Jaroslav Hasek, novelista y periodista checo, conocido entre otros trabajos por su obra máxima, una sátira antimilitarista ambientada en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y publicada por entregas entre 1920 y 1923.
"Cómo encontré al autor de mi necrológica" es una recopilación de doce cuentos del escritor checo Jaroslav Hasek (1883-1923). La obra forma parte de un proyecto editorial que busca recuperar y traducir los relatos menos conocidos del autor, complementando títulos anteriores como "Historia del Partido del Progreso Moderado dentro de los Límites de la Ley" y "El buen soldado Svejk antes de la guerra". Estos cuentos, de carácter humorístico y en muchos de los casos autobiográficos, reflejan las diversas experiencias laborales y vitales de Hasek, quien a lo largo de su vida desempeñó múltiples oficios, desde redactor de una revista de zoología hasta empleado en una droguería.
Portada del libro de cuentos de Jaroslav Hasek. Gentileza
El relato que da título al libro,"Cómo encontré al autor de mi necrológica", presenta una situación absurda en la que el protagonista descubre a la persona que escribió su obituario mientras aún está vivo, evidenciando el estilo satírico y crítico del autor. La inversión de la lógica vital sirve como excusa para ironizar sobre la prensa literaria y la construcción pública de las identidades. Como en otros textos del volumen, el humor y el absurdo no funcionan como evasión, sino como modos de registrar una experiencia caótica del mundo moderno.
En comparación con "Las aventuras del buen soldado Svejk", su opus magnum, estos relatos breves permiten apreciar la capacidad de Hasek para condensar su sátira social y política en formatos más concisos, manteniendo su característico humor grotesco y su crítica a las instituciones. La presente publicación ofrece al lector una oportunidad de explorar facetas menos difundidas de su producción literaria, enriqueciendo la comprensión de su estilo y temáticas recurrentes. Su escritura participa de una genealogía que incluye a Jonathan Swift, Nikolái Gógol y Mark Twain, autores que también utilizaron la sátira para desarticular las formas hegemónicas del poder y del sentido común.
Como ellos, Hasek recurre a personajes ingenuos o desajustados para exponer la lógica interna del absurdo social. A diferencia de Franz Kafka -también checo y contemporáneo suyo-, cuyo absurdo es silencioso, existencial y concentrado en lo simbólico, el de Hašek es más charlatán, grotesco y abiertamente burlón, volcado hacia lo colectivo. En esa clave, su sátira se acerca más a la tradición carnavalesca centroeuropea, donde el sinsentido deja de ser una anomalía para convertirse en regla. Su muerte prematura, a los 39 años, interrumpió una carrera literaria única y dejó trunca una voz singular en la literatura del este europeo, cuya potencia apenas comenzaba a desplegarse con toda su dimensión. La traducción, notable, es de Montse Tutusaus.
+ INFO
"Cómo encontré al autor de mi necrológica", de Jaroslav Hasek. La Fuga Ediciones, España. Año 2019, 180 páginas.
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