La tensión en Europa del Norte se elevó al máximo este sábado tras el avistamiento de drones de origen desconocido sobre la Base Aérea de Karup, la mayor instalación militar de Dinamarca, durante la noche del viernes.

Este incidente es el último de una serie que las autoridades danesas han calificado de "ataque híbrido sistemático" y el más grave contra la infraestructura crítica del país.

La tensión en Europa del Norte se elevó al máximo este sábado tras el avistamiento de drones de origen desconocido sobre la Base Aérea de Karup, la mayor instalación militar de Dinamarca, durante la noche del viernes.
Este incidente es el último de una serie que las autoridades danesas han calificado de "ataque híbrido sistemático" y el más grave contra la infraestructura crítica del país.
La policía local confirmó que "se avistaron uno o dos drones fuera de la base aérea y sobre ella", aunque los aparatos no fueron derribados.
Las fuerzas de seguridad y el ejército están colaborando estrechamente en la investigación para determinar la procedencia y el objetivo de estos vehículos aéreos no tripulados (VANT).

La base de Karup, que comparte sus pistas con el aeropuerto de Midtjylland, tuvo que cerrar brevemente, sumándose a los cierres temporales de varios aeropuertos civiles y militares en el país nórdico desde el lunes.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, no se anduvo con rodeos. El jueves, en referencia a esta forma de guerra no convencional que combina ciberataques, desinformación y sabotaje, afirmó que Dinamarca es "víctima de ataques híbridos" y señaló directamente a Moscú.
"Hay un país que representa una amenaza para la seguridad de Europa, y ese país es Rusia", declaró, aunque Moscú ha negado "firmemente" cualquier implicación, tildando los hechos de "provocación puesta en escena".
Por su parte, el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, denunció que se trata de una operación "sistemática" causada por un "actor profesional", mientras que el Servicio de Seguridad e Inteligencia (PET) danés ha advertido que el riesgo de sabotaje ruso en el país es "alto".
Un elemento explosivo en la investigación es la cercanía de un buque de guerra ruso, el Alexander Shabalin, que según medios locales se encontraba a tan solo 12 kilómetros de la costa danesa en el momento de los incidentes, aunque navegaba en aguas internacionales.
La policía ha confirmado que el tráfico marítimo forma parte de las pesquisas.
Los cierres y avistamientos en Dinamarca coinciden con incidentes similares en otros países europeos, lo que refuerza la percepción de una amenaza coordinada en el flanco oriental y norte de la OTAN:
Noruega reportó incidentes con drones en el aeropuerto de Oslo, llegando a detener a una persona de origen extranjero que operaba un VANT cerca de una terminal aérea.
A principios de septiembre, se denunciaron incursiones de drones en el espacio aéreo de Polonia y Rumania.
Las tensiones se agudizaron el 19 de septiembre, cuando Estonia denunció que tres cazas rusos violaron su espacio aéreo, siendo interceptados por patrullas de la OTAN.
El ministro de Justicia danés, Peter Hummelgaard, reconoció que estos ataques buscan "sembrar el miedo, crear divisiones y asustarnos" y la primera ministra Frederiksen anticipó que la amenaza de la guerra híbrida no desaparecerá.

El gobierno danés ha prometido reforzar las capacidades antidrones en las infraestructuras críticas, una medida que otros países de la Alianza Atlántica se apresuran a adoptar ante la demostrada vulnerabilidad frente a los ataques de bajo costo y alto impacto psicológico que representan los drones.
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