Bajo el lema Esperanza Verde, la ciudad dio un nuevo paso en su estrategia de desarrollo sustentable con la entrega de certificados a los 69 profesionales que finalizaron el curso de “Etiquetado de Eficiencia Energética de Inmuebles destinados a Vivienda”.
En todo el país
Esperanza se consolida como ciudad pionera en eficiencia energética habitacional
En un acto encabezado por el intendente Rodrigo Müller, se entregaron los certificados a los 69 profesionales que completaron el curso de Etiquetado de Eficiencia Energética de Viviendas. A partir de 2026, Esperanza será la primera ciudad del país en aplicar de manera efectiva este sistema, clave para reducir consumos, cuidar el ambiente y modernizar el parque habitacional.
El acto fue encabezado este lunes por el intendente Rodrigo Müller, quien destacó el carácter histórico de la iniciativa y el compromiso de quienes se capacitaron.
La formación fue organizada de manera conjunta entre la Municipalidad de Esperanza, la Secretaría de Energía del Ministerio de Desarrollo Productivo de la provincia de Santa Fe, el Instituto Tecnológico El Molino y la Asociación de Profesionales de la Construcción de Esperanza (APCE), consolidando un trabajo articulado entre el Estado, las instituciones educativas y el sector profesional.
Durante su discurso, Müller subrayó que “a partir de 2026, Esperanza será la primera ciudad del país en implementar de manera efectiva el etiquetado de eficiencia energética en viviendas”, marcando un hito a nivel nacional en materia de políticas públicas vinculadas a la sustentabilidad urbana.
En ese sentido, remarcó que se trata de una herramienta clave para mejorar la calidad de vida de los vecinos, optimizar el uso de la energía y reducir el impacto ambiental.
El intendente agradeció especialmente a los profesionales que participaron de la capacitación —16 durante 2024 y 53 en 2025— y los felicitó por su compromiso. “Decidieron formarse en una temática estratégica para el futuro de la ciudad. El camino hacia una Esperanza más sustentable lo construimos entre todos, y ustedes son parte fundamental de ese proceso”, afirmó.
Asimismo, invitó a la comunidad a interiorizarse sobre el sistema y a animarse a etiquetar sus viviendas. “Este instrumento no solo permite reducir consumos y costos energéticos, sino que también contribuye al cuidado del ambiente y al desarrollo de una ciudad más moderna y responsable. Queremos que cada esperancino sea protagonista de este cambio”, señaló.
Una capacitación pionera
El curso estuvo destinado a profesionales matriculados y estudiantes avanzados de carreras vinculadas a la construcción, con el objetivo de formar especialistas capaces de evaluar el desempeño energético de las viviendas, aplicar la metodología nacional de etiquetado, utilizar el software oficial y emitir la etiqueta correspondiente.
Además, se trabajó en la interpretación de resultados, la detección de oportunidades de mejora y el marco normativo vigente.
La capacitación se desarrolló entre agosto y octubre en Esperanza y se distinguió por su modalidad híbrida, combinando clases teóricas virtuales con prácticas presenciales, una propuesta que facilitó la aplicación concreta del sistema a nivel local.
De este modo, Esperanza se convierte en la primera ciudad del país en avanzar de manera efectiva con el Etiquetado de Eficiencia Energética de Inmuebles destinados a Vivienda, consolidando una política pública que articula conocimiento técnico, compromiso profesional y una clara visión de futuro sustentable.
¿Qué es el etiquetado de viviendas?
La Ley Provincial N.º 13.903 establece el procedimiento de Etiquetado de Eficiencia Energética para viviendas, clasificándolas según su consumo de energía primaria mediante una escala alfabética que va de la Clase A —mayor eficiencia— a la Clase G —menor eficiencia—.
Cada categoría se define a partir del Índice de Prestaciones Energéticas (IPE), que estima la energía anual requerida por metro cuadrado para calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria e iluminación, de acuerdo con estándares de confort y buenas prácticas internacionales.
Este sistema permite comparar viviendas, promover mejoras constructivas y avanzar hacia un uso más responsable de la energía.
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