Ángel Faretta ofrece una perspectiva innovadora sobre Alfred Hitchcock, uniendo la materialidad del cine con un análisis conceptual que redefine su legado fílmico.
Ángel Faretta, 72 años. Autor argentino destacado como poeta, traductor de poesía y narrador, entre otras facetas.
El escritor, teórico de cine y docente Ángel Faretta propone en "Hitchcock en obra" un estudio que combina precisión conceptual y una lectura minuciosa de la materialidad fílmica. El volumen reúne ensayos que revisitan la obra de Alfred Hitchcock (1899-1980) desde una perspectiva teórica consolidada a lo largo de décadas.
Portada del libro que refleja la dimensión formal, simbólica y conceptual de la obra de Alfred Hitchcock.
No es una guía cronológica ni una simple colección de artículos: es una indagación sistemática sobre cómo la composición, el montaje, el fuera de campo, la organización de los ejes visuales y la simetría estructural definen un pensamiento cinematográfico propio del director.
El aporte formal del volumen radica en su capacidad para vincular técnicas concretas con categorías estéticas amplias. Faretta no inventaría recursos; los relaciona con principios simbólicos, arquitecturas internas y operaciones de sentido.
Su método oscila entre la descripción detallada de secuencias y la elaboración conceptual, lo que permite mostrar cómo cada gesto formal incide en la lógica narrativa y visual del film. De este modo, la filmografía de Hitchcock aparece como un sistema coherente y en permanente variación.
El libro examina títulos esenciales como "Vértigo", "Lifeboat", "Rear Window", "The Birds", "Marnie" (donde la noción de "artificio expuesto" alcanza una formulación particularmente lúcida) y "Rope".
En todos los casos, la atención se concentra en la forma: cómo se administra la información en pantalla, cómo la mirada organiza la experiencia del espectador, cómo cada plano participa en la construcción de la tensión o la ambigüedad.
Faretta entiende que la relevancia histórica del director proviene de su capacidad para transformar esos procedimientos formales en un modelo narrativo que influyó tanto en el cine clásico como en buena parte del cine moderno.
Faretta introduce un giro metodológico, ya que desplaza el análisis tradicional -el de la revista Cahiers du Cinéma y el de críticos como Robin Wood, Miguel Marías, entre otros- hacia la estructura interna de las formas y su funcionamiento simbólico, narrativo y visual, sin recurrir a marcos ideológicos externos.
Su lectura nace de la lógica concreta de las imágenes y del montaje, lo que le otorga una objetividad poco frecuente. Pauline Kael privilegiaba la respuesta emocional y el ensayo personal (a menudo reduccionista); Leonard Maltin, una síntesis simplificada destinada al espectador general.
Frente a esas tradiciones, Faretta propone un modelo sistemático y original, capaz de vincular la materialidad del plano con un andamiaje conceptual que no distorsiona la película, sino que emerge de ella misma. Pocos estudios articulan con tal precisión la dimensión formal, simbólica y conceptual del cine de Hitchcock; del Hitchcock barroco.
La mirada de Faretta -que va más allá de la simple cinefilia y vuelve la filmografía hitchcockiana un corpus realmente revelador- permite entender la lógica interna que sostiene todo el universo del director. Cuesta imaginar un libro más pertinente para acceder a sus nudos de sentido.