Un presidente desprendido, que perdió fortunas intentando el retorno a Primera...
Aquélla patriada generosa de don Joaquín Peirotén
No tuvo éxito deportivo en Colón, pero la figura de este hombre se debe guardar como la de un colonista que puso su chequera y apenas recuperó una parte de todo lo que aportó.
El Litoral Así lo anunció El Litoral, el día previo al inicio del torneo y el debut ante Deportivo Morón en 1985.
El equipo del ‘84 era bueno. Lo había dirigido Eduardo Janín, se produjo la vuelta de Cococho Alvarez para decirle adiós a su gran carrera en el club de sus amores y la aparición estruendosa de “Carozo” Mir como goleador del torneo. Pero en el ‘85, aquél generoso e inolvidable presidente que tuvo Colón —don Joaquín Peirotén— decidió hacer el gran esfuerzo. Junto a Julio González —responsable del fútbol— se lanzaron al armado de un equipo que aspire al protagonismo y que motive a la gente. Fue una verdadera “revolución”, aunque luego se haya fracasado en el intento. Con Federico Sacchi y el profesor Carlos Hurtado a la cabeza, empezaron a llegar jugadores de gran recorrido. El de más nombre, quizás, era Waldemar Victorino. Pero ahí nomás, muy cerquita, estaba Daniel Carnevali, Hugo Zavagno. Y además, Lazlo (venía de ser uno de los mejores defensores del torneo anterior jugando para Talleres de Remedios de Escalada), Belén (había jugado en Argentino de Rosario con gran suceso), Puentedura, Roma, Acosta Silva, “Pichón” Rodríguez, Omar Alegre (venía de jugar en River) y el “Negro” López con dos ascensos a cuesta.
El primer partido era con Deportivo Morón. Unos días antes del debut, en el ya desaparecido comedor “La Suiza”, Colón presentaba en sociedad al plantel en una cena organizada por El Litoral. Don Joaquín, comandando al grupo de jugadores y cuerpo técnico (no faltó ninguna cara famosa a la cita), hablaba de una recaudación de 14 millones de pesos en febrero y un gasto de 12. Los números parecían cerrar. Se habían jugado dos amistosos a cancha llena. La expectativa era fenomenal, pero el equipo no rindió lo esperado. Ese año ascendieron Rosario Central y Racing.
Colón volvió a intentarlo después en aquella primera mitad del 86, antes de que se instale el viejo Nacional “B”. Con Tarabini, no se pudo clasificar en la última fecha. Fue el medio año en el que llegaron Palma, Di Leo, Doroni, Delgado y Gugnali, entre otros. Otro buen equipo. En la última fecha, Colón le metió 3 a El Porvenir, pero Lanús le hizo 6 a Almirante y por diferencia de gol entró en el reducido final. Pero esa fue otra historia.
Volvamos a aquélla de 1985. Cancha repleta y Deportivo Morón el rival. En ese primer partido, en medio de un calor propio de febrero en nuestra ciudad, Puentedura; Juncos, Lazlo, Wermer y Roma; Acosta Silva, Zavagno y Alegre; Héctor López, Victorino y Mir fueron los elegidos por Federico Sacchi. En el rival había dos ex Colón: el arquero Micheli y el defensor Alberto Manuel Bustingorria. En el banco, con Sacchi, estuvieron Carnevali, Godano, Schneider, Franco y el también recordado “Cototo” Balbuena.
La palabra “fracaso” suena fuerte, rigurosa pero indudable para esa “patriada”. Fue la prueba evidente que por más nombres que haya en un equipo, cuando no se funciona como tal, esos nombres no alcanzan. Colón ni siquiera pudo clasificar para la fase final en búsqueda de alguno de los ascensos a Primera, en un torneo que estaba jerarquizado por la presencia de dos clubes como Racing —ya había fracasado en la primera ocasión— y Rosario Central.
Más allá de aquellas palabras y el optimismo de don Joaquín en la cena con El Litoral, el esfuerzo económico y la pérdida fue importante. Lo “bancó” el propio presidente, convertido luego en el principal acreedor del club pero aún así perdiendo buena parte del patrimonio personal. Don Joaquín no tenía, quizás, la sabiduría necesaria para el fútbol; pero nadie podrá discutir su condición de sabalero, su desprendimiento personal, su vocación de servicio, su generosidad incomparable (nadie lo pudo jamás igualar) y lo que perdió y jamás recuperó por tratar de lograr lo que lamentablemente no pudo: llevarlo otra vez a Colón a Primera.
El Litoral El dibujo de Sorbellini con las caricaturas de los jugadores que habían llegado en aquél año en el que Colón armó un equipo de estrellas.
El dibujo de Sorbellini con las caricaturas de los jugadores que habían llegado en aquél año en el que Colón armó un equipo de estrellas.Foto: El Litoral
El plantel
* Arqueros: Daniel Carnevali, Gabriel Leopoldo Puentedura, Gustavo Arturo Nepote, Francisco Alberto Salomón.
* Defensores: Dante Alfonso Roma, Víctor Francisco Godano, Guillermo Fabián Benítez, Edgardo Masat, Horacio Ernesto Schneider, Juan José Lazlo, Raúl Belén, Daniel Wermer, Sergio Juncos, Daniel Armando Moretto, Sergio Dardo , Luis Valli, Jorge Alberto Cantero.
* Mediocampistas: Hugo Ernesto Zavagno, Juan Alberto Acosta Silva, Aldo Rodríguez, Omar Alegre, Edgardo Agustín Balbuena, Miguel Angel Gómez, Roberto José Lheritier, Víctor Hugo Díaz, Claudio Luis Carmona, Javier Oscar López.