Fue ministro de Salud durante los tres primeros años de mandato de Carlos Reutemann. Veinte años después, asume el mismo desafío de la mano del flamante gobernador Omar Perotti. Conciente de que los desafíos son otros, Carlos Parola dialogó con El Litoral. Las urgencias; las enfermedades que obligan a estar alerta; las faltantes, provisión y producción de medicamentos, fueron algunos de los temas que abordó. También, la situación de los hospitales y qué pasará con los directores; y la posición de Santa Fe respecto a la reciente actualización del protocolo de Interrupción Legal del Embarazo.
—Asume con dos preocupaciones: la circulación de dengue y el brote de sarampión que hay en Argentina ¿Cómo encontró la salud provincial en este sentido?
— En realidad estamos en alerta con esta situación, primero porque en Argentina hay un brote de sarampión que es una situación independientemente de la estación...y estamos en alerta con el dengue porque plantean los epidemiólogos que puede ser un año muy bravo para esta enfermedad. Hasta ahora no hay ningún caso de dengue hemorrágico, lo que sí está claro es que es un riesgo porque plantean que se han roto mucho las barreras de Brasil, Paraguay...y que puede llegar con mucha facilidad. En tercer lugar, estamos atentos por el “hantavirus porque hay un alerta. Ya empezamos a trabajar en todas las medidas de prevención hacia la sociedad.
—¿Adherirá la provincia a la actualización del protocolo de Interrupción Legal del Embarazo recientemente anunciado por Nación?
—Sí, está decidido que la provincia va a adherir al nuevo protocolo nacional de Interrupción Legal del Embarazo. La guía tiene una actualización mayor a lo que hoy teníamos en la provincia, tiene algunas cosas nuevas que se han establecido y que vamos encaminados a adherir.
—En este sentido, a pesar de que en Santa Fe hace muchos años que está vigente el protocolo, todavía hay algunos inconvenientes para llevarlo de la teoría a la práctica, en cuanto, por ejemplo, a las objeciones de conciencia. ¿Tienen prevista algunas medidas para implementarlo plenamente?
—Sí, vemos que depende de en qué sitio de la provincia se viva, es la respuesta que a veces tienen, entonces ahí vamos a tener que trabajar con equipos móviles, con reforzar toda la estructura para lograr una contención de la persona y una garantía de que le demos respuesta a su voluntad, pero que la contención haga que el razonamiento sea adecuado y no forzado.
—Desde hace un tiempo hay reclamos por retrasos en algunas partidas nacionales para las compras de leche en polvo, medicamentos y vacunas. ¿Está preparada la provincia para afrontar los faltantes, hay planes de realizar alguna compra de refuerzo?
— Todavía no tenemos precisiones al respecto, pero estamos casi seguro viajando la semana que viene a Buenos Aires, para una reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA), donde nos vamos a reunir todos los Ministros de Salud del País con el Dr. Ginés González García para abordar este tema tan importante y lograr agilizar absolutamente todas las cosas que son imprescindibles, como vacunas, leche, etcétera. Lo tenemos en agenda y queremos charlarlo. De todas maneras, las partidas que tenemos asignadas a esto ya las hemos movilizado para tratar de dar cumplimiento a todas las cosas que son las más básicas.
—En los últimos meses ha habido reclamos por parte de algunos sectores que tienen convenios con el Ministerio, como los del transporte para personas con discapacidad o las droguerías, ¿se han regularizado estas situaciones?
—No, esto no está regularizado, nos hemos sentado hace 48 horas al frente del Ministerio y hemos hecho un relevamiento de la deuda global que tienen los hospitales más el Ministerio y es una cifra muy alta, situación que no solamente nos preocupa sino que nos estamos ocupando. Vamos a tratar de descomprimir la situación lo antes posible, porque efectivamente es un punto muy delicado.
—El costo del combustible para los servicios de emergencia fue noticia en estos días. ¿E cierto que falta combustible para las ambulancias?
—No, lo que es cierto que la problemática es nacional respecto a que los presupuestos han quedado absolutamente desfasados respectos a los costos. En el caso de Santa Fe, el presupuesto provincial daba cuatro millones y pico mensualmente para combustible y en realidad estamos necesitando catorce. Es decir, este aumento que se vino sucediendo llevó a que hoy casi tengamos capacidad de pago para una semana, pero esto no quiere decir que van a quedarse sin combustible, sino que hemos tenido que salir a reforzar, nos dan una mano los intendentes y los presidentes comunales y así se está sobrellevando esta situación hasta tanto nos podamos acomodar.
—Ud. ya estuvo a cargo de la salud santafesina durante el segundo mandato de Carlos Reutemann. Desde entonces, pasaron dos décadas. ¿Considera que la situación sanitaria de la provincia es igual, mejor o peor que en su primera gestión?
—Siempre tenemos que mirar objetivamente. Por supuesto que después de veinte años hay una mejora en las condiciones de la salud de nuestra provincia y de eso nos tenemos que sentir orgullosos. Lo que ocurre es que hay tiempos en los que uno puede crecer más rápido porque las condiciones sociales y económicas lo permiten, y hay veces en que al paso hay que darlo más cortito porque las dificultades son mayores. Pero con alegría digo que después de veinte años las estructuras han mejorado. Lo que lamentablemente nos afecta es una crisis enorme como país y esas condiciones sociales hacen que la salud en general, tanto pública como privada, se vea afectada.
—En cuanto a los equipos de salud, por estos días se han producido algunas renuncias, como la del director del SAMCO de Villa Constitución. ¿Habrá reestructuraciones?
—En este tipo de cambios hay situaciones donde hay directores que ponen a disposición la renuncia, algunos que lo hacen de manera indeclinable, que son los primeros que se reemplaza. La verdad que no es una imposición nuestra, sino que hay gente que, o se agota con el tiempo, o tiene la identificación con un partido y no la quiere seguir teniendo con otro... Nosotros en eso tenemos una política de diálogo: con los directores que han demostrado una buena gestión nunca pedimos que se vayan. Lo que sí queremos es que haya un buen trabajo con ellos y que tengan el compromiso con los servicios que componen el hospital, que ellos realmente representen la voluntad de los profesionales que trabajan en la institución.
—En cuanto al funcionamiento del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF), ¿habrá modificaciones en la política de producción de medicamentos?
—Con el LIF queremos trabajar en intensificar todo lo que podamos hacer en el laboratorio, porque necesitamos la producción. Estamos a la firma de un convenio para una compra importante de droga para fabricar los medicamentos; pero también porque al volver según lo que se comenta el Programa Remediar a nivel nacional, nosotros podemos, como en años anteriores, ser proveedores de Remediar, con algunas drogas que nosotros producimos. Esto es solo un fortalecimiento de nuestra estructura, que va a quedar como está pero se va a cambiar el directorio.