La primera reunión de Gabinete en seis meses tuvo este miércoles como contexto una de las crisis más profundas y extensas del Frente de Todos, que hacen crujir a la coalición gobernante, a un año y medio de las próximas elecciones presidenciales.
La primera reunión de Gabinete en seis meses tuvo este miércoles como contexto una de las crisis más profundas y extensas del Frente de Todos, que hacen crujir a la coalición gobernante, a un año y medio de las próximas elecciones presidenciales.
La reunión fue amena y durante las casi dos horas que duró cada uno de los ministros hizo una síntesis de las políticas y resultados de su área. Sobre el final, de acuerdo a lo expresado por una fuente que asistió al encuentro, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, advirtió que el que no esté de acuerdo con las políticas implementadas por el presidente Alberto Fernández tiene la puerta abierta para irse.
Tras el encuentro, del que no participó el presidente Alberto Fernández, allegados al mandatario reiteraron que no habrá cambios en el Gabinete, más allá de las críticas del kirchnerismo más duro. "El Presidente piensa que hay que aguantar", señalaron sobre los cuestionamientos que se intensificaron en los últimos días.
En el inicio, y a modo de demostrar que tienen el respaldo de Fernández, hablaron el ministro de Economía, Martín Guzmán; el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y el de Trabajo, Claudio Moroni.
Luego, cada uno de los ministros fueron presentando sus minutas de gestión, y el encuentro tuvo la particularidad de la llegada tarde del ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, el más cercano de todos a la vicepresidenta Cristina Kirchner.