Mazzarri: nominado al Latin Grammy, de cara a un futuro personal
El artista está nominado por sus recientes colaboraciones con Elena Rose y Rawayana, con quienes ya se llevó un gramófono dorado el año pasado. Trabajó recientemente junto a Karol G y J Balvin, mientras cimenta su nombre con creaciones propias. De todo esto conversó El Litoral con este emergente de la nueva música latina.
La imagen oficial de Mazzarri, la que eligió la Academia Latina de la Grabación para anunciar sus nominaciones. Foto: Gentileza Malabar Sound
El productor venezolano Mazzarri, quien ha conquistado la industria musical gracias a su talento y versatilidad, celebra su nominación a la edición 26ª de los Latin Grammy, que se llevará a cabo en noviembre en Las Vegas. Mazzarri, con un incansable trabajo que le ha valido el reconocimiento de la industria como uno de los productores más codiciados de la actualidad, fue nominado en las categorías “Álbum del Año”, por su colaboración en el exitoso y aclamado trabajo discográfico de la artista venezolana Elena Rose, titulado “En las nubes - con mis panas”; y “Mejor Interpretación de Música Electrónica Latina”, por “Veneka”, de la agrupación venezolana Rawayana junto a Akapellah.
En la entrega de año pasado el artista recibió el codiciado gramófono en la categoría “Mejor Canción Pop” por su trabajo en “Feriado”, interpretada por Rawayana. Además, fue nominado a los Grammy estadounidenses en la categoría “Best Latin Rock or Alternative Album”, por su participación en el disco “¿Quién trae las cornetas?” de la misma agrupación, donde trabajó en “Feriado”, “TQM”, “Consciencia”, “La tormenta” y “Soy tu papá”. También obtuvo una segunda nominación en la categoría “Best Latin Pop Album” por su labor como productor en el disco de la artista colombo-estadounidense Kali Uchis, especialmente por su trabajo en la canción “Muñekita”.
Algunos de los logros más recientes fueron la producción de éxitos como el sencillo “Latina Foreva” del trabajo discográfico de la colombiana Karol G titulado “Tropicoqueta”, y la canción del también colombiano J Balvin “Río”. Recientemente lanzó sus dos primeros tracks como artista, titulados “Sintigo” junto a Sistek y Elena Rose, que suma más de tres millones de reproducciones desde su lanzamiento; y “Líneas temporales” hecha junto a Marcelo Rubio y Gus, siendo este un nuevo camino para Mazzarri.
El Litoral dialogó con esta figura de la música latina, hoy trabajando desde Miami, para conocer más sobre este recorrido y su búsqueda personal de cara al futuro.
Celebrando con Elena Rose el éxito del álbum “En las nubes - con mis panas”. Foto: Gentileza Malabar Sound
La hora del oro
-Este año estás celebrando dos nominaciones a los Latin Grammy: “Álbum del Año” por tu trabajo con Elena Rose y “Mejor Interpretación de Música Electrónica Latina” por “Veneka”. ¿Cómo recibiste la noticia y qué significan estos reconocimientos en este momento de tu carrera?
-Significa mucho, sobre todo porque estoy con la gente que empecé: Elena fue la primera artista que me dio la oportunidad con mi primer la canción en la industria, que fue “Picachu”, y ahorita estar nominado junto a ella es como “guau”: se siente mucho mejor estar junto a ella en esta nominación.
Igual con Rawayana, que el año pasado estuvimos y ganamos; volver a estar con ellos, que son amigos, es como “guau”: vamos a ver si logramos el dos de dos. Es cool, se siente súper duro.
-Como decías, el año pasado obtuvo su primer Latin Grammy por “Feriado” con Rawayana. ¿Cómo fue esa experiencia?
-Nos lo esperábamos cero, porque había full competencia; y era como que “bueno, si ganamos, full”. Y cuando estábamos ahí todos juntos, mi mamá estaba ahí, mi papá, estábamos todos abrazados; y cuando dijeron el nombre se paró el tiempo y dije: “No puede ser”. Y subimos para allá todos, éramos como te dije panas, locura máxima. Beto (Montenegro) dio el speech, fue espectacular el sentimiento, no te lo puedo explicar. Increíble.
-Además del Latin Grammy estuve estuviste nominado a los Grammy estadounidenses, justamente por el trabajo con Rawayana y también por trabajar con Kali Uchis. ¿Qué tan importante fue ese reconocimiento? Es una visibilidad más allá de Latinoamérica, a nivel global.
