El papa León XIV pidió paz para Ucrania y Mozambique
En la tradicional oración dominical, el sumo pontífice recordó a los pueblos golpeados por la violencia y pidió no olvidar a quienes sufren en Cabo Delgado y en Ucrania. Además, alentó a mantener viva la esperanza en medio de los conflictos y saludó a peregrinos que viajaron a Roma.
El papa León XIV dirigió su mensaje desde la Plaza de San Pedro ante miles de peregrinos. Foto: Vatican News
El papa León XIV renovó este domingo su llamado a la paz y la solidaridad. Lo hizo desde la Plaza de San Pedro, en Roma, donde miles de fieles se congregaron para escuchar su mensaje. Con palabras simples, pero cargadas de fuerza espiritual, pidió no olvidar a quienes sufren las consecuencias de la guerra y la violencia.
El pontífice expresó su cercanía con la población de Cabo Delgado, en Mozambique, donde la violencia armada forzó a miles de personas a abandonar sus hogares. “Rezo por ellos y por la esperanza de que los responsables logren restablecer la seguridad y la paz en ese territorio”, afirmó.
En su discurso, también mencionó a Ucrania, un país que atraviesa una guerra prolongada que ya dejó un saldo devastador. Recordó la jornada de oración y ayuno convocada recientemente por la Iglesia y agradeció la participación de comunidades de todo el mundo.
“Invito a la comunidad internacional y a todos los creyentes a no acostumbrarse al sufrimiento de los pueblos golpeados por la violencia”, subrayó León XIV, en una advertencia que sonó tanto espiritual como política.
Fieles en el Vaticano escucharon el llamado a rezar por Ucrania y Mozambique.
Un llamado que cruza fronteras
La provincia de Cabo Delgado vive desde hace más de cinco años un escenario de inseguridad marcado por ataques armados. Naciones Unidas advirtió que más de un millón de personas fueron desplazadas y que la ayuda humanitaria no logra cubrir las necesidades básicas.
El Papa pidió a los fieles mantener en la memoria a esas familias que hoy sobreviven en condiciones extremas. “No se trata solo de estadísticas. Son rostros, nombres y vidas que esperan volver a la paz”, dijo.
En paralelo, Ucrania continúa siendo epicentro de una guerra que desgasta a su población. La iniciativa “oración mundial por Ucrania” reunió a parroquias y comunidades religiosas de distintos continentes en una jornada de ayuno y plegaria. El pontífice destacó esa respuesta como un signo de esperanza.
El gesto del Papa fue interpretado como una señal de que la Iglesia no abandona su papel de mediadora moral frente a los grandes conflictos internacionales. Aunque sus palabras no cambien los hechos de un día para otro, mantienen viva la presión sobre la diplomacia y el deber de recordar lo esencial: la paz es posible.
El papa pidió no olvidar a los pueblos que sufren en Cabo Delgado y en Ucrania.
Fe, esperanza y comunidad
En un tono más festivo, León XIV saludó a distintos grupos que viajaron hasta el Vaticano. Entre ellos, la Banda Musical de Gozzano, colectivos parroquiales de ciudades italianas como Bellagio, Vidigulfo y Carbonia, y un nutrido grupo de ciclistas llegados desde Rovato y Manerbio.
El Papa se mostró emocionado al recibir a los fieles de la Vía Lucis, un itinerario espiritual que recorre distintas comunidades. “Ustedes son testigos de que la fe no se vive en soledad, sino en camino compartido”, expresó.
El mensaje concluyó con un pedido a los presentes: rezar no solo por quienes sufren en lugares lejanos, sino también por quienes en cada comunidad cargan con dolores invisibles. La invitación fue a mantener la esperanza como un puente entre los pueblos.
Con más de una hora de duración, la jornada dominical fue un nuevo capítulo en el esfuerzo del pontífice por mantener en la agenda internacional la urgencia de la paz.
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