Advierten que los Moáis de Isla de Pascua podrían quedar bajo el mar en 2080
Un estudio asegura que para esa fecha el nivel del agua habrá aumentado lo suficiente como para inundar la plataforma ceremonial de Ahu Tongariki, una zona esencial para la identidad del pueblo Rapa Nui y la economía isleña.
Los moáis representan ancestros y jefes de la comunidad Rapa Nui.
A finales de siglo, el aumento del nivel del mar podría amenazar con inundar el lugar donde se encuentran algunas de las figuras moáis -estatuas monolíticas humanoides- más icónicas de la Isla de Pascua (también llamada Rapa Nui), según un reciente estudio publicado en el Journal of Cultural Heritage.
"El aumento del nivel del mar es real. No es una amenaza lejana", afirma el autor principal, Noah Paoa, originario de Rapa Nui, un territorio insular situado en el océano Pacífico que es administrado por Chile y que es reconocido como Patrimonio Mundial de la Unesco.
Los quince de Ahu Tongariki. Larisa Blinova/Zoonar
"La cuestión fundamental no era si el lugar se vería afectado, sino cuándo y con qué gravedad", declara el investigador, en un comunicado de la Universidad de Hawái, en Manoa.
Paoa y sus colegas construyeron un "gemelo digital" de alta resolución de la costa oriental de la isla, y ejecutaron modelos computacionales para simular futuros impactos de las olas bajo distintos escenarios de aumento del nivel del mar.
Los científicos superpusieron los resultados con mapas de sitios culturales para identificar cuáles podrían quedar inundados en las próximas décadas, llegando a la conclusión de que las olas podrían alcanzar Ahu Tongariki, la mayor plataforma ceremonial de la isla, tan pronto como en 2080.
Amenaza crítica
El hallazgo "proporciona los datos específicos y urgentes necesarios para incentivar el debate y la planificación de la comunidad para el futuro", asegura Paoa. En el sitio de Ahu Tongariki se encuentran posicionados quince imponentes moáis que cada año atraen a decenas de miles de visitantes, un pilar esencial para la economía turística local.
Pero más allá del valor económico, este lugar situado en un parque nacional que abarca gran parte de la isla, está profundamente entrelazado con la identidad cultural de sus habitantes.
Los moáis fueron erigidos entre los siglos X y XVI.
"Esta investigación revela una amenaza crítica para la cultura viva y el sustento de Rapa Nui. Para la comunidad, estos sitios son una parte esencial de la reafirmación de la identidad y apoyan la revitalización de las tradiciones", agrega el investigador.
El pueblo Rapa Nui (o rapanui) construyó entre los siglos X y XVI aproximadamente unas 900 estatuas moáis que se encuentran repartidas por toda la isla y que representan importantes ancestros y jefes de la comunidad. La amenaza de los moáis no es inédita.
En 1960, el mayor terremoto registrado en la historia -con una magnitud de 9,5 frente a las costas de Chile-, provocó un tsunami en el Pacífico que golpeó la isla y arrastró tierra adentro a moáis ya derribados, dañando algunas de sus formas.
Reforzar la costa y construir rompeolas
Las defensas posibles para Ahu Tongariki van desde reforzar la costa y construir rompeolas hasta reubicar los monumentos. Paoa espera que los hallazgos generen estas conversaciones ahora, y no después de daños irreversibles.
"Desgraciadamente, desde un punto de vista científico, los resultados no son sorprendentes. Sabemos que el aumento del nivel del mar supone una amenaza directa para las costas de todo el mundo", apunta el autor principal.
"Lo mejor es anticiparse y ser proactivos, en lugar de reaccionar a las posibles amenazas", añade. Aunque el estudio se centra en Rapa Nui, sus conclusiones abarcan sitios de patrimonio cultural en todo el mundo, con lugares que están cada vez más amenazados por la subida del mar.
"Nuestra investigación en Rapa Nui sirve de modelo vital, demostrando cómo podemos utilizar la ciencia para prever los riesgos que corren los lugares sagrados, como los heiau costeros y los cementerios ancestrales", concluye Paoa. Un informe de la Unesco publicado el mes pasado concluyó que unos cincuenta sitios de Patrimonio Mundial están altamente expuestos a inundaciones costeras.
Más de novecientos
En idioma rapanui o pascuense moái significa "escultura". Los más de novecientos moáis conocidos esculpidos por los antiguos rapa nui están distribuidos por toda la Isla de Pascua.
La mayoría de ellos fueron labrados en toba del cráter volcánico Rano Raraku, donde quedan más de cuatrocientos moáis en diferentes fases de construcción. El período histórico del desarrollo de las diversas técnicas constructivas se extendió del año 700 d.C. al 1600 d.C., y todo indica que la cantera fue abandonada repentinamente, quedando estatuas a medio labrar en la roca.
Prácticamente todos los moáis terminados, originalmente situados sobre una plataforma o altar ceremonial, llamada ahu en idioma rapanui, fueron posteriormente derribados por los isleños nativos en el período siguiente al cese de la construcción, en el siglo XV.
Desde 1956 unos pocos de ellos han sido restaurados. En un principio, estas estatuas gigantes llevaban también unos copetes o moños de piedra roja de más de diez toneladas llamados pukao, que se extraían del cráter de Puna Pau. Una vez tallado el mismo, debía ser elevado hasta la debida altura para colocarlos sobre las cabezas.
Con la restauración del ahu Nau-Nau en la playa de Anakena en 1978, se descubrió que, en las cavidades oculares, solían colocarse placas de coral a modo de ojos. Estas fueron retiradas, destruidas, enterradas o arrojadas al mar, en donde también se han encontrado. Esto concuerda con la teoría de que los mismos pobladores los derribaron, quizás durante guerras tribales.
(*) Nota original de José Urrejola, con información de la Universidad de Hawái y el Journal of Cultural Heritage.
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