-En verdad súper loco: ese sí no me lo esperaba tampoco. Fui para Los Ángeles, vi al shows como el de Billie Eilish, Doechii; estuve cuando Benson Boone dio la voltereta. Me sentía como “estos tipos son los más duros”; y estar ahí junto a ellos... me sentía súper raro y súper agradecido. Fue una experiencia increíble.
-Y llevando la bandera latina.
-La de Venezuela, claro, y la latina, exacto.
En el estudio
-Trabajaste en canciones que llegaron al #1 en el Latin Airplay de Billboard y en charts de Spotify. ¿Cómo es ese momento en que uno dice: “Estoy conectando con una audiencia masiva, lo que estamos haciendo impacta en mucha gente”?
-Se siente súper loco; pero trabajo full con mi intuición y en verdad es lo que me gusta. Siento que si tú trabajas en cuestión de lo que te emociona, eso también puede llegar a emocionar a otras personas.
Obviamente es un trabajo colaborativo, no trabajo yo solo nada más: trabajo siempre con otros productores, otros compositores. Entonces tratamos de hacer una vibra que nos emocione a todos y tratar de hacer la mejor canción que se pueda. No es tanto lo que a mí me gusta o lo que a él le gusta, sino tratar de unir esas fuerzas y hacer cosas bonitas y que conecten con el público.
-Cuando están en el estudio trabajando, ¿cuánto ya a esa altura saben que “esto va a funcionar”, o “esto va a pegar”, o van por una intuición y después los sorprende la respuesta?
-En verdad nadie sabe nunca. Por ejemplo: yo tengo un track, “Me lo merezco”, que es un track de Elena que está en el disco que está nominado. Al principio, cuando hicimos esa canción, no le tenía la fe de “esto es un palo”. La hicimos, a Elena le encantaba: “no, esta canción tiene algo”. Para mí estaba buena, pero no era el sencillo ni el ni el palo ni nada; y ella decía: “La quiero sacar”. Ella decidió sacarla y le hizo la promoción que le hizo; y fue un palo y yo no me lo esperaba.
Y viceversa: hay canciones que he pensado que sí, que tal, y no pasa nada; o los artistas piensan “este es el palo” y yo pienso que es otra y no pasa nada o pasa. Nadie sabe, y hay que seguir intentando, sacando temas; y lo que pase pasó Está fuera de las manos de uno: está en manos de la gente y de Dios.
-Trabajaste con figuras como Karol G o J Balvin. ¿Qué aprendizajes te deja colaborar con artistas de talla internacional, ver cómo ellos también pone lo suyo para que ese track o ese disco funcione de una manera especial?
-Diría que el aprendizaje es interno, porque obviamente son artistas demasiado grandes y uno los ve como “guau”. Y sí ves la ética de trabajo que tiene (por ejemplo) Karol G, que es una chama súper humilde, súper dedicada, que ha llegado tan lejos; al trabajar junto a ella siento que yo también puedo hacer cosas grandes. Es cuestión de actitud, de echarle ganas; y ella fue súper humilde conmigo, siempre me trató súper bien. Me decía las cosas que le gustaban, y yo sentía que era parte de algo grande.
Eso es lo que me dejó eso: que son personas súper cool, que son iguales que tú, y que le están echando igual de ganas que tú; solamente que llevan un recorrido más largo y que le han echado full ganas.
Junto a Beto Montenegro de Rawayana y Daniel Rondón, compositor y productor, produciendo “Veneka”. Foto: Gentileza Malabar Sound
Camino personal
-Más allá de ser un productor exitoso con un montón de artistas estás trabajando en tu propia música, con tu propio nombre, temas como “Sintigo” y “Líneas temporales”. ¿Qué te motivó y cómo fue dar el paso?
-Empecé de muy chiquito, como a los 11, años siendo DJ: mi primer acercamiento hacia la música fue todo este movimiento de música electrónica de DJ como David Guetta, Martin Garrix, Diplo, Skrillex. Esos eran mis ídolos de chamo, y siempre quise hacerlo; mi sueño cuando joven era tocar en los festivales como Tomorrowland o Ultra Music Festival.
Poco a poco fui creciendo, me mudé a Estados Unidos, descubrí el mundo de la producción musical, que era como otro mundo. Y me adapté a eso, porque también lo amo; pero siempre me quedó esa espinita del DJ, de querer tocar.
