Corría 1999 cuando el Ente Regulador de los Servicios Sanitarios multó a la ex empresa, Aguas Provinciales de Santa Fe -por entonces en manos de una multinacional francesa- con el pago de $5.000 (iguales a dólares) por un derrame accidental de líquidos cloacales en la Laguna Setúbal, una situación idéntica a la que mostró El Litoral en su edición del miércoles 15 de marzo.
Hace 24 años se volcaron desechos cloacales, provenientes de la planta impulsora de líquidos cloacales, ubicada junto al Club de Regatas, a las aguas del espejo, porque se produjo una falla en las bombas eléctricas. Ahora, fue la rotura de la cañería de desagote de Aguas Santafesinas SA que lleva las aguas negras hacia el Colastiné pero que a la altura del "cucurucho" (la torre de escape de gases de esa tubería) y el vertido indeseable fue al Riacho Santa Fe.
¿Diferencias entre aquel incidente y el actual? Varias: Hoy las labores de reparación están a cargo de una empresa contratista, en cambio, por aquellos años eran pocas esas tercerizaciones.. Además, el Enress tenía la facultad de aplicar multas pecuniarias, porque el marco contractual y legal se lo permitía, incluso de privar a la compañía de aumentar sus tarifas (como ocurrió en una oportunidad); hoy solo puede hacer recomendaciones e indicar que no se cumplen las regulaciones vigentes, castigar con la opinión pública.
Por último, en aquel entonces el ente regulador controlaba a una empresa privada; actualmente, a una compañía que tiene el mismo marco legal, que también es una sociedad anónima, pero pertenece al Estado.
Hay algo en común entre 1999 y 2023, lo mal que huele que la empresa prestadora no pague multas. En el presente porque (hasta ahora) no hubo ninguna observación regulatoria; en el pasado porque en 2002 otro directorio del Enress anuló aquella sanción (tomada por resolución 236/99) que la subsidiaria del grupo Suez-Lyonnaise des Eaux había recurrido.
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