La barrera coralina más grande del Océano Atlántico, con una diversidad biológica significativa, que contribuye al bienestar económico y social de los pueblos, está de fiesta.
La fecha de esta celebración la establecieron los mandatarios de los cuatro países que custodian el SAM: México, Belice, Guatemala y Honduras.
La barrera coralina más grande del Océano Atlántico, con una diversidad biológica significativa, que contribuye al bienestar económico y social de los pueblos, está de fiesta.
Cada 10 de marzo, desde 2007, se conmemora el Día del Sistema Arrecifal Mesoamericano SAM. La fecha de esta celebración la establecieron los mandatarios de los cuatro países que lo custodian: México, Belice, Guatemala y Honduras, durante una reunión que sostuvieron el 11 de julio de 2006 en la ciudad de Panamá. Esta reunión fue para renovar los compromisos de los gobernantes en torno al SAM, en el marco de la Declaración de Tulum, suscrita en 1997.
Los arrecifes de coral son ecosistemas altamente diversos.
El SAM es un vivero, una biblioteca genética, protector de la costa, productor de arena, proveedor de bienestar económico y salud humana, tanto para la región que abarca como para el mundo. Una parte importante del SAM, que se encuentra en Belice, ha sido declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO).
Los arrecifes de coral también son estabilizadores de las zonas costeras; resguardan especies de importancia ecológica y comercial y proporcionan alternativas de empleo e ingresos para las comunidades aledañas. Para asegurar el uso de estos recursos en el tiempo, es imprescindible hacer un aprovechamiento sostenible de los ecosistemas, tanto terrestres como marinos y costeros. Conservar el SAM significa conservar nuestro propio sistema de soporte de vida, porque su prosperidad ecológica y económica es para todos.
En todo el mundo los corales son objeto de grandes amenazas. La pérdida de corales en la Gran Barrera de Coral de Australia debido a blanqueamiento es un presagio poderoso de la crisis mundial que afecta a estos valiosos ecosistemas. Mientras, algunos estudios han demostrado que el Arrecife Mesoamericano está siendo afectado por una serie de amenazas físicas directas, entre estas:
Proteger los manglares y los pastos marinos. Estos ecosistemas son filtros, las plantas de tratamiento naturales de la región.
Usar bloqueadores solares biodegradables.
No comprar ni consumir peces loro (familia Scaridae). Estos peces son un aliado para combatir las macroalgas porque se alimentan de ellas y las pueden mantener bajo control.
Evitar el uso de plásticos desechables. En lugar de adquirir productos envasados en este material, que muchas veces termina en el mar, usar vasos de vidrio, bolsas de tela y recipientes reusables.
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