El 26 de junio de 1987, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaraba que esa fecha sería recordada internacionalmente como el Día de la lucha contra "el uso indebido y tráfico ilícito de drogas", una forma, a su entender, de reforzar la acción y la cooperación para profundizar la guerra contra las drogas.
Mirá también26 de junio, Día Internacional de la Lucha contra las DrogasEn dicho contexto, desde hace una década distintas organizaciones de la Sociedad Civil hemos tomado esa fecha y la hemos resignificado, dándole una visión esencialmente humana a la problemática. Así nació la campaña mundial "Acompañe NO Castigue" que busca en todo el mundo visibilizar la realidad de los usuarios y las usuarias de sustancias, y la necesidad de rediscutir las políticas de drogas.
Realidad de usuarias y usuarios
En Argentina, usuarias y usuarios padecen la ley de drogas. Da vergüenza ajena que tengamos una ley que vulnera derechos. La ley, sancionada por el Congreso de la Nación en 1989 a pocos meses de asumido el presidente Carlos Menem y amparada por la doctrina de la "Guerra a las Drogas", solo significó -en verdad aún lo sigue siendo- una guerra a las personas.
Es una ley que avasalla los derechos de usuarias y usuarios sometiéndolos a distintas arbitrariedades, vejaciones y humillaciones, pero fundamentalmente despojándolos de derechos humanos básicos. No es una norma legítima. Esta ley persigue y margina, mostrando –paralelamente- una probada ineficacia en el control del crimen organizado y el avance del narcotráfico.
Esta ilegitimidad no sólo fue denunciada por las organizaciones de la Sociedad Civil, sino que fue respaldada en el año 2009 por la Corte Suprema de Justicia que, en una definición histórica conocida como Fallo Arriola, dictaminó la inconstitucionalidad de la norma y el atropello que significa su aplicación.
En aquella oportunidad, la Corte sostuvo que dicha ley incumple el artículo 19 de nuestra Constitución Nacional, aquel que expresa que "las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados". A catorce años del referido fallo, el Congreso Nacional lo sigue desoyendo eligiendo sostener un paradigma que no se cansa de mostrarnos su fracaso ante la pasividad de la mayoría de la dirigencia política.
Rediscutir la política de drogas
Las políticas se evalúan de acuerdo a sus resultados. La actual política de drogas no ha cumplido con ninguno de los objetivos trazados hace décadas. Hoy tenemos más producción, más tráfico, más consumos de sustancias, pero también tenemos cuanto menos iguales políticas sanitarias, preventivas, y educativas.
La idea de reprimir, de centrar las políticas en las sustancias y no en las personas no ha dado buenos resultados. Se ha construido un discurso donde se le da el rol de sujeto a la sustancia. "La droga te atrapa", "la droga te mata", "la droga avanza", entre otras, son las frases que todas y todos hemos escuchado o leído. Entonces, si la droga acciona, la persona sufre ese accionar. Se cosifica al ciudadano o a la ciudadana al ser una cosa que carece de derechos.
Ese discurso sostiene la política actual que fantasea pensando que sin sustancias se soluciona el consumo, y así ignora que un consumo problemático es el emergente de un padecer. A esos ciudadanos y ciudadanas se los somete a lo clandestino. Todo lo clandestino impide políticas públicas serias, evaluables y modificables. Lo clandestino aleja a las personas del sistema sociosanitario y solo acerca al sistema penal. Lo clandestino nos coloca en un cono de sombra y deja al Estado imposibilitado de ser garante de derechos básicos.
Ante esta realidad, y a la espera de que nuestra dirigencia lleve adelante el debate que merecemos, somos desde la sociedad civil quienes, en este 26 de junio, decidimos abonar y levantar la máxima "Acompañe NO Castigue" en la certeza que, a partir de ella, ponemos en discusión la mismísima ley de drogas. A partir de esas tres palabras, indicamos que un usuario y una usuaria no es un o una narcotraficante sino la persona con derechos que dicta la Constitución Nacional; que acompañar es humano y que castigar nunca puede ser la alternativa. Que estar presente, amparar, incluir, mirar y vincular es indispensable para un ciudadano y una ciudadana que padece un consumo problemático.
En momentos de campañas electorales los candidatos y las candidatas se expresen sobre este tema donde solo hay dos opciones: o mantener este paradigma que cruje cada momento, o plantear la necesidad de rediscutir una nueva ley de droga. El "Acompañe NO Castigue" tiene como objetivo poner al ser humano en el centro de la política, que involucre a la sociedad en su conjunto, que no margine a los consumidores y a las consumidoras de sustancias, que aleje al Estado del castigo y lo acerque a un acompañamiento integral.
(*) 26 de junio, Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas.
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