegra muchísimo”, afirmó Nicole Denise Cucco. Fue a “8 AM”, y la presencia virtual fue Young Miko, supuestamente ya ex novia de Tini, y en “Entre nosotros” fue Tiago PZK.
“No puedo estar acá, yo me hago la boluda”, y prometió dos abrazos y saludó a unos recién casados de luna de miel.
Nicki Nicole en el escenario. Crédito: Cosquín Rock
Se puso íntima, a voz y piano, para “Plegarias”, que enganchó con “Seminare”, coreada por la multitud, con la levantada en banda completa (con una Nicki emocionada). “Mi canción favorita, y la de ustedes también. Gracias por dejarme cantarla acá. ¿Cómo se sigue después de esto”.
Lo sabía, porque encararon “Wapo traketero”, una de las canciones con las que se volvió internacional. De ahí a la “voz de ardilla” en “No voy a llorar :')”.
Invitó a Lula Bertoldi de Eruca Sativa para hacer “Venganza”, el tema sobre violencia de género que compartió con No Te Va Gustar, y se fundieron en un abrazo. “Por mí, por todas: no es una canción, es una realidad”, sostuvo
Lula se quedó para zapar en la guitarra en “Mamichula”, con Trueno saliendo desde la pantalla.
“Máscara” trajo de vuelta a los bailarines, con una coreo con gorritas. Ahí se fue para la cumbia “Ojos verdes”, que compuso junto a Sara Schell sobre el “Trátame suavemente” de Soda Stereo. “Ya me dieron la mano, me agarró el codo. Tengo otra cumbia”: era “Otra noche”, de Los Ángeles Azules.
Despues de “Una foto” hubo una transición a cargo de los bailarines hacia “Ella no es tuya”, antes de “No toque mi naik” (con voz en off de Lunay).
“Viene ‘YaMeFui’, ¿quiere decir que me tengo que ir? No, tengo que ir con la gente”. Y se fue a cantarles a los que estaban en la valla: estrechó manos, firmó objetos, se sacó selfies y dio los abrazos prometidos.
“Siempre quise estar acá, siempre vine a ver a mis artistas favoritos. Es una locura estar acá. La gente, el pueblo, es lo importante; aguante la música”, dijo, envuelta en una bandera argentina. Así empochada se subió a la upbeat
“Caen las estrellas”.
Alma redonda
Ya de noche, Dedmau5 abría el Montaña para la electrónica, al tiempo que Skay y los Fakires ya mostraban lo suyo en el Sur. El Flaco Beilinson salió con su infaltable fedora, con el histórico Claudio Quartero (bajista, hijo de Poli, criado junto al ex Redondo), de galera, como pilar de la formación.
“Oda a la sin nombre” (su primer hit post Patricio Rey) salió temprano, para hacer corear su melodía de guitarra, su marca registrada.
Paso por “¡Corre, Corre, Corre!”; “La pared rojo lacre” vino acompañada de un pogo tremendo; “Todo un palo” trajo el espíritu de Patricio Rey: un clásico que no es de los que más seguido encara. Ahí esta su toque, el de la guitarra cantora, discreta y justa como él mismo.
Baile y pensamiento Del otro lado, La Delio Valdez también se anotó entre quienes pasaron de escenarios alternativos a los grandes y en horario central. Lo hicieron decla mano de la manifestación chamánica y chinesca de Black Rodríguez Méndez y la presencia de Ivonne Guzmán Grisales, de body metalizado con cola de falda azul y botas negras (la saxofonista Agustina Massara tiene sus propios fans como diva tropical; la percusionista Ximena Gallina completa el cupo femenino, entre todos los señores, que tuvo du solo de tambor alegre).
Las Pelotas presente. Crédito: Cosquín Rock
Pasaron por “La Cancioncita”, “Ron y velas”, “De un tiempo a esta parte”, “Adiós amor” y “Danza del Uco”. Con flores en mano, Black interpretó “Cumbia sobre el mar”, el clásico colombiano que en Santa Fe está asociado a Los Palmeras; la repartija de las flores acompañó el momento de los vientos, antes de abordar la versión cumbiamba “Yo te amo” (“Por ese palpitar”) de Sandro.
