Dos Banderas no necesitó demasiado tiempo para demostrar que su llegada al deporte federado santafesino no sería una aventura pasajera.

En su primer año dentro del torneo oficial de Futsal de la Liga Santafesina, Dos Banderas logró un título histórico: se consagró campeón del Clausura tras vencer a Villa Dora y sumó su primera estrella. Con Ariel Sclafani como presidente y referentes deportivos comprometidos, la joven institución se consolida con un proyecto que apunta al crecimiento deportivo, social y comunitario.

Dos Banderas no necesitó demasiado tiempo para demostrar que su llegada al deporte federado santafesino no sería una aventura pasajera.

Apenas un año después de incorporarse al torneo oficial de Futsal organizado por la Liga Santafesina de Fútbol, la institución emergente celebró su primer campeonato: el Torneo Clausura, obtenido con autoridad tras vencer a Villa Dora en una final vibrante y cargada de significado.
Para un club que nació con la intención de fortalecer la disciplina y brindar un espacio integral a la comunidad, la primera estrella llega como validación de un proyecto serio, inclusivo y organizado desde sus cimientos.
Desde Aristóbulo del Valle 8951, donde hoy desarrolla su primera etapa institucional, Dos Banderas comenzó a construirse desde una premisa clara: el deporte como motor de encuentro y como herramienta social.
Su presidente, Ariel Sclafani, recuerda ese origen con la misma emoción con la que analiza el presente: “Cuando fundamos esta institución lo hicimos pensando en esta práctica deportiva que es el futsal y ya que estos deportistas venían con la actividad.

Además, esta institución deportiva sumó apoyo escolar y apoyo a la sociedad en todo lo que esté a nuestro alcance. La idea original era fundar esta institución y que tenga alcance para los deportistas y para la sociedad en general”, remarca.
El crecimiento, sin embargo, no se limitó al ámbito formativo o social. Dentro de la cancha, Dos Banderas encontró rápidamente una identidad que combinó compromiso, disciplina táctica y una fuerte mística grupal.
La conducción técnica trabajó sobre bases sólidas y los jugadores respondieron con creces: intensidad, respeto por el rival y una conducta ejemplar dentro y fuera del campo de juego.
Esos valores, impulsados por la dirigencia, se trasladaron al rendimiento deportivo, que terminó coronándose en el cierre del año con un título tan esperado como merecido.

El impacto no pasó desapercibido para la Liga Santafesina, que desde el primer día acompañó el ingreso de la institución y ahora le propone sumar nuevas categorías para participar en los torneos oficiales de fútbol.
Sclafani lo vive como una oportunidad, pero también como un desafío que debe asumirse sin perder el rumbo: “Estamos muy a gusto con la Liga Santafesina de Fútbol porque nos recibieron con los brazos abiertos.
Estos datos están dentro de nuestros objetivos y, en principio, sumaríamos a la categoría Senior y también fútbol playa. Nosotros creemos que debemos avanzar con pasos firmes y seguros de lo que estamos haciendo. Los crecimientos de Dos Banderas deben ser progresivos, con pasos seguros”, enfatiza.
La mirada del presidente es clara: consolidar lo logrado, fortalecer la estructura interna y avanzar en la medida de las posibilidades reales del club. Nada de improvisaciones, nada de apresuramientos. La primera estrella no modifica el enfoque, sino que lo reafirma.
Para quienes lo vivieron desde adentro, el campeonato tiene un sabor especial. Enzo Tochi y Valentín Bustos, dos de los jugadores más representativos del plantel, fueron parte clave del recorrido y celebraron el título como la concreción de un sueño colectivo.
La final, los festejos y la foto del equipo levantando el trofeo no fueron solo una postal deportiva: significaron el punto de partida de una institución que entiende el deporte como horizonte y como compromiso social.
El logro deportivo no solo emociona a quienes integran el club, sino que también resuena puertas afuera. Dos Banderas, con la inscripción de Diario El Litoral en su camiseta, comenzó a transitar un camino institucional marcado por la seriedad, el trabajo y la visión comunitaria.
Un club que no nace para competir solamente, sino para formar, acompañar, educar y abrir espacios de participación.
Por eso, cuando Sclafani resume el momento, lo hace con gratitud pero también con perspectiva: “Es una gran alegría. El logro deportivo se lo debemos al cuerpo técnico y a los jugadores que hicieron posible un campeonato ganado en muy buena ley.
Los jugadores han hecho un gran campeonato, cumpliendo con los lineamientos que bajó la dirigencia, respetando al rival y dejando en claro la caballerosidad deportiva dentro y fuera del campo de juego”, analiza.
Dos Banderas se inscribe así en la historia del Futsal santafesino con una marca que no se borra: campeón en su primera participación. Y lo hace con una proyección que ilusiona a todos quienes integran el proyecto.
Con Ariel Sclafani al frente, con un plantel que ya demostró su valía y con un horizonte institucional que combina crecimiento deportivo y responsabilidad social, el club comienza a caminar con paso firme.
Quizás sea apenas el inicio de una historia mucho más grande. Quizás, con el tiempo, Dos Banderas multiplique categorías, sedes, proyectos y títulos.
Pero lo conseguido en este primer año ya tiene un lugar asegurado entre las grandes gestas del deporte local. Porque no todos los días un club nuevo escribe su primera página dorada con tanta claridad, convicción y pertenencia.
Y si alguien piensa que es poco… basta con mirar lo que ya construyeron. Dos Banderas llegó para quedarse. Y lo hizo haciendo historia.