Iván Ariel Cantarutti, un joven santafesino de 26 años, fue condenado a tres años de prisión de cumplimiento efectivo, acusado de liderar una organización criminal que se dedicaba a la aberrante práctica denominada crush fetish, que busca el goce sexual provocando dolor y muerte en pequeños animales.
La sentencia fue ordenada por el juez Gustavo Urdiales en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos desarrollado en los tribunales de la ciudad de Santa Fe. El fiscal que investigó lo sucedido y representó al Ministerio Público de la Acusación fue Omar De Pedro.
El fiscal señaló que "el condenado llevó adelante su accionar delictivo entre 2018 y 2020, período en el que formó parte de una asociación criminal destinada a realizar crush fetish". Detalló que "la práctica consiste en provocar sufrimiento o lastimar –sin motivo válido ni autorizado por la ley– a animales de pequeño porte, como cachorros caninos y conejos".
Precisó que "Cantarutti brindó indicaciones específicas a otras personas sobre cómo utilizar distintas partes de su cuerpo u objetos filosos para aplastar a los animales delante de él". Al respecto, destacó que "el hombre filmaba las escenas violentas".
De Pedro planteó que "quienes materializaban la práctica eran mujeres que ofrecían servicios sexuales y tenían conciencia de lo que estaban haciendo". Asimismo, "el condenado contaba con la colaboración de otra persona que le proveía prendas de vestir para que las agresoras utilizaran en las grabaciones", agregó.
Tenés que leerSeguirá preso el joven acusado de torturar y matar cachorrosEl funcionario del MPA valoró que "la investigación se inició a raíz de una denuncia radicada por la Asociación contra la Crueldad y Maltrato Animal (ACCMA)", y subrayó que "la entidad aportó pruebas contundentes de lo ocurrido".
Por otro lado, aseguró que "el hombre de 26 años asumió su responsabilidad penal por los delitos que le atribuimos desde la Fiscalía".
En tal sentido, informó que fue condenado como autor de los delitos de instigación de actos de crueldad contra animales y asociación ilícita en calidad de miembro".
De Pedro expresó que "las prácticas crueles en perjuicio de animales conllevan penas de entre un mes y un año de prisión. Sin embargo, a Cantarutti se le impuso una pena de tres años en función de haber integrado esta asociación ilícita".
"La Defensa, por su parte, aceptó la pena impuesta, su modo de ejecución y la realización del procedimiento abreviado", concluyó el fiscal.
"Las leyes en el país respecto de los derechos de los animales quedaron muy desactualizadas y las penas son muy leves", se lamentó el fiscal De Pedro. Afortunadamente, en este caso se logró una condena que marca un precedente en toda la región. "No hay un fallo así en el país y creo que tampoco en Latinoamérica. Este hombre estaba en prisión preventiva y seguirá preso porque la pena es de cumplimiento efectivo", explicó el funcionario, que logró imponer contra el imputado el delito de "asociación ilícita", lo que permitió agravar la condena.