Durante los próximos días, Argentina atravesará un marcado contraste meteorológico que irá desde jornadas de calor extremo hasta un período de tormentas intensas y un posterior descenso térmico.

Un intenso flujo de viento del norte elevará las temperaturas muy por encima de lo normal en gran parte del país, con máximas que superarán los 36 °C en la región central. El escenario cambiará drásticamente durante el fin de semana con la llegada de un frente frío que generará tormentas fuertes y abundantes lluvias, especialmente en el noreste argentino.

Durante los próximos días, Argentina atravesará un marcado contraste meteorológico que irá desde jornadas de calor extremo hasta un período de tormentas intensas y un posterior descenso térmico.
Así lo explicó Leonardo De Benedictis, bachiller universitario en Ciencias de la Atmósfera con orientación en Meteorología Sinóptica, al analizar la evolución del tiempo prevista entre el viernes y el comienzo de la próxima semana.
En el inicio del período se observa una configuración típica de circulación de viento del sector norte, una situación que favorece el ascenso térmico en amplias regiones del territorio nacional.
Este patrón atmosférico impacta de manera directa sobre el centro y el norte del país, donde las temperaturas comenzarán a ubicarse muy por encima de los valores normales para esta época del año.

Las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Córdoba y Santa Fe se destacan dentro de este escenario, con registros térmicos que superarán los 36 °C de forma bastante generalizada.
El calor no estará dado únicamente por el ingreso de aire cálido desde latitudes más bajas, sino también por la escasa presencia de nubosidad y la persistencia de una masa de aire caliente instalada sobre la región.
Este tipo de configuración genera jornadas con sensación térmica elevada, especialmente durante las tardes, lo que obliga a extremar cuidados, sobre todo en niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Sin embargo, los especialistas advierten que este escenario de estabilidad y calor intenso no será duradero.
El mismo viento del sector norte que impulsa el ascenso de las temperaturas también transporta aire húmedo desde regiones tropicales hacia el centro y el norte del país. Como consecuencia, se espera un incremento progresivo de la humedad en las capas bajas de la atmósfera, un factor clave para el desarrollo de inestabilidad.
Con el correr de los días, este aumento de la humedad comenzará a manifestarse en un ambiente más propenso a la formación de nubosidad convectiva. En una primera etapa, los fenómenos asociados —como chaparrones o tormentas— podrían presentarse de manera aislada y localizada, pero con una clara tendencia a intensificarse.
Este contexto adquiere especial relevancia al considerar la llegada de un sistema frontal frío que comenzará a avanzar desde el sur del área pampeana. La interacción entre el aire cálido y húmedo preexistente y el ingreso de aire frío será determinante para la evolución del tiempo durante el fin de semana.

A partir del viernes, el frente frío comenzará a posicionarse sobre el sur de la región pampeana, dando inicio a un proceso de activación de lluvias, chaparrones y tormentas. En esta etapa inicial, los eventos serán puntuales y de distribución irregular, pero marcarán el comienzo de un período meteorológico más activo.
Durante el sábado y el domingo, el sistema frontal avanzará hacia el centro y el norte del país, intensificando los fenómenos asociados. La combinación entre el aire frío en avance y la masa de aire cálido y húmedo previamente instalada potenciará el desarrollo de tormentas de variada intensidad en amplias zonas del país.
Las áreas con mayor probabilidad de verse afectadas incluyen la región pampeana, Cuyo, el Litoral, el NEA y sectores del NOA. En estos lugares no se descartan tormentas localmente fuertes, con abundante caída de agua en cortos períodos, ráfagas intensas de viento, actividad eléctrica frecuente y, de manera aislada, caída de granizo.
Según las proyecciones actuales, el noreste argentino sería la región más comprometida. Provincias como Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones y el norte de Santa Fe podrían registrar acumulados de lluvia muy significativos, con valores puntuales que podrían superar los 100 milímetros.
Esta situación obliga a un seguimiento cercano, especialmente en zonas vulnerables a anegamientos e inundaciones temporarias.

Una vez que el frente frío complete su desplazamiento hacia el norte del país, entre el domingo y el lunes, se producirá un cambio marcado en las condiciones atmosféricas. La rotación del viento al sector sur permitirá el ingreso de una masa de aire más fría y seca.
Este recambio de aire traerá aparejado un descenso térmico significativo en gran parte del territorio nacional, poniendo fin al período de temperaturas extremas. Las máximas se ubicarán en valores más acordes a la época del año y las mínimas también mostrarán un alivio, especialmente en la región central.
Además del descenso térmico, se espera una mejora gradual de las condiciones del tiempo, con una tendencia a la estabilización detrás del frente frío.