La plaza 25 de Mayo, además de ser un espacio característico de la ciudad, es también, por estar frente a la Casa de Gobierno, el escenario elegido cada vez que hay una protesta o manifestación. Mucho más, en estos últimos días.
Lo afirmó Mariano Ocampo, dueño de un establecimiento y uno de los organizadores del entrenamiento al aire libre que se realizó frente a Casa de Gobierno.
La plaza 25 de Mayo, además de ser un espacio característico de la ciudad, es también, por estar frente a la Casa de Gobierno, el escenario elegido cada vez que hay una protesta o manifestación. Mucho más, en estos últimos días.
Este martes, en horas de la siesta, la plaza se transformó en un "gimnasio a cielo abierto". Allí, profesores de distintos gimnasios realizaron un entrenamiento al aire libre. El objetivo: hacer visible que el movimiento y la actividad física son sinónimos de salud y, lógicamente, el disconformismo en cuanto a las decisiones tomadas por el gobierno de cerrar los establecimientos.
Los gimnasios, en una primera etapa, estuvieron cerrados 79 días. Desde el 20 de marzo al 8 de junio, pudiendo abrir luego con los protocolos adecuados a cada lugar.
Pero ahora, tras lo expresado por el Gobierno provincial el último viernes, debieron volver casi a "fojas cero". ¿Por qué casi? Porque no todos acataron lo dispuesto, simplemente porque no tienen más margen económico.
"Pero no pasa únicamente por un tema de plata, porque esta situación ya nos perjudicó a todos. Es algo moral, de salud: el sedentarismo causa más de tres millones de muertes al año. Estrés, obesidad, hipertensión, son todas enfermedades que trae aparejado el encierro. La gente come, mira la televisión y está dentro de su casa. La cuestión pasa por traer y hacer ver un reclamo que nos parece esencial y fundamental para la vida de la gente hoy, teniendo en cuenta el momento que estamos viviendo", dijo Mariano Ocampo, propietario de un gimnasio, y uno de los impulsores de la movida en la plaza.
"Me parece que las medidas están mal tomadas. Lógicamente no soy el más indicado para dar números, pero esto se está haciendo mal. Tratamos de incentivar a la gente a que se mueva, y es el momento adecuado para hacerlo", agregó.
"Estuvimos cerrados casi 80 días y luego abrimos con todos los protocolos correspondientes. Si vamos a los fríos números, desde que reabrimos hace tres meses, no tuvimos ningún contagio en los gimnasios. Además, no está comprobado que entrenar al aire libre pueda traer alguna enfermedad. Por eso es que nos parecen medidas incoherentes", explicó Ocampo.
"Para mucha gente el gimnasio es la diferencia entre estar sano y enfermo. Hay quienes van, no solamente a hacer una actividad física, sino también para hacer relaciones. Muchos de los gimnasios no pudieron afrontar la situación y tuvieron que cerrar. Hoy se trabaja con el miedo, y el miedo hace que las cosas se vean de otra manera", reflexionó sobre el final Mariano Ocampo.