María Agustina Arriola recuerda su infancia con cariño. Como hija única, el juego y la imaginación marcaron sus días, alimentados por películas, novelas y la influencia de su madre docente.

María Agustina Arriola recuerda una infancia colmada de imaginación y juego, impulsada por películas, novelas y la vocación docente de su madre. Su vínculo con el teatro comenzó casi por una casualidad que terminó marcando su rumbo artístico.

María Agustina Arriola recuerda su infancia con cariño. Como hija única, el juego y la imaginación marcaron sus días, alimentados por películas, novelas y la influencia de su madre docente.
Su acercamiento al teatro surgió por azar: al salir de una clase tomó un volante que promocionaba un taller de comedia musical. Se anotó sin pensarlo y ese impulso definió su camino artístico.