Martes 31.8.2021
-Última actualización - 14:20
A menos de dos años del crimen que horrorizó a todo Esperanza, y a la provincia entera, el femicida de Gabriela Degiorgio aceptó la pena de prisión perpetua en un juicio abreviado. En el escrito, también se solicitó su inscripción en el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual.
La comerciante fue asesinada en su local, ubicado en el centro de la ciudad, sobre calle Rivadavia al 1912. Eran aproximadamente las 19.50 del viernes 8 de noviembre de 2019 cuando un encapuchado ingresó, haciéndose pasar por cliente, la golpeó, abusó sexualmente de ella y la asesinó. Todo sucedió en menos de 10 minutos.
La investigación estuvo a cargo del fiscal de Esperanza, Alejandro Benítez, quien trabajó junto a su par, Martín Torres, de la Unidad Especial de Homicidios de Santa Fe. Este martes presentaron un acuerdo de juicio abreviado, en el que se solicita la condena a prisión perpetua de Jorge Alberto Romero (30), por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida", "homicidio doblemente calificado por criminis causae y por haber mediado violencia de género (femicidio)", y "robo".
El escrito contó con la firma del abogado querellante Federico Kiener, representante legal de la familia de la víctima, así como con la firma de la defensora pública María Soledad Estrada, y la de Romero, que optó por este acuerdo porque no deseaba la exposición que conlleva un juicio oral y público. Los jueces Gustavo Urdiales, Pablo Busaniche y Pablo Ruíz Staiger admitieron el abreviado, y pasaron la carpeta a resolución.
Archivo El Litoral No busquen más, yo soy el asesino de la mujer de Esperanza , dijo Jorge Alberto Romero, que contaba con una condena por un hecho similar.
"No busquen más, yo soy el asesino de la mujer de Esperanza", dijo Jorge Alberto Romero, que contaba con una condena por un hecho similar. Foto: Archivo El Litoral
Gabriela tenía 37 años cuando Romero le arrebató la vida, de manera despiadada. Gracias a las cámaras de seguridad municipales, las de comercios de la zona y la que se encontraba dentro del local "Carmina Accesorios" -propiedad de la víctima- se pudo reconstruir el paso del femicida por la ciudad de Esperanza.
Arribó en colectivo a la terminal, y merodeó por la zona hasta que encontró lo que buscaba. Gabriela estaba sola, ya era cerca del horario de cierre, y Romero ingresó haciéndose pasar por un cliente. Le realizó un par de preguntas, hasta que logró que ella saliera de detrás del mostrador, momento en el que la abordó.
A empujones la obligó a ingresar a uno de los probadores de ropa, donde comenzó a exigirle dinero e intentó abusar de ella. Gabriela se resistió, y comenzó a gritar pidiendo auxilio, a lo que Romero respondió con sus puños, golpeándola en reiteradas oportunidades en el rostro, el pecho y los brazos.
Habiendo logrado reducirla, el delincuente consumó el abuso sexual. La violenta golpiza provocó la muerte de la mujer, que quedó tendida en un charco de su propia sangre. Romero tomó el dinero de la caja y se marchó.

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