Perú recuperó los cuerpos de una familia asesinada por la Marina en 1984
Las autoridades peruanas exhumaron los restos de ocho personas que formaban parte de una misma familia, víctimas de una masacre perpetrada por la Marina de Guerra en 1984 durante el conflicto armado interno.
Perú recuperó los cuerpos de una familia asesinada por la Marina en 1984. Crédito: @FiscaliaPeru
Durante cuatro días, un equipo integrado por la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad y expertos forenses trabajó en la recuperación de restos óseos humanos en dos fosas contiguas en el paraje Ayamachay, ubicado en la comunidad de Unión de Minas, provincia de La Mar, región Ayacucho.
La operación se desarrolló entre el 7 y el 10 de agosto de este año y contó con la presencia de familiares y testigos.
Los restos fueron hallados dispersos, sin orden anatómico, y en mal estado debido a la intervención de la fauna local. A pesar de ello, los indicios físicos y testimoniales permitieron realizar una identificación preliminar de las víctimas.
Las víctimas: una familia completa. Crédito: @FiscaliaPeru.
Las víctimas: una familia completa
Según los datos recabados por el Ministerio Público, las víctimas serían Mariano Amao Gutiérrez, su esposa Elena Limaquispe Vargas —quien estaba embarazada—, y sus seis hijos, cuyas edades oscilaban entre los 2 y los 15 años. La ejecución habría ocurrido el 8 de noviembre de 1984, en plena etapa crítica del conflicto armado interno que vivió el país entre 1980 y 2000.
Se trató de una acción directa de las fuerzas estatales, en este caso miembros de la Marina de Guerra del Perú, en el marco de una política represiva contra poblaciones acusadas, muchas veces sin pruebas, de colaborar con grupos subversivos como Sendero Luminoso.
Ayacucho fue uno de los departamentos más golpeados durante la violencia política que enfrentó al Estado peruano con organizaciones guerrilleras. La Comisión de la Verdad y Reconciliación estimó que cerca de 69.000 personas murieron o desaparecieron durante el conflicto, con un altísimo número de víctimas civiles.
Este hallazgo no es un hecho aislado: apenas el mes pasado se entregaron los restos de otras ocho personas también asesinadas en el mismo contexto y zona geográfica. En muchos casos, se trató de ejecuciones sumarias contra familias enteras, acusadas sin pruebas y silenciadas durante décadas.
Los cuerpos recuperados serán trasladados al laboratorio forense. Crédito: @FiscaliaPeru
Justicia y reparación
Los cuerpos recuperados serán trasladados al laboratorio forense para su análisis, identificación definitiva y posterior entrega a sus familiares. Esta labor forma parte de un proceso más amplio de justicia transicional que busca reparar, aunque sea simbólicamente, el daño causado a miles de personas en el país.
Las autoridades destacaron la importancia de estos procedimientos como parte del derecho a la verdad de las víctimas y sus familiares, quienes esperan desde hace más de 40 años poder cerrar el duelo.
El hallazgo de los restos de la familia Amao Limaquispe no sólo recupera fragmentos óseos, sino también parte de la memoria colectiva de un país que aún enfrenta las secuelas de su pasado violento. Cada cuerpo exhumado es un testimonio que habla, una verdad que emerge y una deuda que lentamente comienza a saldarse.
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