Existen distintos tipos de estrategias de alimentación restrictivas que se basan en priorizar sólo algunos alimentos sin tener en cuenta las cantidades recomendadas y limitan el aporte de algunos nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.
Por qué fallan las dietas
Según explicó a El Litoral la licenciada en nutrición Pilar Lombardo, una de las principales razones por las que fallan es que no se centran en el cambio de hábitos alimentarios.
"Muchas personas se embarcan en dietas con el objetivo de perder una cierta cantidad de peso para un evento o una ocasión especial, pero una vez que alcanzan su meta, abandonan y vuelven a sus antiguos hábitos, poco saludables", aseguró. Esto da lugar al temido efecto rebote, donde el peso perdido se recupera e incluso puede aumentar.
Otro factor que contribuye al fracaso de las dietas es la pérdida de masa muscular. "Cuando las calorías se restringen de manera drástica, el cuerpo puede empezar a perder masa muscular, lo que resulta contraproducente para la pérdida de peso a largo plazo. Además, esto puede disminuir el metabolismo basal, lo que dificulta aún más la pérdida de peso y puede provocar un aumento posterior del mismo", explicó la profesional.
Mirá tambiénMás del 40 % de la población pediátrica de Argentina tiene sobrepeso u obesidadPor otro lado, la adopción de una dieta crónica y altamente restrictiva puede llevar al desarrollo de desórdenes hormonales, como el hipotiroidismo, afectando así el funcionamiento óptimo del cuerpo.
Cuando las calorías se restringen de manera drástica, el cuerpo puede empezar a perder masa muscular
Desde el punto de vista conductual, estos enfoques no tienen en cuenta los gustos personales, los horarios de trabajo y los hábitos de cada individuo. "Esto puede llevar a una sensación constante de estar en un estado de alimentación descontrolada, lo que a su vez aumenta la probabilidad de recaer en malos hábitos alimentarios y seguir un ciclo de métodos restrictivos sin éxito a largo plazo", sostuvo Lombardo.
Sugerencias
En lugar de seguir dietas restrictivas, es más efectivo enfocarse en un cambio gradual de hábitos alimentarios a largo plazo. "Esto implica desarrollar un plan alimentario personalizado que se adapte a los gustos, horarios y necesidades individuales de cada persona", dijo la nutricionista.
Además, la especialista apuntó a incorporar gradualmente cambios saludables en la alimentación diaria y adoptar un enfoque más equilibrado. De esta manera, es más probable mantener un peso saludable a largo plazo y disfrutar de una mejor calidad de vida.
Alimentación saludable en invierno
En medio del receso invernal y las bajas temperaturas, es común que las personas se inclinen por alimentos calientes y reconfortantes que, en ocasiones, pueden dejar de lado las verduras y opciones saludables. Lombardo, compartió consejos para mantener una alimentación balanceada durante la estación más fría del año.
La profesional resaltó la importancia de incluir verduras en las comidas invernales para asegurar una dieta equilibrada y nutricionalmente completa. "Es esencial combinar proteínas, carbohidratos y verduras en cada comida para obtener una mayor saciedad y un aporte adecuado de nutrientes", afirmó.
La especialista enfatizó en la organización y planificación como pilares fundamentales para comer de manera saludable durante el invierno. Recomendó preparar con antelación diferentes comidas y tener ingredientes frescos y congelados a mano, lo que facilitará la tarea y evitará caer en opciones menos saludables por falta de tiempo.
Mirá tambiénLas dietas de moda pueden llegar a funcionar pero no son recomendablesEntre las opciones que propuso, se destacan los woks de verduras con arroz, el puré de coliflor como alternativa al puré de papa, y las tartas de verduras, que pueden prepararse y congelarse para utilizar en cualquier momento. Además, sugirió combinar diferentes proteínas, como carne, pollo, pescado, queso, huevo.
La adopción de una dieta crónica y altamente restrictiva puede llevar al desarrollo de desórdenes hormonales.
Para los más pequeños, la nutricionista recomendó la incorporación de legumbres en guisos y sopas, una opción rica en proteínas y nutrientes que les brindará la energía necesaria durante el invierno.
"El invierno no debe ser una excusa para abandonar una dieta saludable. Con un poco de planificación y creatividad en la cocina, podemos mantenernos nutridos y disfrutar de deliciosas comidas reconfortantes", enfatizó Lombardo.
Finalmente, destacó la importancia de escuchar las señales de hambre de nuestro cuerpo y consumir frutas solo cuando realmente se tiene apetito, evitando así comer por costumbre o antojo.
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