Hallaron muerta en una maleta a una niña de 12 años: relacionan el hecho con el tráfico de órganos

Entre la escuela secundaria Georges Brassens y el edificio residencial Manin, en un barrio del noroeste de París, hay 190 metros, dos minutos a pie, el trayecto que hacía todos los días Lola Daviet, de 12 años. En esos dos minutos, sin embargo, algo sucedió el viernes por la tarde.

Una joven años se acercó a la pequeña: las imágenes de la cámara de vigilancia las muestran a ambas en el hall de entrada del edificio donde vivía Lola con su hermano y sus padres, que trabajan como conserjes de un edificio cercano, justo al lado de la escuela.

A las 15:20 horas fue la última vez que se la vio con vida en las cámaras de seguridad. Tras horas de investigación, a las 23.20 horas del viernes su cuerpo fue encontrado en una maleta de plástico, a pocos metros, en el patio del edificio. Brazos y piernas atados, heridas profundas en la garganta, la cabeza casi desprendida del cuerpo. Los dígitos "1" y "0" colocados sobre el torso. Según la autopsia, la niña murió por asfixia.

Por este crimen atroz la Policía detuvo a ocho personas en París y Bois-Colombes, en los suburbios del oeste, a 10 kilómetros del residencial Manin. Entre ellos está la principal sospechosa, la chica captada por la cámara de vídeo del edificio. Podría tratarse de un asesinato relacionado con el tráfico de órganos: en un momento dado, la joven supuestamente ofreció "mucho dinero" a un transeúnte para que la ayudara a transportar la maleta, y hablaba de tráfico de órganos.

Fue con la maleta a una panadería

"La vimos entrar sola al edificio", relata uno de los testigos, "luego salió, media hora después. Tenía una maleta grande, muy pesada, pidió a todo el que se encontraba que la ayudara a cargarla. Debía de tener 20 años y la cara llena de maquillaje. En un momento dado dejó la maleta frente a un café, iba y venía, entraba y salía, nos preguntábamos qué había dentro pero nunca hubiéramos pensado en un cuerpo. Luego fue a la panadería de enfrente del café a comprar un croissant, volvió como si nada, se la veía un poco inestable".

Mientras tanto, el padre buscaba a Lola, alarmado por no verla después de salir de la escuela a las 15.00 horas. La niña llegó hasta el edificio y a las 15.20 horas estaba en el pasillo, pero nunca llegó a su casa.

Mientras su madre, Delphine, se dirigía a la comisaría de policía, su padre hizo que le mostraran el vídeo de vigilancia. Un vecino que vio las imágenes con él ha relatado a medios franceses que "la mujer hacía un gesto como para decirle que viniera, pero a Lola no se la veía nada tranquila. Entendimos que estaba pasando algo que no era normal". El viernes por la tarde, para ayudar en la investigación, Delphine Daviet publicó una foto de Lola y la sospechosa en redes sociales

La policía preguntó a los transeúntes y vecinos, uno de ellos reveló que una chica le había pedido ayuda para cargar una caja muy pesada en un coche Dacia Lodgy, pero que él se negó. Sería un vagabundo quien localizara la maleta en el patio del edificio a las 23.20 horas. La policía investiga si el hecho está verdaderamente relacionado con el tráfico de órganos o el motivo del asesinato habría sido otro.