Un nuevo informe de la Administración de Control de Drogas (DEA), perteneciente al Departamento de Justicia de los Estados Unidos, asegura que los cárteles de Sinaloa y Jalisco ya poseen control total de varios puertos en México.
Sinaloa y Jalisco se disputan parte del frente Pacífico. El informe indica el método de ingreso de la droga a Estados Unidos.
Un nuevo informe de la Administración de Control de Drogas (DEA), perteneciente al Departamento de Justicia de los Estados Unidos, asegura que los cárteles de Sinaloa y Jalisco ya poseen control total de varios puertos en México.
Tanto en la costa del Pacífico, frente de mayor peso para estas bandas delictivas, como así también en el Golfo de México, la droga se apoderó de las aduanas marítimas.
El “Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024” fue publicado en la segunda semana de mayo y también posee detalles respecto al método de ingreso de la droga a Estados Unidos, los números de secuestro del estupefaciente y el nivel de peligrosidad de cada uno.
En lo que respecta al control de los puertos, la DEA es directa en el documento y afirma que el Puerto de Mazatlán en la costa pacífica de Sinaloa está totalmente controlado por el Cártel homónimo, agregando que además se “cobra un piso a otras organizaciones narcotraficantes por el uso del puerto”, lo que amplía el espectro delictivo.
El informe de la DEA indica que “el Cártel de Sinaloa mantiene contactos logísticos gubernamentales corruptos en otros puertos marítimos de ambas costas de México”.
“Una larga historia de alianzas con organizaciones narcotraficantes que operan en Colima le dan al Cártel de Sinaloa acceso al Puerto de Manzanillo, estratégicamente significativo debido a su ubicación en la costa central del Pacífico y su alto volumen de tráfico marítimo debido al uso generalizado del puerto por parte de extranjeros. países para intercambiar bienes comerciales legítimos con México y repostar”, detalla en documento.
Previamente, se remarca la relevancia de los puertos como partes críticas de la infraestructura criminal, debido a que los precursores químicos tienen que llegar a México antes de que puedan usarse para producir fentanilo y metanfetamina, y la cocaína sudamericana debe llegar a suelo mexicano antes de que los cárteles puedan traficarla a través de la frontera hacia Estados Unidos.
Desde el gobierno estadounidense nombran luego al Puerto de Manzanillo, detonante de la tensión con el Cártel de Jalisco al ubicarse a pocos kilómetros hacia el sur del territorio de esta banda.
Sobre el CJNG se destaca que de la mano de su líder Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’, lograron acceder a negocios en los 50 estados de EE.UU. Mientras que por el lado de los de Sinaloa, se remarca la división en cuatro facciones: Los Chapitos (los hijos Iván y Alfredo), Ismael “El Mayo” Zambada-Garcia, Aureliano “El Guano” Guzman-Loera y Rafael Caro-Quintero.
La DEA también culpa a “numerosas empresas de transporte cómplices” que “trabajan con Sinaloa para transportar drogas ilícitas y precursores químicos desde los puertos a la Ciudad de México y otros lugares del interior”.
Anne Milgram, administradora de la DEA, reafirmó: "En el centro de la crisis de las drogas sintéticas se encuentran los cárteles de Sinaloa, Jalisco y sus asociados”. En palabras de la titular, el organismo "seguirá utilizando todos los recursos disponibles para atacar estas redes y salvar vidas estadounidenses".
En una de las contrapartes, Claudia Sheinbaum Pardo, candidata presidencial oficialista de Morena, Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuestionó la veracidad de esta evaluación.
Sheinbaum declaró: “Hay que ver cómo, cuál es el sustento, no es la primera vez que la DEA hace informes que no tienen sustento. Hay que ver el sustento de este informe antes de dar una opinión”.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.