El sueño de un ayer que merece ser soñado otra vez
Benito Quinquela Martin, Luis Perlotti, Horacio Caillet Bois y la grandeza del arte santafesino, inmortalizados en el recuerdo, a través de dos singulares capturas fotográficas, que reflejan su visita del 9 de julio de 1931. Fue en el marco del VIII Salón Anual de Pintura, Escultura y Grabado, organizado por el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez de Santa Fe y la Comisión Provincial de Bellas Artes.
Imagen conservada en casa de Horacio Caillet Bois. Crédito: Gentileza Kevin Caillet Bois
El 9 de julio de 1931 se realizó un notable homenaje a Benito Quinquela Martín en la casa que Alfredo Bello tenía en calle Javier de la Rosa 519 (hoy desgraciadamente demolida). El conocido pintor había sido invitado junto al escultor Luis Perlotti por el director del Museo Rosa Galisteo de Rodríguez -Horacio Caillet Bois- y la Comisión Provincial de Bellas Artes, al VIII Salón Anual de Pintura, Escultura y Grabado, por lo que sus presencias daban a Santa Fe el lustre merecido. Solo nueve años habían transcurrido desde la inauguración, el 25 de mayo de 1922, del museo que lleva el nombre de la madre de quien donara el solar y la institución a la provincia, don Martín Rodríguez Galisteo. Y quien también designó a Caillet Bois, joven prometedor de 24 años, para dirigirlo. De la pinacoteca de ambos salieron las primeras obras del patrimonio institucional.
En la referida muestra, según informa El Litoral del 8 de julio, se expusieron 311 trabajos y se organizó un salón especial para las 21 telas y 10 dibujos de Quinquela Martín. En un rasgo cuasi revolucionario y luego de siete años de no haber expuesto en el país (que es decir Buenos Aires), y de haber obtenido éxitos y premios en Rio de Janeiro, París, Nueva York, Madrid, Roma, Londres y Cuba, el reconocido artista de La Boca había elegido Santa Fe para dar a conocer su obra, esta vez a un público del interior.
Foto incluida en el artículo de Jorge Taverna Irigoyen en la edición de El Litoral del 15 de julio de 1981.
El articulista menciona, entre algunas jóvenes promesas locales como expositores a Sergi, Gigli, García Bañón, Grewel, Domenichini, Carrières, Reinares Méndez y Britos. En escultura a Catrochio y Bardonek, y a Zapata Gollán en grabado. De otras procedencias, Buttler, Guttero, Cittadini, Larco, Victorica, López Narguil, el escultor Assali, Herzia con sus trabajos en quebracho y por supuesto Luis Perlotti. El Litoral del viernes 10 de julio da cuenta del éxito de la inauguración, a la vez que transcribe el discurso completo de Reinaldo Pastor, ministro de Instrucción Pública, celebrando el esfuerzo. Por su parte, El Orden del 11 de julio informa del homenaje que se brindó a los dos ilustres visitantes la noche del 10 en casa de Rodolfo Borzone.
Un grupo selecto tuvo la oportunidad de degustar un vino de doce mil años de antigüedad traído de Tiahuanaco. Y siendo el anfitrión un apasionado de la cultura incaica, no llama la atención que obsequiara a Quinquela Martín una espátula que había pertenecido al Inca Atahualpa y a Perlotti un bloque de granito del Templo del Sol en Cuzco. Según se narra, el artista prometió esculpir un nuevo busto de Domingo F. Sarmiento para donar al año siguiente a la escuela homónima de esta ciudad.
Momento histórico y legado únicos
El encuentro que se realizó el 9 de julio de 1931 en casa de Alfredo Bello quedó inmortalizado en una foto que Jorge Taverna Irigoyen publicó con un breve comentario en El Litoral del miércoles 15 de julio de 1981, en el marco de la celebración del medio siglo transcurrido. Tomé primer contacto con dicho artículo hacia 2011, en la casa de Elena Domenichini. Y posteriormente en casa de Cintia Caillet Bois. Mis intereses de entonces eran los artistas italianos en Santa Fe. Pero también Charles Beck Bernard como empresario de la inmigración y Cónsul argentino en Suiza, y por ende Caillet Bois por su ascendencia suiza y por una carta que Beck enviara a su abuelo, instándolo a venir a radicarse en la Argentina.
El año pasado Kevin Caillet Bois vino a desmontar la casa paterna luego del fallecimiento de su hermana. Le comenté sobre la foto y el artículo y dado el trabajo colaborativo que hemos emprendido para generar un archivo digital sobre los documentos de su padre, hace pocos días me remitió una copia de inmejorable resolución de la famosa foto. ¡Cuál sería mi sorpresa al descubrir que era otra versión de la misma escena! Con los mismos personajes, pero con sutiles cambios de posiciones. En el reverso, una frase en letra manuscrita reza: "Demostración al pintor argentino Benito Quinquela Martín, con motivo de su exposición pictórica en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez, julio 1931. Santa Fe".
Es innegable que ambas fotos fueron sacadas en el mismo momento y en la hermosa balaustrada de la casa de Bello. Aparecen veintiún personajes; ocupando el centro de escena, sentado y con sombrero en mano, el homenajeado. Cinco lo flanquean de izquierda a derecha: Miroslav Bardonek, Giovanni Cingolani (con una mirada risueña mirando a la cámara en ambas versiones), Salvador Cabedo (mirando al visitante), el fotógrafo Garcilazo, en ambas fotos de perfil (mirando a Quinquela) y un joven Giovanni Domenichini (mirando en ambas fotos a la cámara). A la derecha y detrás del visitante, semi sentados: Enrique Estrada Bello y Virginio Pozzi. Los dos mirando con leves cambios a la cámara.
Una copia de la primera foto fue republicada en algún documento del que carezco la referencia y donde se agradece a Taverna Irigoyen por su gentileza. En ella se mencionan menos personajes y en modo más impreciso sus posiciones si comparamos con lo que informa Taverna en el artículo de 1981. Pero se mencionan dos nuevos nombres: José Planas Casas y Francesco Marinaro (al que erróneamente se lo sitúa como sentado). A pesar de numerosas consultas a representantes del arte en Santa Fe, a descendientes de la familia Bello y a una búsqueda de fotos en diarios de la época, no he podido determinar, con sorpresa, que Alfredo Bello esté presente en la escena. Y tampoco el escultor Perlotti.
Sumando los datos aportados por Taverna y mis pesquisas, podríamos entonces suponer que el primero parado a la izquierda sería José Planas Casas, ya que, aunque vino a radicarse a Santa Fe recién en 1940, es posible su participación en el Salón. Y cotejando con fotos de su etapa madura, únicas encontrables, habría cierta similitud fisionómica. El personaje a su lado es identificado por Taverna como "escritor Britos". Pero ya vimos que también fue artista y que aparece citado en El Litoral del 8 de julio. Al personaje que aparece sentado detrás no he podido identificarlo.
Parado de perfil, Baldomero Banús. Luego le siguen Nicolás Esposito, Ludovico Paganini, Horacio Caillet Bois. Detrás y sonriente un joven Francesco Marinaro. Al lado de HCB, Eduardo Timoteo Navarro. Le siguen Luis Di Filippo, Antonio Colon y un no identificado detrás de Serafín Marsal. Taverna definió el encuentro al final de su artículo como "un ayer transfigurado en sueños". Gracias al hallazgo de las dos fotos con que se inmortalizó aquel presente y de la interpelación de las mismas, me atrevería a agregar: el sueño de un ayer que merece ser soñado otra vez.
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