El incremento de presos federales es proporcional a las plazas en Coronda
La población detenida en todos los institutos del país llega a 12.062 internos, lo que representa 366 más que en diciembre pasado y un aumento del 3.2 %, mientras que el penal inaugurado a fines de 224 tiene 337 reclusos. En tanto, aumentó la población de mujeres y de extranjeros.
La cárcel federal de Coronda, muy cercana a estar operativa.
El número de presos federales en las cárceles de todo el país aumentó en 366 desde diciembre de 2024 a septiembre de este año, al pasar de 11.696 a 12.062. De trata de un incremento del 3,2 % que, prácticamente en su totalidad, corresponde a las plazas ocupadas en la nueva cárcel federal de Coronda, inaugurada justamente a fines del año pasado.
El dato surge del informe trimestral confeccionado por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), a cargo del fiscal general Alberto Adrián María Gentili. El documento precisa que en el período analizado “se aprecia una tendencia sostenida de crecimiento de la población encarcelada”, debido a que en septiembre de este año se registraron un total de 12.062 personas privadas de su libertad, lo que implica un incremento de 3,2%.
La Unidad Penitenciaria Federal 36 de Coronda, entre las 31 distribuidas a lo largo del país, es la que recibió “prácticamente el total” de ese crecimiento poblacional, según detalla el informe. Hasta septiembre pasado eran 337 los presos federales alojados en esa cárcel provista de cuatro pabellones con celdas colectivas e individuales. Le siguen los complejos federales de Senillosa, provincia de Neuquén, y de Mendoza, que recibieron 49 personas más cada uno entre diciembre de 2024 y los primeros nueve meses del año.
En diálogo con El Litoral, el subsecretario de Intervención Federal, Federico Angelini, destacó que “hay un compromiso con el gobierno de la provincia de Santa Fe de que algunos de los presos que estaban en esta jurisdicción y que eran presos federales, pero que estaban en cárceles de la provincia, pasaran al Servicio Penitenciario Federal. Gracias a que se pudo terminar después de 10 años esta cárcel en la ciudad de Coronda, eso se pudo hacer. Se pudieron también relocalizar varios presos provinciales de alto perfil que fueron a las cárceles de Ezeiza y de Marcos Paz. Y como la cárcel de Coronda no es de alto perfil, pudo ser como una especie de penal intermedio para aquellos que cometieron delitos federales. Con estas 500 nuevas plazas que se pudieron lograr no podemos decir que la que la situación sea la ideal, pero sí estamos mucho mejor en cuestiones carcelarias que un año y medio atrás”.
- ¿Coronda logró absorber el crecimiento de la población de todo el país?
- El aumento de presos a partir de los operativos que se están llevando adelante ha sido significativo. Y tener un penal nuevo ayuda a poder alojar o redistribuir. Si hay un preso que no es de alto perfil, pero tampoco lo podés poner en una cárcel común, puede ser trasladado a Coronda. Podemos ir jugando de distintas maneras con la distribución de las plazas disponibles que tiene el Servicio Penitenciario para que no haya una superpoblación. Sin dudas que todos los planes que se están llevando adelante para cuidar la frontera y la Hidrovía, más el plan Bandera, generan que rápidamente esos cupos se van a ir ocupando. Por eso es tan importante el acuerdo que se hizo con la ciudad de Buenos Aires para también relajar la presión que tiene hoy el Servicio Penitenciario Federal y avanzar en la construcción de nuevos penales.
El interior del centro de detención federal en Coronda.
- ¿Coronda ya está completo?
- Todavía no, pero está en vías de estarlo más temprano que tarde por el ritmo de ocupación que está teniendo.
- ¿Quedaron aspectos pendientes de la instalación del penal?
- Hoy el penal está funcionando de manera correcta. En su momento lo que hubo fue el enojo del intendente, vaya a saber uno por qué, porque no tuvo el protagonismo que le hubiera gustado tener en la inauguración, pero nosotros con el Servicio Penitenciario provincial estamos trabajando muy coordinadamente. Obviamente, siempre hace falta más, pero se está trabajando bien y se están logrando los objetivos que son que haya menos delincuentes en la calle y que haya menos hacinamiento en las cárceles y menos presos en las comisarías.
Recorrida de autoridades judiciales por la nueva Cárcel Federal de Coronda. Archivo El Litoral.
Datos del informe
En el informe de la Procuvin se destaca cómo fue la evolución del número de presos federales en los últimos cuatro años y diez meses: en diciembre de 2020, 11.543 personas detenidas; en diciembre de 2021, 11.283; en diciembre de 2022, 11.349; en diciembre de 2023, 11.311; en diciembre de 2024, 11.696; y en septiembre pasado, 12.062.
Federico Angelini, subsecretario de Intervención Federal. Archivo El Litoral.
Uno de los puntos más preocupantes de este índice es la sobrepoblación carcelaria. El último parte señala que hubo un aumento del 4,6% en septiembre de 2025, lo que implica que hay 529 personas encarceladas por sobre la capacidad de alojamiento de los establecimientos.
“Sin embargo, esa variable disminuyó respecto de agosto -cuando era de 545 personas por encima de la capacidad- dado que se habilitaron nuevas plazas”, añade.
Del total, 7.300 personas están presas cumpliendo su condena, mientras que 4.771 se encuentran con prisión preventiva.
Otro de los datos que precisó la Procuvin es que septiembre de 2025 concluyó con 952 mujeres y 33 personas travesti-trans privadas de su libertad en cárceles federales.
La oficina destacó que la población de mujeres creció un 8% durante 2025 (67 personas) y que se triplicó la cifra de mujeres con sus hijos y de niños que viven en la cárcel, que suman 15 en total.
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