El viernes 9 de mayo a las 18 se presentará en la Biblioteca Prof. Muttis el libro "La ciudad enterrada", de José Ignacio Serralunga, editado por Flor de Loto.
El dramaturgo, actor y director ahora lanza su primera novela, que mezcla ficción y realidad en las raíces de Santa Fe. La presentación será este viernes.
El viernes 9 de mayo a las 18 se presentará en la Biblioteca Prof. Muttis el libro "La ciudad enterrada", de José Ignacio Serralunga, editado por Flor de Loto.
Estarán con el autor el director de la editorial, Carlos Borra y el prologuista José Luis Serrano. Al finalizar, el pianista Francisco Berli y el propio Serralunga ofrecerán un espacio musical.
José Ignacio, reconocido actor, dramaturgo y director, se introduce esta vez en el territorio de la novela. Eligió, para ello, un universo en el que se mete de lleno: la ciudad de Santa Fe y su extensa y turbulenta historia.
Con una prosa ágil, arranca con la gesta de Juan de Garay en el siglo XVI y alude, al final, a la inundación del río Salado. En el medio, describe como la ciudad adquiere su identidad, con la presencia inalterable de la humedad y los mosquitos.
El eje está puesto en la figura -que podría haber sido imaginada por Julio Verne o Alejandro Dumas- del conde francés que se afincó en la costa santafesina y su relación con la familia Gaspoz.
"Como idea básica, si bien en algún momento había escrito algunos cuentos breves, quería incursionar en la narrativa un poco más extensa", explicó Serralunga a este medio, respecto a las motivaciones que motorizaron el libro.
"Siempre al hablar de eso me encuentro con que lo que me lleva a escribir son esas imágenes difusas, difíciles de redondear en unas pocas palabras, que se componen de emociones, de sensaciones, de olores, y requieren de un relato más detallado y extenso", agregó.
"El paisaje, por ejemplo, y su evolución ¿Cómo sería el lugar donde vivo, donde está mi casa? ¿Habría un bosque de aromitos? ¿Viviría alguien hace 500 años?", se preguntó.
"En este caso, la historia de una profecía, la presencia de un conde francés en nuestro paisaje costero, el nacimiento de nuestra ciudad, son imágenes que me provocan curiosidad y me incitan a investigar detalles", detalló luego.
La mezcla de sucesos reales con otros ficticios que se despliega en la novela fue resultado de una decisión estética. "Me es grato, diría que alivian, poetizan, modifican lo prosaico de la realidad cotidiana", afirmó el autor.
"¿Por qué no imaginar que debajo de las olitas mínimas de la laguna de Guadalupe se mueven enormes serpientes? ¿Por qué privarnos de otras realidades, aunque sólo existan en nuestra imaginación?", se preguntó.
"Dijo Chesterton que 'toda persona sana debe alimentarse tanto de ficción como de realidad, porque la realidad es una cosa que el mundo le da, mientras que la ficción es algo que ella le da al mundo'", citó.
"Los sucesos reales se pueden explicar desde la física, de la química, pero prefiero la explicación de las cosmogonías, que explicaban el mundo sin el auxilio de la ciencia, eran mucho más divertidas, más inocentes", resaltó.
La novela gira en torno a la familia Gazpoz, acompañantes del Conde Tessieres en la fundación de Cayastá; pero se pone más hincapié en las mujeres que integran la familia y su mirada, antes que el propio conde.
"Correr el relato del personaje clave y presentarlo a través de otros fue, en principio, un recurso teatral. La imaginación es la herramienta más poderosa de que dispone el lector, y dejarle espacio para que se desarrolle es respetar su intimidad en el momento de la lectura", indicó, al respecto, Serralunga.
"Por otro lado, es interesante poner el foco en personajes femeninos, que tradicionalmente han ocupado espacios de menor jerarquía, pero han sido partícipes desde adentro, desde lo íntimo de las anécdotas que se constituyen como hechos históricos al ser descriptos por los libros", agregó.
La colonización santafesina ocupa un lugar significativo en "La ciudad enterrada". Serralunga se refirió a los aspectos de ese proceso que quiso rescatar, cuestionar o complejizar y qué silencios u omisiones halló durante la investigación.
"Creo que el gran vacío está en la falta de información. Cuando nuestras historias locales salen a la luz (lo percibí al hacerlo en obras teatrales) lo primero que aparece es la sorpresa de los espectadores ante hechos que desconocían", destacó.
El paso siguiente es la necesidad de ir a buscar más información, para empaparse de detalles y de un marco de referencia. "Ese quizá sea el mayor espacio a llenar", aseveró.
El título del libro sugiere una metáfora poderosa. Al respecto, se le consultó al autor sobre ¿qué "ciudad" o qué parte de la historia sigue enterrada y merecía ser desenterrada a través de la ficción?
“Una gran deuda para con nosotros es la etapa que va de la Revolución de Mayo hasta la definitiva organización nacional, y allí es donde aparece la figura de Estanislao López, ocultada y desvirtuada por la historiografía oficial, hasta la aparición del revisionismo, que revalorizó tantas biografías intencionalmente ocultadas”, expresó.
"En comparación, si vas a Salta, te van a llenar de información con la figura de Güemes, y vas a ver, en la creación artística, la presencia de él y de sus gauchos; en Santa Fe, si hiciéramos una encuesta sobre Estanislao López, veríamos seguramente que su figura es casi desconocida", cerró.
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