Con una ausencia de definición concreta por parte de los expertos, internet se adentra en una nueva etapa evolutiva que da paso a la aparición de la Web 3.0 o Web3. Al tratarse de un proceso que se encuentra en su primera instancia de aparición, las percepciones sobre este fenómeno son diversas.
Evolución presente
Web3: el internet del futuro y los cambios que podría traer
Al igual que ha ocurrido durante su propia historia, su estructura y esencia se han ido modificando de forma constante. El rol protagónico de los usuarios tiende a crecer cada vez más.
El consenso mayor conlleva a la idea de que es la tercera etapa del proceso de cambio de internet, donde los usuarios asumen una función directa en la administración y producción de la información.
Las primeras dos serían la Web 1.0, caracterizada por sitios estáticos, con pocas aplicaciones y interacción limitada o casi nula. La Web 2.0 está conformada por elementos que hoy en día son cotidianos: redes sociales, páginas confeccionadas en comunidad como Wikipedia y una sobrecarga de contenidos.
Esta corriente va de la mano del crecimiento en el desarrollo de inteligencias artificiales, que toman un rol cada vez más protagónico en la elección de los contenidos presentados a cada usuario según sus supuestos intereses e interacciones.
El cambio, que no será rotundo ni repentino, apunta a la posibilidad de una internet ”semántica” que interprete con mayor facilidad las necesidades de los usuarios sin caer en banalidades y el interés de las empresas que están a cargo de su administración (caso Google o Facebook).
La mirada de Elon Musk y la relación con la blockchain
Las perspectivas para analizar la Web3 coinciden en la mayoría de los puntos descritos, pero en el caso del análisis del multimillonario y polémico empresario Elon Musk, aparece otro factor clave.
Una de las premisas de esta nueva etapa evolutiva destaca la posibilidad de una web descentralizada, es decir, que la administración no recaiga en la empresas y quede en mano de los mismo usuarios.
Musk hace referencia a una nueva Internet descentralizada y sin dueño, gestionada por vías similares a las que poseen las criptomonedas: la blockchain. Esto permitiría una navegación más segura y encriptada, huyendo de los miedos sobre el comercio de datos o la filtración de información privada.
Yendo un poco más adelante en la posibilidad de que este cambie se concrete de forma efectiva y atraviese a todas las personas dentro del mundo virtual, el fundador de Tesla asegura que aún “no es real” y que habrá que esperar décadas.
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