Pitt y Jolie compraron en 2008 el Château Miraval, una propiedad emblemática en la región de la Provenza (Francia), donde desarrollaron, entre otros proyectos, una bodega de vinos rosados de alta gama.

El actor estadounidense Brad Pitt presentó una demandó a su exesposa Angelina Jolie acusándola de haber vendido sin consentimiento su participación en la propiedad en la Provenza, que ambos adquirieron en 2008 y donde se casaron en 2014.

Pitt y Jolie compraron en 2008 el Château Miraval, una propiedad emblemática en la región de la Provenza (Francia), donde desarrollaron, entre otros proyectos, una bodega de vinos rosados de alta gama.
Según la demanda de Pitt, Jolie vendió en 2021 su parte del viñedo al grupo Tenute del Mondo (vinculado al empresario ruso Yuri Shefler y a la marca Stoli) sin contar con su consentimiento, lo que —asegura— viola un pacto verbal entre ambos socios.
Jolie, por su parte, sostiene que ese acuerdo no existía y que la operación fue parte de su decisión para “cerrar un capítulo doloroso” tras su separación.

El actor exige una compensación de 35 millones de dólares (30 millones de euros) por daños y perjuicios. Entre los argumentos legales presentados, Pitt sostiene que la venta sin su aprobación afectó la marca Miraval, su legado profesional y la gestión que él tenía sobre el negocio.
Además, su equipo legal solicitó al tribunal que Jolie entregue 22 documentos relativos a la transacción y comunicaciones privadas, alegando que estos serían clave para demostrar la operación irregular. Jolie y sus abogados contrarrestan que no hubo obligación legal o acuerdo formal que impidiera la venta sin la aprobación de Pitt.
Asimismo, su equipo legal argumenta que Pitt está utilizando el litigio como una forma de “control” sobre ella, señalando que la demanda busca acceder a comunicaciones protegidas por el privilegio abogado-cliente.
En sus presentaciones, la actriz afirma que el proceso para ella fue “tras un capítulo traumático” y que decidió desvincularse de la propiedad y del proyecto común.

El caso está en curso ante los tribunales de California, EE.UU., y según diversas informaciones, la próxima audiencia pública está fijada para el 17 de diciembre de 2025.
Se espera que las partes presenten más pruebas y solicitudes de producción de documentos, con la posibilidad de que este litigio se extienda por un tiempo considerable, dada la complejidad y el valor de los activos involucrados.

El viñedo Château Miraval, más allá de ser una residencia de lujo para la expareja, se convirtió en un proyecto comercial de prestigio internacional. La disputa no es únicamente financiera, sino también implica reputación, gestión de marca y control de un activo que fue símbolo de unión y hoy simboliza litigio.
Para Pitt y Jolie, la batalla judicial representa un capítulo más de una relación que terminó hace años, pero cuyos ecos siguen resonando en lo personal, lo profesional y lo empresarial.

A pesar de que el divorcio entre Brad Pitt y Angelina Jolie ya fue oficialmente concretado, el conflicto por el viñedo en la Provenza demuestra que algunas heridas siguen abiertas y que los acuerdos tácitos pueden generar disputas duraderas. En el fondo, esta demanda de 35 millones de dólares es mucho más que dinero: es una batalla por el control, el reconocimiento y la narrativa de lo que alguna vez fue un proyecto compartido.