Este viernes, Andy Kusnetzoff entrevistó a Carlos “Indio” Solari en “Perros de la calle”, su programa en Urbana Play FM, en la que el “Míster” habló de su salud, de su presente artístico y, por supuesto, de su historia al frente Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Al comienzo de la nota hubo un agradecimiento especial a Sol Liggera, la productora que persistió durante cinco años para concretar la entrevista. “Me parecía que que ameritaba que que ella salude para empezar y que ella diga lo que quiera: este encuentro que agradezco y que me hace feliz (y creo que a vos también) es fruto de la perseverancia”, comentó Andy, a lo que Sol respondió: ““Yo solo voy a decir ‘hola, Míster querido’, que es como iniciaba todos los posteos escribiéndole. aguanté hasta acá sin emocionarme”.
A lo que ya Solari enganchó: “Mis productores son perseverantes, pero porque son freaks. Yo le contaba a ella que tengo la suerte de tener enamoramiento por lo que hago: tengo en cada computadora 23.000 elementos en los discos rígidos. Tengo canciones para la cuarta generación de Solaris, Místeres del futuro, porque amo lo que hago, soy amateur, no, no soy profesional:, amo lo que hago. Y bueno, así me va bien; me va mejor que con mi relación con Dios, porque me está cagando a patadas en el culo, porque estoy permanentemente aceptándolo como el rival que se merece”.
Vivir el presente
Sobre su convivencia con el Mal de Parkinson contó: “No es una buena mañana, pero yo me estoy acostumbrando a eso también porque es una enfermedad que te obliga a aprender a vivir de nuevo. Yo cuando no tengo asistencia tardo 40 minutos en ponerme un suéter. El día que estás mal, estás mal”.
Más adelante reflexionó sobre su relación con la muerte: “No tengo ningún miedo (...) creo que cuando tengas 76 años vos tampoco vas a tener miedo a la muerte”. “¿Pero entonces antes la tenías y ahora no?”, lo interrogó el conductor. “No, porque la vida mía ha pasado con pie pie rápido. Cuando tenés una personalidad como la mía, la gente te va transformando en un inútil también, porque te hacen todo: te te van abriendo las puertas, vos vas caminando y no te para nadie. Y eso te malcría. (A la muerte) la pienso en términos poéticos, y vivo de la misma manera que cuando tenía 20 años, en el presente; y no se me ocurre pensar en eso y no se me ocurre saber cómo es, nada: no sé cómo abarcar la muerte. Es como una gloria que te excede”.
Ideas digitales
En diferentes pasajes reflexionó sobre su actividad constante en la creación: “Yo soy un enamorado digital. Yo les digo a aquellos que dicen: No, el analógico, la calidez”; la calidez es todo el espectro que hay de suciedad entre la nota y el otra. Vos tañís una guitarra y te da el acorde (en el mejor de los casos: en las guitarras, las cuerdas siempre desafinan), pero el sonido cuando se proyecta luego del primer tañido está viciado de sonoridades que no son acordes. En cambio, el digital es 01-01. Es decir, el sonido, no sonido, sonido, no sonido. Tenés que encargarte vos de que sea lindo lo que hacés”.
También contó: “Las melodías es lo más fácil, tengo mucha facilidad para melodía, mucha facilidad. Lo que hago es agarrar el sonido y empiezo a ver la melodía, un arpegiado, algo así. Voy viendo: lo que me va gustando va quedando y lo que no va también queda como basura. (...) Las canciones buenas salen inmediatamente, porque apretás las teclas de dos o tres lugares del aparato y aparece algo que te conmueve, que te gusta. Los tonos menores son melancólicos, los mayores son festivos. Es difícil hacer música con la alegría, con la felicidad, que con la melancolía o con el drama. Y aparte digo siempre (es mi chiste viejo) que ya hubo un artista argentino que hizo lo único que se podía hacer: ‘La felicidad. Jaja jaja”, lo hizo Palito Ortega”.
Pasado sin nostalgia
Invitado a repasar canciones de los Redondos, fue bastante duro con ellas: sobre “Ji ji ji” dijo que no le pasaba nada, y de “La bestia pop” sostuvo que “no es un tema como para jactarme. “Esa estrella era mi lujo” en cambio “está buena: parece una canción medio española, de rock español” y “Vencedores vencidos” “tiene significación”. “Pero no son grandes canciones, son rocanroles. Cuando me separé de mi coequiper (Skay Beilinson) he hecho la mejor música de siempre” disparó, en un segmento en el que destacó a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado y sus coristas, Deborah Dixon y Luciana Palacios.