Yasser Hase, (sobrino del Maestro Internacional Juan Carlos Hase)

Gran exponente del ajedrez santafesino, finalista en tres campeonatos argentinos en juveniles y nueve en mayores. Participó además en cuatro olimpíadas. Disputó una partida con Anatoly Karpov, a quién le pudo ganar. "No puedo enojarme por haber hecho tablas con Karpov", dijo aquélla vez. Su sobrino Yasser lo rememora.

Yasser Hase, (sobrino del Maestro Internacional Juan Carlos Hase)
La vida transcurre día a día, del mismo modo que una partida de Ajedrez. En ella, cada movimiento realizado sobre el manto cuadriculado de dos colores, que es el mundo, reflejará los movimientos con los que vivamos. Muchas veces con planificación, razonamiento y amor; entre otras tantas, apurados por el reloj, de manera mecánica. En ambas habrá consecuencias y, de allí mismo, podremos siempre, ir modificando nuestros planes, acciones, maniobras, pero, sin dejar de percibir los resultados. "Algunas veces se gana, se empata o, se aprende".
De esa forma vamos a ir construyendo todo aquello que constituirá nuestra propia esencia, a lo largo de las diversas movidas que realizaremos y quedará reflejada nuestro paso por la vida, para que luego pueda ser estudiada y analizada por los que quedan.
Cada jugada marcará un antes y un después, pero, será la que nosotros mismos elijamos y la que nos represente. Y así mismo fue su participación en este hermoso desafío que es la vida, para el MI (Maestro Internacional) de Ajedrez, Juan Carlos Hase.
Ello es lo que hoy, a tan sólo unos pocos días de la firma definitiva de su planilla final, analizamos todos los que nos encontramos frente a estas líneas, que simplemente buscan ser un reconocimiento a todas esas maravillosas movidas, a lo largo de su juego, para rememorar la existencia misma, de quien deja tantos elementos para estudiar.
¿Cómo se debe comenzar? ¿De qué forma sigue este proceso? ¿Iniciamos por lo deportivo, por lo emocional, por lo simple…? Qué complejo que parece ser y, al mismo tiempo, pensando como él mismo nos enseña, acaso, no somos nosotros mismos los que así lo hacemos. Comencemos por el principio, "respetando nuestro estilo y tratemos de hacerlo sencillo y sin colgarnos nada", diría este maestro.
Y es por ahí que tenemos que arrancar. Por la simpleza, la sencillez y la humildad. Tres adjetivaciones que son cualidades indivisibles de Juan Carlos.
El Ajedrez, la militancia, la docencia, Colón, los amigos, la familia, el peronismo… En fin, la vida misma, ha tenido que despedir hace muy poco tiempo a quien fuera, por sobre todas las cosas, una excelente persona, aún con los errores que como cualquier mortal tuviera: el Maestro Internacional Juan Carlos Hase.
Con el impacto que produce cualquier partida de un ser querido, en las primeras horas de la tarde del jueves 03 de febrero, recibo la tan triste noticia de que "el Tío Alito" había fallecido de manera repentina, sin que los paramédicos pudieran evitarlo. Tremenda noticia llegaba a mis oídos y en el mismo instante, una mezcla de sensaciones y emociones, no podía asimilar la información. ¡¡¡No podía ser eso!!! Aún no he despertado y esta pesadilla me ha envuelto en sus garras mucho más que otras.
Ya despertaré. Pronto sucederá.
Y así fue. Ahora, habiendo transcurridas un par de semanas, me doy cuenta de que el Tío, ahí está!!! Sí, ahí mismo. Basta con mirar toda la gente que se acercó a despedir la piel, la carne, el recuerdo; todas las palabras derramadas en las diferentes redes sociales, en los grupos de whatsapp, los mensajes, llamadas y, la enorme cantidad de actividades ajedrecísticas desarrolladas en estos días, en su honor.
"Cambia todo cambia (…)" narraría la famosa obra muy sutilmente interpretada por Mercedes Sosa y, un poco, sirve para describir la forma en la que un joven Técnico químico, egresado del Colegio Industrial Superior de Santa Fe, y tras ser campeón santafesino juvenil, viajara allá por el ´66 con su juventud a cuesta, hacia Buenos Aires, para desempeñarse en la Comisión de Energía Atómica y, fundamentalmente, para poder disfrutar de jugar al Ajedrez.
Ese gran cambio en su vida lo llevó a Ferro Carril Oeste, Club en el que transmitió sus conocimientos -y al que representó por muchos años- y saberes para gran cantidad de ajedrecistas hasta los años iniciales del nuevo Siglo.
Posteriormente y, tras haber padecidos los tan perturbadores momentos que atravesó nuestro país por las crisis de 2001 y 2002, como tantos millones de argentinos. Su compromiso y dedicación fueron compañeros del surgimiento de los nuevos aires de renovación, que trajeron las políticas que desde el 2003 trajeron los Kirchner a la Cultura nacional y, su destino se volcó al espacio "Peón Vuelve", desde donde ha transferido y convidado a miles de personas que han podido disfrutar de sus diversas experiencias y actividades.
Gráficamente, todo queda reflejado en una de sus grandes frases: "No quiero un Ajedrez de élite, como no quiero un mundo de élite"
Son estas algunas de las cualidades que Juan Carlos Hase nos brinda, así como también, tantas bellas anécdotas y experiencias, que han producido una historia muy rica para alguien que con magníficos antecedentes y logros deportivos, nunca dejó de ser ese tipo sencillo, desinteresado y simple, con un alma bohemia, destinada a consolidar el amor en una cálida y caudalosa familia, junto a su maravillosa compañera de camino, Carmen Dalia Lafalce, sus hijos Marita, Juan Manuel, Carina, Ma. Dalia, Fabián, Ma. del Carmen, Pablo, Juan Martín, Cintia y sus 11 nietos y nietas.
Estos son los motivos por los que el Maestro Internacional Juan Carlos Hase, fue, es y será siempre, un verbo en todos los miles de personas que tuvimos el privilegio de ser alcanzados por las maneras en que su corazón y espíritu, nos hayan llegado al alma.