Por Sonia Rosa Tedeschi


Por Sonia Rosa Tedeschi
Mis estudios específicos sobre Salvador Dana Montaño, como parte de una investigación mayor sobre historiografía santafesina, se iniciaron luego de la fuerte motivación que me significó la lectura de su trabajo "Historia del Derecho Electoral Santafesino anterior a la Organización Nacional (1810-1853). Un capítulo de la historia política de Santa Fe", publicado en Actas del II Congreso Internacional de Historia de América, Buenos Aires, 1937.
Era la primera etapa de un plan de trabajo que mostraba un novedoso tratamiento de la historia política local. Por entonces, los procesos electorales del siglo XIX eran subvalorados y hasta considerados inválidos, pues no encuadraban con el modelo electoral liberal consolidado a fines del siglo XIX y el siglo XX. Dana Montaño, por el contrario, destacó el fenómeno electoral, su importancia, mecanismos y valor institucional, tratando de reflexionar sobre la legitimidad que la sociedad le otorgaba al voto en el marco de las teorías y reglas de la época.
Las referencias biográficas consultadas resaltaban distintos perfiles profesionales como jurista, magistrado, catedrático, constitucionalista, municipalista, divulgador. Pero... ¿cómo recuperar y destacar su perfil de historiador? Su participación en la institucionalización del campo historiográfico santafesino, como miembro fundador del Centro de Estudios Históricos en 1935 -actualmente Junta de Estudios Históricos de Santa Fe (JPEH)-, era un hecho relevante que justificaba profundizar en su personalidad y en su obra historiográfica. La biografía publicada por Antonio Lancís y Sánchez en 1972 me fue muy útil pues brindaba detalles de su faceta de historiador de las ideas políticas.
Salvador Dana Montaño nació en Santa Fe en 1906 y falleció en 1992. Su formación escolar transcurrió en claustros católicos. Obtuvo el título de Abogado en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL. En sus notas autobiográficas ponderó la formación humanística recibida en el Colegio Jesuita de la Inmaculada Concepción, orden regular a la que quedó vinculado siendo miembro fundador del Instituto de Ciencias Políticas, Facultad de Filosofía de San Miguel.
Su actuación en el XXXII Congreso Eucarístico Internacional (Buenos Aires, 1934), reveló una vez más su compromiso con la doctrina y los profesionales católicos. Se definía públicamente como católico práctico, individualista, liberal y demócrata convencido. En su obituario, Francisco Magin Ferrer lo caracteriza como de espíritu apasionado y combativo, con una fuerte personalidad y méritos sobresalientes; al interior de la Junta de Historia, sus diferencias con la línea nacionalista-conservadora contenida en los parámetros del revisionismo histórico generaron interesantes debates.
Durante elaño 1938, Dana Montaño fue un destacado protagonista en la conmemoración del centenario del fallecimiento del Brigadier General Estanislao López, auspiciada por la JPEH. Integró la Comisión Organizadora, fue evaluador de los trabajos académicos y Relator General en el acto de Clausura. Promovió, además, el otorgamiento de una Medalla de Oro "Dr. Ramón Lassaga" a la mejor monografía sobre el ideario político del caudillo santafesino. Con ese premio, Dana Montaño homenajeó al biógrafo de López, reconociendo los valores de su obra para "respetar y amar la memoria del ilustre Patriarca de la Federación".
Varias instituciones provinciales, nacionales y extranjeras contaron con su activa participación, mencionando algunas de las más vinculadas a la Historia: la JPEH de Santa Fe, Centro de Estudios Hispanoamericanos, Sociedad Colombista Panamericana e Instituto Interamericano ambos de Cuba, las Academias de Historia Política y Constitucional en París, de Política y Ciencias Sociales de Filadelfia y la Americana de la Historia, miembro fundador del Instituto Cultural Rioplatense en Londres.
Entre 1947 y 1948, Dana Montaño se dedicó a estudiar manuscritos del filósofo David Hume y a debatir con especialistas en historia de las ideas políticas. Dictó conferencias sobre historia y ciencia política en el Palacio Francés de Justicia, en la Asociación de Estudiantes Hispánicos de Oxford y en las universidades de París, Madrid, Londres, Edimburgo, Cambridge y Liverpool, ofreciendo alocuciones en la misma BBC de Londres.
Ciertas conferencias versaron sobre el Cabildo colonial, las influencias británicas y francesas en el pensamiento político argentino, idearios de José de San Martín, Domingo Sarmiento, Bernardino Rivadavia, Esteban Echeverría y José Manuel Estrada. Fue Miembro de la Sociedad Argentina de Historiadores y Miembro Correspondiente de las Juntas Provinciales de Historia de Mendoza, Salta, San Juan y Tucumán.
De su extensa producción, destaco algunas de sus numerosas obras en clave de historia e ideas políticas. En 1934 edita "La autonomía de Santa Fe (sus orígenes)". En 1936 escribe sobre la acción religiosa y política de Fray Justo Santa María de Oro. En 1938 publica un estudio comparativo sobre las Constituciones de Cuyo, motivado por los vacíos de conocimientos sobre la historia política y constitucional argentina y por la necesidad de reconocer con admiración a Juan Bautista Alberdi, al que denominó "formidable constructor de Constituciones", y otro sobre "Domingo Cullen. Santa Fe y la organización nacional (1818- 1838)".
En la década de 1940 escribe sobre "Las fuentes y la historia interna de la Constitución de 1853" y "Las ideas políticas de Bernardino Rivadavia", ambos de la Editorial UNL, más "La Constitución de 1853 y sus autores e inspiradores" y el Prólogo al "Dogma Socialista y otras páginas políticas" de Esteban Echeverría. Fruto de sus viajes internacionales, publica en 1948 el libro "En Europa. Crónicas y Conferencias".
En 1955, la Revista de Estudios Políticos de Madrid incluye un artículo sobre "El concepto de libertad civil y la libertad política según José Manuel Estrada, maestro argentino del siglo XVIII". Dos años más tarde, un estudio fundamental sobre "El Cabildo santafesino. Sus antecedentes (1575-1810), su apogeo (1810-1819), su supresión (1832)" en La Habana. Como experto constitucionalista analizó la Reforma de la Constitución Santafesina de 1962, en la Revista La Ley.
En revistas de la JPEH (1935, 1965 y 1986) publicó artículos sobre: "Relación de Viaje de Estudios por Varias Provincias", "Plan de Historia Constitucional de la Provincia de Santa Fe", la obra del sociólogo y jurista Juan Agustín García y la actuación de José de Amenábar calificándolo de Padre de la Patria. Su libro "Juan Francisco Seguí, el orador de la Constitución" (1986) realza la acción y discursos clave del célebre constituyente. La obra de Salvador Dana Montaño, en su conjunto, constituye un legado intelectual de gran profundidad y magnitud. Sus escritos son reconocidos como de gran rigurosidad, riqueza conceptual, manejo interdisciplinar y compromiso republicano.
En 1990 la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba le otorgó el premio Provincias Unidas y en 1991 la Municipalidad de Santa Fe lo declaró ciudadano ilustre. En estos tiempos en que se está discutiendo la reforma de la Constitución provincial de Santa Fe, es oportuno y necesario hacer visible su destacada faceta de constitucionalista y sobre todo de historiador de las ideas políticas, aunque sea en la brevedad de este artículo.
(*) Contenidos producidos para El Litoral desde la Junta Provincial de Estudios Históricos en el año de su 90° Aniversario (1935-2025).
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.