Un total de 125 sospechosos de pertenecer al grupo terrorista Estado Islámico (EI) fueron arrestados este miércoles en Turquía, en el marco de una serie de operativos coordinados a nivel nacional.

Las fuerzas de seguridad turcas detuvieron este miércoles a otros 125 presuntos integrantes del Estado Islámico en 25 provincias del país. Las autoridades mantienen un fuerte operativo de prevención ante posibles atentados durante las celebraciones de Año Nuevo, en un contexto de máxima alerta yihadista.

Un total de 125 sospechosos de pertenecer al grupo terrorista Estado Islámico (EI) fueron arrestados este miércoles en Turquía, en el marco de una serie de operativos coordinados a nivel nacional.
Así lo informó el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, quien precisó que las detenciones se realizaron “en operaciones simultáneas llevadas a cabo esta mañana en 25 provincias” de las 81 que conforman el país.
Según las autoridades, los detenidos estarían implicados en la planificación de posibles ataques durante las celebraciones de Año Nuevo. Con estos arrestos, el número de personas capturadas en la última semana por su presunta vinculación con el EI asciende a casi 600.
La ofensiva de seguridad se profundizó luego del tiroteo registrado el lunes pasado en una localidad de la provincia de Yalova, a unos 100 kilómetros al sur de Estambul, donde murieron tres policías y seis presuntos yihadistas durante un enfrentamiento armado.

Un día antes, el ministro Yerlikaya había informado la detención de 357 sospechosos en operativos desarrollados en distintos puntos del país, con un foco especial en Ankara y Estambul, donde fueron arrestadas 127 personas.
Las autoridades señalaron que las acciones responden a informes de inteligencia que alertaban sobre la preparación de atentados coordinados.
Ante el riesgo de ataques, el Gobierno turco dispuso un amplio despliegue de fuerzas de seguridad para las festividades de fin de año.
La Oficina del Gobernador de Ankara anunció que más de 20.000 efectivos de la Policía y la Gendarmería serán desplegados en más de 640 puntos estratégicos de la capital. En Estambul, el operativo incluirá a unos 50.000 agentes.

La vigilancia reforzada tiene un antecedente clave: en la madrugada del 1° de enero de 2017, un atacante vinculado al Estado Islámico asesinó a 39 personas en una discoteca de Estambul. Desde entonces, Turquía incrementa de manera sistemática las medidas de seguridad durante estas fechas.
Con una frontera de más de 900 kilómetros con Siria, donde el EI mantiene presencia activa, las autoridades turcas temen infiltraciones y células durmientes. Por ese motivo, el país permanece en estado de alerta máxima, con operativos preventivos que buscan neutralizar cualquier amenaza antes de que se concrete.