“Por cuarta vez en este festival. No estaríamos acá y a esta hora si no fuera por ustedes", dijo Pedro Gabriel Rodríguez, un poco el cacique de la cooperativa, antes de tomar él micrófono para “Campanero”.
“Inocente”, salió de boca de Ivonne, sumando a la orquesta en el arreglo ampliado, llegando a un estribillo que está pidiendo convertirse en canto de cancha.
De pronto comenzó un éxodo de los mismos que estaban bailando: el objetivo eta buscar lugar para el show de Los Piojos, el evento principal de la jornada.
Pero la fiesta siguió, con “Amnesia total”, “Joyita norteña”, y el adiós con “El paso final”.
Protagonistas
A las 22.05, todo el mundo estaba acomodado para el momento piojoso (salvo algunos que bailaban el “Bombón asesino’ en uno de los bares internos). Un personaje animado le dio cuerda a la máquina desde la pantalla, mientras miles de teléfonos trataban de capturar el momento del despegue. El símbolo del infinito, formado por dos cabezas piojosas, empezó a girar cada vez más rápido.
Y el momento llego con Arco con Andrés Ciro Martínez de chaqueta rojiza con el 78 en la espalda, con Piti Fernández cerca, más allá de las diferencias de antaño; las pantallas alternando entre ellos (y a veces una para cada uno). Y a dos baterías, con Dani Buira en los parches junto a Sebastián "Roger" Cardero, su sucesor. Engancharon con “Te diría” y el “Yira yira” de Discépolo, con todas las encarnaciones del logo pasando por las pantallas; y la juvenil bajista Luli Bass (Luciana Valdés) acercándose al cantante para tener su momento, cumpliendo con la tarea de reemplazar al “disidente” Micky Rodríguez.
“Muchas gracias Cosquín, buenas noches. Somos Los Piojos”, saludó el cantante de la pera maciza, que supo romperse una rodilla en este festival. Con Cardero en los parches, el rey persa tomó la armónica para “Vine hasta aquí” con los dos caudillos cantando abrazados, mientras Juan Manuel Gigena Ábalos (de estirpe persa y corte mohicano) dibujaba desde su guitarra (uno que no fue Piojo, pero hubiera querido), ocupando la vacante del fallecido Gustavo Kupinski.
La vuelta de Los Piojos al festival. Crédito: Cosquín Rock
$Vamos a hacer un tema para todos los enamorados doloridos”, dijo Ciro, dando paso a “Difícil”, una versión celebrada en la que el nieto de Vitillo Ábalos dejó claro que él es la primera guitarra acá también.
El cantante volvió a su recurso de someter a votación un lugar en la lista de temas, entre “Fantasma” y “Ruleta”: este fue el elegido, cantado en la pasarela con la escolta de la señorita (de top y minishort, algo sugestivo para fans veteranos).
En “Motumbo” Ciri y Luli recorrieron el ancho del escenario, con coros de Juan.
Fueron a “Luz de marfil”, con su introducción mediooriental, u estribillo para todos y el solo final en escala menor armónica de Ábalos.
Ahí pasaron un video de momentos históricos del grupo para recordar a Kupinski con una versión de “Ruleta” en piano solo de Juan Emilio Cucchiarelli (con remera de 2 Minutos; compsrtio teclas con Miguel Chuky de Ipola). El video terminó con la frase: “Si no existe la memoria todo lo nuestro es suicida”. El cántico popular se dividió entre “el que no salta es un inglés” con “votó a Milei”. “Sudestada” arribó con el retrato de Tavo de fondo, alternando las estrofas entre Ciro, Pity y Dani.
Con Buira en la batería, bramó la armónica y una hoja de afeitar giró en los leds en el arranque de “Llévatelo”. Siguió “Desde lejos no se ve”, en la que Martínez metió cambio de remera y chaqueta, a una de diseños geométricos.
