Juan Manuel Atondo, de 36 años y oriundo de Adrogué, protagoniza una historia que conmovió a las redes: encontró un viejo cassette VHS en una caja olvidada y, al digitalizarlo, escuchó por primera vez la voz de su madre, que murió cuando él tenía apenas dos años.
Inesperado hallazgo
Perdió a su mamá a los 2 años y encontró un VHS con su voz después de 34 años
Tras años sin poder recordarla, Juan Manuel Atondo halló en un VHS la grabación de su madre fallecida, lo que le permitió conocer sus gestos y escuchar su voz por primera vez.
El hallazgo que cambió todo
En vísperas de mudarse a Alemania con su pareja, Juan Manuel decidió organizar la casa familiar. Fue durante esas tareas que halló una caja olvidada en el quincho, junto con una carta manuscrita y un VHS.
Lo más sorprendente fue que aquella cinta albergaba videos de su infancia temprana: grabaciones de su nacimiento y sus primeros meses de vida, con su madre, Graciela Parón, interactuando con él.
Su padre, quien había criado a Juan Manuel solo después de la muerte de su esposa, no le había contado sobre la existencia de esos registros. El dolor por su partida lo había bloqueado: nunca habló de ellas.
Al digitalizar la cinta, Juan Manuel pudo ver gestos, movimientos, miradas y escuchar su voz por primera vez en más de tres décadas. “Logré conocer sus gestos, su forma de amarme”, dijo en un video que luego compartió en TikTok.
Reconectar con el pasado
Para él, el hallazgo representó mucho más que imágenes: era un reencuentro con su historia personal, con un vínculo perdido por la muerte prematura. En sus propias palabras, el video fue “un tesoro documental” que le permitió romper un silencio interior y reconectar con su figura materna.
No sólo recuperó la voz de su madre, sino también escenas familiares que apenas conocía: encuentros con sus abuelos y otros familiares que ya no están.
El video no permaneció solo en su esfera privada. Decidió compartir parte de esa intimidad en TikTok, donde su historia rápidamente se viralizó, generando una ola de empatía.
Además del valor emocional, hay un reconocimiento profundo hacia su padre, quien, a pesar del dolor, lo crió solo y nunca consideró darlo en adopción. “Siempre fue un guerrero”, dijo Juan Manuel, destacando la fortaleza de su progenitor.
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