El exlíder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, conocido por su brutalidad y temido por su apodo “El Matamigos”, ha sido liberado de una prisión federal en Indiana, Estados Unidos, este viernes 30 de agosto.
Por buena conducta, “El Matamigos” y fundador de Los Zetas, está libre tras purgar solo 17 de 25 años en una prisión de Indiana.
El exlíder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, conocido por su brutalidad y temido por su apodo “El Matamigos”, ha sido liberado de una prisión federal en Indiana, Estados Unidos, este viernes 30 de agosto.
Cárdenas, de 57 años, cumplió solo 17 de los 25 años a los que fue sentenciado en 2010 por una serie de delitos graves relacionados con el narcotráfico y el lavado de dinero. Su liberación ha generado controversia y confusión tanto en Estados Unidos como en México, donde Cárdenas enfrenta varias acusaciones pendientes.
La liberación fue confirmada por el Buró Federal de Prisiones (BOP), que detalló que el exlíder del cártel del Golfo se encuentra ahora bajo la custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Sin embargo, hasta el momento, no se ha informado si Cárdenas será deportado a México, donde podría enfrentar nuevos cargos, o si permanecerá en Estados Unidos bajo un régimen de libertad supervisada.
La noticia de su liberación había sido anticipada por el periodista mexicano Humberto Padgett en julio de 2024, quien advirtió que el narcotraficante, a quien calificó como uno de los más peligrosos y sanguinarios de México, podría salir en libertad antes de cumplir la totalidad de su condena. Padgett indicó que la liberación sería un golpe significativo en la lucha contra el narcotráfico, dada la influencia y el historial violento de Cárdenas.
Osiel Cárdenas Guillén fue extraditado a Estados Unidos en 2007, donde enfrentó cargos que incluían conspiración para poseer y distribuir grandes cantidades de cocaína y marihuana, conspiración para lavar dinero, y amenazas de asesinato contra agentes federales estadounidenses.
El proceso judicial que culminó en su sentencia a 25 años de prisión fue un hito en la cooperación entre Estados Unidos y México en la lucha contra el narcotráfico.
Durante su liderazgo en el Cártel del Golfo, Cárdenas fue responsable de la creación de Los Zetas, un grupo paramilitar inicialmente compuesto por exmiembros de las fuerzas armadas mexicanas, que se encargó de la seguridad del cártel y que rápidamente se convirtió en una de las organizaciones criminales más violentas de México.
Bajo su mando, el cártel controló rutas clave de tráfico de drogas desde México hacia Estados Unidos, acumulando millones de dólares en ganancias ilegales.
El FBI documentó que entre 2000 y 2001, más de 2.000 kilogramos de cocaína vinculados directamente a Cárdenas fueron incautados por las autoridades estadounidenses. En un período de solo tres meses y medio en 2001, el Cártel del Golfo generó más de 41 millones de dólares en ganancias gracias al tráfico de drogas, según los registros federales.
La condena de Cárdenas en 2010 fue vista como una victoria significativa en la guerra contra las drogas, pero su liberación anticipada reaviva el debate sobre la efectividad de las sentencias y las negociaciones judiciales en casos de narcotráfico.
Aunque su liberación ha sido confirmada, el destino de Osiel Cárdenas Guillén sigue siendo incierto. El BOP no ha revelado detalles sobre su paradero exacto o si será deportado a México.
Expertos señalan que podría permanecer en Estados Unidos bajo un régimen de libertad supervisada, lo que podría implicar ciertas restricciones y vigilancia por parte de las autoridades estadounidenses.
La liberación de Cárdenas ha causado preocupación en México, donde algunos temen que pueda intentar retomar su papel en el narcotráfico. Sin embargo, el panorama ha cambiado drásticamente desde su detención, con nuevos líderes y facciones en el Cártel del Golfo y Los Zetas, lo que podría limitar su capacidad para influir en el escenario actual.
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