Ciro se colgó nuevamente la guitarra para “Ay ay ay”, que terminó en un juego de réplicas de onomatopeyas entre vocalista y público.
Línea de bajo y armónica abrieron “Tan solo”, que fue cedida para el canto popular en su primera vuelta, hasta la entrada de la banda completa y la voz líder, a los saltitos en la parte de “salta la cuerda”. Ahí apareció como invitado el mismísimo Ca7riel, para mostrar en la pasarela que es un guitarrista consumado. Rápidas charlas acordaron enganchar “Simpathy for the Devil” de Los Rolling Stones; tras un segundo momento de Cato volvió “Tan solo” para cerrar.
El cierre de Zoe Gotusso. Crédito: Cosquín Rock
El espíritu rocanrolero volvió con “Shup-shup”. “Ahora vamos a recibir con un aplauso al otro Catriel, que conocemos desde hace mucho”. Catriel Ciavarella, baterista de Divididos, fue recibido con el cantito de “la aplanadora del rock and roll” y fue directo a los parches. “El mendigo del Dock Sud” de Moris volvió a ser la intro de “Genius” sumando una poderosa sección de vientos y rematando en la pirotecnia percusión del novio de Mikki Lusardi.
“Yo tenía que decir: ‘Chau, buenas noches’”, disparó el frontman, para un amague de despedida, el el que por supuesto no se movió nadie. Volvieron con batas de boxeadores (spoiler) para anunciar el show en el Quilmes Rock, en Rosario y en Mendoza, “y en mayo algo vamos a hacer en Buenos Aires”.
Saludó a José Palazzo y asociados, por “el mejor festival Federal del país”.
Obviamente todo fue para ir a “Como Alí”, la crónica de un trip lisérgico con metáfora pugilística, que redundó en una masa saltarina (casi) sin aditamentos.
Otro juego fonético famoso llamo a “El balneario de los doctores crotos”, con Cardero en la batería; elegida por Ciro para recorrer la valla y luego desafiar a los asistentes a bailar (se lució un tal Martín, un break dancer con formación).
Los ojos rojos de la letra miraban desde las visuales, cuando Ciro hizo un pase de comedia con una careta de Carlitos Balá en la nuca.
Tanto despliegue hizo sospechar que el final estaba cerca (pero no). Sentados, interpretaron “Bicho de ciudad”, con Piti en acústica. Entonces vino “Pacífico” y una nueva despedida.
Pero Las Liendres, un grupo de percusión integrado por los hijos de los integrantes de la banda (actuales y pasados), dirigido por Buira, se sumó para "
“Verano del 92” (hablando de faso con los hijos, pero con elegancia).
Preguntó si había gente de todas las provincias y países vecinos, antes de la emotiva introducción a la explosión de “Maradó”, con el Diego jugando en las pantallas y un torbellino de banderas bajo el escenario. Hubo un “olé olé” para Diego, como en tantas canchas.
Volvieron los vientos (con el celebrado Juan Cruz de Urquiza en trompeta) para “Muévelo”: fueron los encargados de abrir los solos de presentación de integrantes, incluyendo los traspasos de teclados y batería, con invitados a bailar.
Se dio otro de los extenuantes juegos de sí/no con respecto al último tema, para salir como al descuido con “El farolito”, con su segmento de scat que el productor Afo Verde convirtió en intro, y un mash up con “La rubia tarada” de Sumo.
Ahí vino la lectura de banderas, el saludo final y, ya solo, Ciro cerrando con el Himno Nacional en la armónica.
Para ese entonces, Luck Ra (Juan Facundo Almenara Ordóñez) llevaba una hora y cuarto de show, después de recibir el escenario Norte de manos de Nafta: el cordobés coronó su show con “Ya no vuelvas” y “La morocha”.
En el Montaña cerraban los Peces Raros con su electrónica cantabile (también con Ciavarella de convidado). Cuando terminaron, se hizo el silencio en el Aeródromo, con la promesa de un próximo encuentro en 2026.
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