Un corte de energía en San Francisco expuso una escena inesperada en plena calle: varios robotaxis de Waymo quedaron detenidos con balizas, trabando cruces e intersecciones y complicando el tránsito en distintos puntos de la ciudad. Los videos se viralizaron rápido y sumaron presión sobre el sistema de conducción autónoma.
El apagón ocurrió en su pico, dejó sin suministro a unas 130.000 conexiones, según reportes citados por medios estadounidenses. La falla se atribuyó a un incendio en una subestación de Pacific Gas & Electric (PG&E), y el impacto se sintió especialmente en el funcionamiento de los semáforos.
En ese contexto, los Waymo se “pararon en seco” en medio de la calzada, un comportamiento que en la nota de Computer Hoy se vincula a la ausencia de señales luminosas: allí se señala que el sistema “responde a luces y señales” como semáforos, y que al perder esa referencia los autos no pudieron continuar.
Ante la situación, Waymo informó que suspendió temporalmente su servicio de ride-hailing durante el apagón para priorizar la seguridad y garantizar el acceso de los equipos de emergencia, y luego comunicó que reanudaba la operación hacia el domingo por la noche. En paralelo, se mencionó que el motivo exacto de por qué se quedaron inmóviles no estaba del todo claro, con especulaciones sobre el apagado de semáforos y posibles problemas de conectividad en plena emergencia.
En medio de la discusión, Elon Musk aprovechó el episodio para marcar diferencias con su competidor y escribió en X que los robotaxis de Tesla “no se vieron afectados” por el corte. El contraste reavivó el debate sobre enfoques tecnológicos: mientras Tesla se apoya en cámaras e IA, Waymo combina sensores, cámaras y mapas detallados, una dependencia que puede volverse crítica cuando falla la infraestructura urbana.