Llegó el momento ahorita con “Veneka”, justamente que dije “puedo hacer esto yo”. Quiero hacer temas rápidos, uptempo, que pueda poner yo en la discoteca cuando toco; que diga mi nombre, que la gente me reconozca un poco más; hacer shows y lograr ese sueño de tocar en Tomorrowland y en el Ultra. “Veneka” fue la que me dio el sparkle de “ya, este es el momento, ya quiero sacar mis propias canciones”.
Entonces hicimos “Sintigo” con Elena, y me dio la oportunidad de sacarla. Ahorita “Líneas temporales”, y se vienen más cosas: una va a salir una este mes (si Dios quiere) con Los Menores, que es otra banda venezolana; y junto a los Puche, que son otros productores amigos míos, que tenemos una fiesta justamente que se llama DSCntrl, y estamos haciendo un movimiento aquí en Miami súper cool.
Amplitud
-¿Qué sentís que distingue tu trabajo dentro de la industria actual? A la hora de decir: “Bueno, sí, llamémoslo a Mazzarri, porque él aporta esto para esta canción o para este álbum”.
-No sé, mi sonido vendría siendo full variado, porque no es que tenga una sola línea o que la gente me llame por algo específico, sino más por por lo que yo soy. Lo que lo que he transmitido en algunos temas, porque he hecho desde regional mexicano, pop, reggaetón, música electrónica. Escucho todo tipo de música, soy full abierto, y de repente los artistas me llaman para cosas más activas últimamente, porque estoy con la fiesta, entonces han visto eso de mí; pero con Elena han hecho muchos tracks muy laid back.
Entonces mucha gente me llama por diferentes motivos; y no diría que tengo un sonido definido, pero sí tengo mi identidad aquí y trato de siempre de hacer la mejor canción, la vibra en el estudio.
No te sabría responder muy bien cuál es mi sonido como tal, sino que ahorita lo estoy creando ya con mi marca artística.
-Una cosa que une todo este trayecto es la identidad venezolana. ¿Qué lugar ocupa esa identidad venezolana en tu música propia, en lo que aportás a los tracks de diversos artistas, en tus colaboraciones con otros compatriotas?
-Es súper importante para mí eso, lo que te decía al principio de mis panas. Cuando llegué aquí y empecé, éramos un grupito de venezolanos; y a medida que ha pasado el tiempo, han pasado cosas súper cool para todos, y han crecido artistas, como Elena, que comencé con ella de cero. Verla ahorita dónde ha llegado, cantando en estadios, que las canciones están charteando, para mí es una locura. Igual con Rawayana: ganarse el Grammy, ahorita van a sacar otro disco. Estamos súper emocionados todos por lo que está pasando.
También con Alleh y Yorghaki: no conozco a Alleh, pero a Yorghaki lo conozco hace mucho tiempo, porque él está aquí en Miami también; y ver lo que le está pasando con “Capaz”, con todo el disco que sacaron, es súper increíble.
Y obviamente Danny (Ocean), que siento que es el artista que abrió la puerta primero de esta nueva camada. Obviamente hay mucho respeto a los artistas viejos que abrieron también camino; pero Danny está llevando la bandera en esta época; y ver que todo este grupo se le ha sumado y poco a poco vienen más, para nosotros los venezolanos es súper importante. Inclusive para mi como productor, porque me siento parte de todo este movimiento.
En soledad, trabajando en sus propias ideas. Foto: Gentileza Malabar Sound
Perspectiva
-¿Cómo imaginás en los próximos años? ¿Como productor de otros artistas, en un camino personal, o las dos cosas ya son parte de lo que se viene?
-Me imagino, como te había dicho, tocando como DJ en festivales, produciéndole a los gringos también: quiero hacer música en inglés, es una de las metas que tengo. Y hacer un disco de Mazzarri, que yo esté full orgulloso y que la gente lo reciba supercool. Esos son mis objetivos pronto. Y en cinco años, con mucha plata y con una casa, no sé (risas).
-¿Con qué artista que no hayas trabajado (puede ser latino, puede ser gringo) te gustaría hacer algo?
-Quiero trabajar full con Bad Bunny, me falta en el list. Quiero trabajar con Drake en los gringos. Y podríamos decir Billie Eilish, que lo veo full lejano, pero eso sería un sueño para mí: locura.