El justicialista José María Vernet fue el primer gobernador tras la recuperación de la democracia en 1983 y para entonces era el dirigente peronista con el cargo más alto en el país, cuyo presidente era Raúl Alfonsín (Buenos Aires y Córdoba también estaban en manos del radicalismo).
Alguna vez dijo que en Santa Fe, tras su triunfo electoral ante Aníbal Reynaldo de la UCR, más se lloraba la primera derrota electoral del PJ en su historia a nivel nacional que festejaba su llegada a la Casa Gris.
En la última entrevista de El Litoral, escrita por Gabriel Rossini, así recordó aquel año: “Había dos canales de TV en Rosario y uno en Santa Fe. Veía los dos o tres programas que había con mis hijos. Ahora mis nietos tienen más de 400 canales y dicen que no hay nada para ver. Había tres radios en Rosario, dos Santa Fe, la de Venado Tuerto y la de Goya. Para mandar información había que hacerlo por postas. Hacíamos 70 u 80 mil kilómetros en la campaña. Y estaba pavimentado nada más que el 20 por ciento de las rutas. La gente se olvida de eso. Había pavimento hasta un poco más adelante de Monte Vera. En los caminos transversales había dos kilómetros de pavimento y 48 de tierra. Me acuerdo que teníamos que ir a todos los actos porque la gente estaba muy entusiasmada. Cuando voté por mí, en 1983, lo hice por tercera vez en mi vida”.
Mirá tambiénVernet: "El antiperonismo mató a los punteros. Después entraron los barras y el narcotráfico"“Entonces -siguió- había unos valores que impresionaban. Además eramos una generación nueva. El promedio de edad de mi gabinete era de 35 años. Yo tenía 39. Y no parecían pibes. Me acuerdo de la convivencia, a un Alfonsín que no era anti nada, que soportaba que lo peleara y se reía. Era una sociedad más feliz. La democracia es como el matrimonio. Hay que ver como lo convivís”.
Mirá tambiénFalleció José María Vernet, primer gobernador santafesino después de la vuelta de la democracia Más adelante, en 2018, refexionaba: “Nosotros trabajamos con los pobres con los punteros, a los que la sociedad odiaba. Porque hay que pensar que el antiperonismo mató a los punteros. Después entraron los barra bravas y después el narcotráfico. Lo que hay que entender es que cuando el Estado se retira entra el delito. Por eso hay que tener una presencia del Estado en todo momento. Los punteros contenían a la sociedad. Una persona de una villa de Rosario hablaba con el puntero y al poco tiempo el partido me lo informaba. Llegaba una nota y se le daba tratamiento. Estaban contenidos. Era otra organización. Después influyeron los medios y hoy tenemos una situación donde la discusión es con periodistas, no con políticos”.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.