Por Luis María Calvo


Por Luis María Calvo
Gastón Gori escribió que en la vocación de José Carmelo Busaniche (1910-1978) no había misterios que descifrar, todo era límpido y estaba determinada por "los dioses", era la "derivación lógica de un origen genealógico y de antiguas y modernas actuaciones de quienes… estuvieron comprometidos con los hechos gubernativos de Santa Fe". Y se preguntaba: "¿Cómo hubiera podido eludir o resistir la tentación de la tradición histórica de Santa Fe un hombre que se siente Santa Fe?"
En efecto, José Carmelo nació el 4 de mayo de 1910 en el seno de una familia de intelectuales vinculados a la vida pública santafesina. Algunos de ellos se habían dedicado a la investigación histórica: era sobrino de José Luis (1892-1959), historiador de trayectoria nacional, y de Julio A. (1878-1942), rector de la Universidad Nacional del Litoral y autor de un opúsculo sobre la fundación de Santa Fe. Su primo y contemporáneo Hernán (1914-1957) se dedicó a la historia de la arquitectura colonial. Era sobrino nieto de Ramón J. Lassaga (1858-1921), el primer historiador santafesino, y por si hiciera falta agregar otro vínculo premonitorio: su tatarabuelo Urbano de Iriondo (1798-1873) escribió unos "Apuntes para la historia de Santa Fe", texto precursor en el abordaje de la historia local.
Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio de la Inmaculada Concepción y en 1947 egresó de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral con el título de abogado. Ejerció funciones públicas: presidente del Cuarto Censo Escolar de la provincia (1937), secretario de Gobierno (1937-1938), subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública y Fomento (1941-1943) e interventor de la Dirección General de Escuelas Normales y Especiales (1942-1943). Entre 1957 y 1958 fue comisionado municipal de Santa Fe designado por el interventor federal en la provincia.
Sin embargo, su vocación fue la cátedra y la investigación histórica, especialmente la de la provincia de Santa Fe. Enseñó historia argentina en la Escuela Normal Nacional y en la Escuela Superior Nacional de Comercio, y en 1947 fue profesor fundador del Liceo Militar General Belgrano.
En la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral fue profesor de Derecho Público y de Derecho Constitucional, y profesor adjunto de Historia Constitucional. En 1966 se desempeñó como consejero directivo en la misma Facultad. El 14 de mayo de 1973 la Universidad Nacional del Litoral lo designó profesor honorario y como tal recibió un postergado homenaje en octubre de 1977.
En la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Rosario fue profesor de historia argentina y jefe de investigaciones; al abandonar la cátedra fue designado profesor honorario. En Rosario también fue profesor de Derecho de la Universidad Católica Argentina. En cuanto a su pertenencia institucional: fue miembro de número de la Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe y correspondiente de la Sociedad de Historia de Rosario. En octubre de 1972 se incorporó como académico correspondiente a la Academia Nacional de la Historia con una conferencia sobre "La erección de Santa Fe en provincia". También actuó como delegado de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.
Mientras ejercía la docencia, José Carmelo Busaniche se dedicó a la investigación histórica y publicó varios libros: "Vida y obra de Domingo Silva" (1937), "Santa Fe y la Revolución de Mayo" (1940), "Mariano Vera" (1941), "San Martín y el ideal de justicia" (1951). En 1977, en la revista Universidad, publicó "Antecedentes y creación de la Universidad Nacional del Litoral", un amplio y documentado trabajo no superado hasta ahora, que reseña con profusa y precisa información los orígenes de la Universidad. A la par, fue un prolífico autor de artículos de divulgación que aparecieron en los diarios La Prensa, La Capital y, especialmente, a partir de 1944 en el diario El Litoral de Santa Fe.
Teniendo como referencia "Tradiciones peruanas" (1872) de Ricardo Palma y "Tradiciones y Recuerdos" (1896), de su tío abuelo Ramón J. Lassaga, en 1946 Busaniche publicó una recopilación de algunos de esos artículos con el título "Hombres y Hechos de Santa Fe", que fue la primera de cuatro series. La segunda apareció en 1955 en la colección editorial de El Litoral; en 1970 la tercera fue publicada por Colmegna, mientras que en 1979, un año después de su muerte, Arcien publicó la cuarta. Las cuatro series registran el profundo conocimiento y el manejo que Busaniche tenía de los documentos del Archivo General de la Provincia y de las fuentes notariales y judiciales del período colonial conservadas en el Museo Etnográfico y Colonial.
En los artículos incluidos, dejando de lado la historia constitucional e institucional, temas de sus cátedras, Busaniche despliega referencias, a veces curiosidades, rescatadas de los documentos para poner en contexto episodios relacionados con la historia cotidiana y evocar a hombres y mujeres que vivieron en Santa Fe en época colonial o en el siglo XIX. Con una escritura amena y atrayente, da nueva vida a momentos de la historia menuda que revelan formas de pensar, de vivir y de actuar. Los títulos actúan como un imán: "La panadera enamorada", "El conde de las manos blancas", "La muerte del alarife", "Abogados muleros", "Un capitán de dos años", "El anclaje del marino", entre otros no menos coloridos.
En 1955, El Litoral anunciaba la Segunda Serie señalando que José Carmelo persistía "en su noble empeño esclarecedor de penetrar en la vida de los personajes y en la trama de los sucesos históricos hasta descubrirles su más honda intimidad". Por su parte, en 1979, en el prólogo de la Cuarta Serie, Gastón Gori dice que las páginas escritas por Busaniche "a menudo (van) vestidas de liviano para transferir la sagacidad del acierto sicológico y la erudición genuina" y agrega que en ellas habita "la placentera ironía de quien está por sobre muchas preocupaciones".
En "Hombres y Hechos de Santa Fe" se incluyen también trabajos en los que aborda acontecimientos de la historia provincial desde una perspectiva original y descontracturada, y estudios biográficos dedicados a José Crespo, fundador de la familia santafesina de su apellido; Gregoria Pérez, patriota que apoyó a Manuel Belgrano en tiempos de la revolución de Mayo; Francisco Javier de la Rosa, el santafesino singular que eligió la vida de eremita; o Mariano Vera, uno de los primeros gobernadores de la provincia en tiempos que Santa Fe luchaba para conquistar su autonomía.
En la Segunda Serie también incluye un estudio sobre la tradición de Cayastá como asiento fundacional de Santa Fe, en el que desarrolla más extensamente un trabajo que con el mismo título había publicado el año anterior avalando la autenticidad del sitio de Santa Fe la Vieja. Y en busca de la verdad histórica, sin eludir la polémica, da a conocer un revelador estudio sobre la filiación natural del brigadier Estanislao López.
José Carmelo Busaniche murió el 6 de septiembre de 1978, dejando una obra que refleja su riguroso compromiso con la historia. Carlos Pauli, un historiador más joven, recordaría con afecto y admiración los momentos compartidos en la sala de consultas del Archivo de la Provincia; en esas ocasiones, dice Pauli, sin proponérselo, José Carmelo enseñaba a descubrir "la vida concreta que latía en la gravedad esquemática de los documentos". José Carmelo eligió dedicarse a la historia pequeña del pasado local. Cuando alguien le preguntaba por qué no escribía sobre los grandes hechos siempre respondía: "Admiro el vuelo altivo del cóndor en las altas cumbres, pero, fiel a mi destino, prefiero el vuelo cortito, rasante al suelo provinciano, gozoso de mi destino de perdiz".
(*) Contenidos producidos para El Litoral desde la Junta Provincial de Estudios Históricos en el año de su 90° Aniversario (1935-2025).
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