El reciente fallecimiento de Estela González (54) complicó la situación legal de su ex esposo, el policía César Muga, quien deberá ser imputado en los próximos días por el delito de “femicidio”, para el cual se prevé una pena de prisión perpetua.

La fiscalía aguarda el resultado de la autopsia de la mujer para ampliar la imputación a César Muga. En tanto este viernes se tratará la apelación de la prisión preventiva. El hecho ocurrió el 1 de agosto, en una vivienda del barrio Nueva Esperanza.

El reciente fallecimiento de Estela González (54) complicó la situación legal de su ex esposo, el policía César Muga, quien deberá ser imputado en los próximos días por el delito de “femicidio”, para el cual se prevé una pena de prisión perpetua.
Muga se encuentra detenido desde el 1º de agosto, cuando se atrincheró en su casa del barrio Nueva Esperanza de la ciudad de Santa Fe y con su arma reglamentaria hirió de gravedad a González, quien agonizó 50 días, hasta su deceso ocurrido la mañana del viernes 19 de septiembre.

En un primer momento fue imputado por los delitos de “tentativa de femicidio, agravado por el vínculo” y “atentado y resistencia a la autoridad, clasificado por tratarse de un funcionario público y por el uso de un arma de fuego”.
Las actuaciones estuvieron a cargo del fiscal Roberto Olcese, sin embargo el caso pasó a manos de su par Vivian Galeano, la cual deberá pedir que se fije una audiencia para realizar la ampliación imputativa, tras consumarse el fallecimiento de la mujer.
Fuentes del caso señalaron a El Litoral que para ello, la fiscalía aguarda los resultados de la autopsia, realizada el último sábado en la Morgue Judicial.
Entretanto, La Oficina de Gestión Judicial (OGJ) de segunda instancia, programó para el próximo viernes 26 de septiembre una audiencia de apelación de la prisión preventiva.

El reclamo legal fue realizado por la defensora pública Leticia Feraudo, quien se opuso a la medida cautelar de máxima alegando una situación de salud mental de su pupilo, de quien dijo, había sufrido “un brote psicótico” y debía quedar internado.
El caso será tratado en alzada por el camarista Fabio Mudry y por el lado del MPA estará el fiscal de Cámara, Carlos Arietti, que ante el agravamiento de la situación legal del imputado -por el fallecimiento de la víctima-, mantendría la posición acusatoria.
La tragedia se desató poco antes de las 7 de la mañana del viernes 1º de agosto, en la casa familiar de Pasaje Sin Nombre al 8700, en inmediaciones de calle Europa y calle Juan Aguirre, del barrio Nueva Esperanza.
Muga, que compartía la vivienda con su exesposa y sus dos hijas mujeres, ingresó al cuarto de la mujer y con su pistola calibre 9mm comenzó a disparar. La hirió en el antebrazo izquierdo y en la pierna derecha y un tercer impacto, en la región dorso lumbar, provocando múltiples lesiones internas, cuando la víctima intentó escapar de la escena.

Una de sus hijas evitó que la ejecutara allí mismo y logró sacarla a la calle. Los vecinos llamaron al 911 alertados por los gritos de socorro. La mujer fue trasladada al Hospital Iturraspe y Muga se atrincheró en la casa.
La tensión se fue incrementando con el correr de los minutos. Se valló el perímetro y se dispuso la presencia de un “negociador” para convencerlo de que depusiera su actitud. Sin embargo, en un momento determinado, Muga abrió fuego contra sus pares del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), que se resguardaron tras los escudos.

Fue entonces que se decidió la irrupción, con un “tiro táctico” que inmovilizó a Muga en una de sus piernas y ya no opuso resistencia.
El miércoles 6 de agosto fue imputado ante el juez Sebastián Szeifert, quien el lunes siguiente -11 de agosto- ordenó la prisión preventiva que se volverá a discutir esta semana.
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