El presidente Javier Milei reiteró que no habrá una devaluación del tipo de cambio y criticó a los economistas que tienen "el disco rayado" con advertencias sobre un supuesto atraso cambiario. En una columna de opinión publicada en La Nación, Milei aseguró que "toda vez que el tipo de cambio real empieza a caer, los economistas comienzan a dar alarmas de atraso cambiario sin siquiera considerar el caso de una apreciación del peso".
Bajo el título "Atraso cambiario: el disco rayado de los economistas", Milei sostuvo que el método que usan los especialistas "tiene una serie de problemas metodológicos graves". "Nadie puede determinar el vector de precios de equilibrio general intertemporal de donde se deriva la afirmación de que el tipo de cambio está atrasado", afirmó.
Además, señaló que "los economistas suelen recurrir a promedios como si existiera un proceso de reversión a la media", lo que consideró un error porque "los parámetros profundos no cambian en el tiempo".
También cuestionó el punto de referencia que toman algunos economistas: "Suelen iniciar la serie desde la salida de la convertibilidad, un período caracterizado por violación de derechos de propiedad que lleva a la depreciación sistemática de la moneda".
En esa línea, indicó que "durante los períodos de populismo salvaje el tipo de cambio real está por encima del promedio, mientras que en los momentos de confianza lo hace por debajo".
Devaluación descartada
El presidente explicó que "si tomamos la dimensión monetaria del tipo de cambio y consideramos que la oferta monetaria se contrae por superávit fiscal, el dólar no sólo no tiene combustible monetario para subir, sino todo lo contrario".
"Se absorbe más de 6% de la base monetaria por mes, al tiempo que se recompone la demanda de dinero y la economía crece", detalló. En consecuencia, advirtió que "de hecho están faltando y faltarán pesos conforme pasen los meses", lo que impediría una suba del dólar.
Por eso, Milei desestimó las proyecciones de devaluación y cerró su columna con una fuerte crítica: "Todas las apuestas devaluatorias de los economistas que intentan redimirse de sus malos pronósticos de 2024 están flojas de papeles".
"El Gobierno no devaluará para salvarles la ropa a sus clientes a costa del dolor de los argentinos de bien", concluyó.
Otro embargo contra la Argentina
La jueza federal de Nueva York Loretta Preska habilitó el embargo de US$ 210 millones para que fondos buitre que no ingresaron en los canjes que hubo desde entonces se cobren parte de sus deudas por el default de 2001. Se suma a la decisión del miércoles, cuando bonistas que habían demandado al país por el pago del cupón PBI en Londres lograron ejecutar una garantía de US$ 325 millones que el país había dejado para poder apelar el fallo en contra.
"La Juez Loretta Preska aprueba el embargo de US$210 millones correspondientes al colateral de los Bonos Brady. En la misma orden, congela otros US$100 millones hasta que dos grupos de acreedores de deuda en default (Attestor Master y Bainbridge Fund), culminen la disputa por estos US$100 millones", informó Sebastián Maril, un especialista que sigue al detalle las demandas contra el país a nivel internacional.
Esos fondos que se embargan pertenecían a una cuenta que tiene el Banco Central en la Reserva Federal de Estados Unidos y se utilizaron en su momento para garantizar el pago de los bonos Brady.
Este miércoles los tenedores de los bonos denominados "cupón PBI", que ganaron el juicio contra el país en el Reino Unido, ejecutaron la garantía de 313 millones de euros (unos US$ 325 millones) requerida para apelar el juicio por 1.330 millones de euros que se había perdido en primera instancia.
Como la apelación fue rechazada y se confirmó el fallo en contra, Argentina debe empezar a pagar. Los demandantes fueron los fondos Palladian Partners, HBK Master Fund, Hirsh Group LLC y Virtual Emerald, que tenían cupones PBI, que estaban atados al crecimiento.
Es decir, recibían un pago en tanto la Argentina superara cierto porcentaje de crecimiento. Estos acreedores acusaron a Argentina de haberlos perjudicado al modificar la forma de medir el PBI y, en consecuencia, haberle pagado menos en 2013.
Los dos embargos sobre activos argentinos por juicios perdidos a nivel internacional llegan en la primera semana de trabajo del nuevo procurador del Tesoro de la Nación, Santiago María Castro Videla, quien reemplazó al despedido Rodolfo Barra.
Uno de los casos más desafiantes es el de los US$ 16.000 millones que la Argentina debe pagar tras perder el juicio de los accionistas minoritarios por la estatización de la petrolera YPF, en 2012.
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