Si bien se terminará de confirmar en los próximos días, todo parece indicar que este verdadero mamarracho deportivo que armará la AFA para terminar este olvidable año será igual que el 2020...olvidable. Entender lo de las zonas, los cruces, los bombos, la llave de ganadores y perdedores, con sus respectivas finales, asoma mucho más complicado que poder descubrir la vacuna para los pelotudos que salen de joda en plena pandemia. "Es lo que hay", era la frase histórica para entender los errores y los horrores de calle Viamonte. Ahora, en tiempos de Covid-19, tienen el montaje perfecto para justificar sus macanas.
Hicieron todo mal, de principio a fin. Desde el video "Chiqui" Tapia, emulando al famoso "el que apuesta al dólar, pierde", cuando dijo claramente que "volveremos a entrenar con todos los planteles cuando todo el país se encuentre en fase 4 para evitar ventajas deportivas en Argentina". La declaración durísima del presidente de los argentinos, Alberto Fernández, encendió las primeras alarmas: "El fútbol argentino debe replantearse cómo funciona, no está funcionando bien. Voy a hablar como hincha, no como presidente. Un día juegan 19 equipos y otro día 30, un día necesitamos que desciendan cuatro y el otro día nadie. Son cosas que uno no entiende, un día si la Superliga no existía se caía todo a pedazos y ahora no existe".
Y la postura de encerrona de la Conmebol terminó por demostrar que el peso de la AFA en el fútbol sudamericano de estos tiempos es directamente inexistente: "El 15 de septiembre vuelve el fútbol. El reinicio de la Copa no se cambia. Tenemos una fase de grupos comenzada y hay que terminarla. Después de lo que pasamos y viendo el escenario en Sudamérica, creemos que es factible iniciar y terminar en enero. Esta es una industria que mueve mucho dinero y ocupa a mucha gente", avisó el ex sabalero Gonzalo Belloso, hombre fuerte de Conmebol, hace diez días.
El mensaje es claro: el negocio no puede parar más tiempo. Concretamente: hay que facturar. Entonces, entre gallos y medianoche, no les queda otra que implorar por la aprobación del protocolo sanitario. A veces, los modos preocupan más que las formas. Y a Ginés, referente top de Salud, nunca le cerró la "apurada" de la Conmebol. Aún siendo un tipo de los más futboleros en el Gabinete Nacional del "Bichito Colorado" Alberto Fernández.
Convencidos que siempre se pueden hacer peor las cosas, los dirigentes del fútbol argentino armaron este mamarracho deportivo, un verdadero montaje de terror para poder seguir sacando la leche de la misma teta y de la misma vaca: la TV...siempre la TV...nada más que la TV. Dos meses, octubre y noviembre, con finales en diciembre.
Una vez más, le dieron la razón a la frase que salió de Balcarce 50 y pegó fuerte en Viamonte. Siempre van por más a la hora de empeorar el producto. Primero hicieron un carpetazo para sacar los descensos, después borraron de un plumazo los promedios y finalmente fueron por "todo"...eliminaron los clásicos. Les faltaría inventar un formato donde los dos equipos que se enfrentan pierdan el mismo partido: sería algo fabuloso; de paso lo pueden patentar.
Así las cosas, con dirigentes "enamorados" de la pandemia (siguieron cobrando lo mismo de la TV pero metieron recortes por todos lados, además de los subsidios del Estado), en Santa Fe siempre es 14 de febrero. Acá, entre Vignatti y Spahn, se disputan el Campeonato Mundial de las Tijeras de la FIFA. Cuanto más recorte, mucho mejor.
A 25 días de la vuelta del fútbol "por los puntos", en el mamarracho final 2020, la realidad marca que en Colón se fueron muchísimos jugadores y por ahora no llegó ningún refuerzo para un Eduardo Domínguez que ya definió jugar con un 3-5-2, sin tener en cuenta al "Pulga" para arrancar. Y en Unión se fueron jugadores titulares y casi titulares: Botti, Elías, Méndez, Bonifacio, Bou, Mazzola. Al decir del "Vasco", sólo llegaron dos refuerzos: Márquez y Nery Leyes. El resto, con muy buen criterio, aparecen en el famoso rubro de las llamadas "apuestas": Borgnino, "Pajarito" Juárez, el otro Calderón y "Pala" Palacio. Sería incorrecto pedirle a estos cuatro que lleven a Unión a otra fase de la Copa Sudamericana.
Sin la figura fuerte de Leonardo Carol Madelón y con dirigentes de perfil bajo en la subcomisión de fútbol profesional, el secretario técnico Martín Zuccarelli concentra mucho más poder que en mercados anteriores. Por ahora, al menos desde el balanceo de los nombres que se fueron y los que hasta ahora llegaron, no se advierte el viejo y prometido "salto de calidad".
Hoy estamos a 25 días de volver a jugar. Es obvio marcar y decir que la mayoría de los jugadores que puedan venir a los dos clubes deberán (salvo alguna excepción) "comerse" los 14 días de cuarentena. Es decir que si Vignatti o Sphan ficharan a Messi, la "Pulga" sólo tendría diez días para entrenar con el "Barba" o con el "Vasco". Conclusión: muy pocas ganas de "ayudar" a los entrenadores en este mercado de pandemia.
Sin descensos, sin promedios y sin clásicos, a pesar de la abstinencia de pelota, se vienen dos meses y medio de un fútbol argentino más aburrido que bailar con la escoba. Hicieron, desde Viamonte, lo posible y lo imposible para terminar de "matar" al viejo y querido fútbol argentino.
Acá, en Santa Fe, el rebrote fue peor. La "chatura" es total. Previsible en Colón con Vignatti: se la gastó casi toda para llegar a "La Olla". Si bien no esperaba demasiado de Spahn, pensaba que la ventana de Copa Sudamericana lo haría "romper el chanchito". Error.
A la insoportable levedad de la dirigencia del fútbol argentino, los clubes de Santa Fe le ponen su propia impronta. No habrá derby en este 2020, pero van a competir los dos, Colón y Unión, por el Campeonato Mundial de la Tijera FIFA. El que recorta y achica más, gana. No sería raro que les den el título compartido. La estrella, tan buscada, está por venir.
Lo de los árbitros, otro papelón
Otro tema polémico de la nueva normalidad del fútbol argentino pasa por los arbitrajes. Como se sabe, los mejores jueces del fútbol argentino se fueron a las burbujas sanitarias de Brasil y Chile, respectivamente, donde estarán unos 50 días para dirigir las competencias continentales de la Conmebol.
En Brasil, están "aislados": Néstor Pitana (viene de Arabia Saudita), Patricio Loustau, Facundo Tello y Fernando Rapallini, además de los asistentes Belatti, Bonfá, González, Rodríguez y Chade. En Chile, por otro lado, están: Mauro Vigliano y Herrera, con Navarro y Fernández.
De más está decir que esta doble "burbuja copera" los deja como descartados para dirigir en la vuelta del fútbol argentino. Es decir, otro papelón más.