Cuatro presos se escaparon durante la madrugada de este lunes de la Unidad de Detención Nº 12 de Neuquén, luego de realizar un boquete en una de las celdas donde estaban alojados, informaron fuentes oficiales y medios locales.

Cuatro internos de la Unidad de Detención Nº 12 de Neuquén se fugaron tras abrir un boquete en una celda. La policía provincial desplegó un operativo de búsqueda para recapturarlos.

Cuatro presos se escaparon durante la madrugada de este lunes de la Unidad de Detención Nº 12 de Neuquén, luego de realizar un boquete en una de las celdas donde estaban alojados, informaron fuentes oficiales y medios locales.
Según el reporte policial, los detenidos hicieron una abertura en la celda que les permitió evadirse del penal. La maniobra fue descubierta durante las primeras horas del día, cuando el personal penitenciario al realizar el conteo notó la ausencia de los cuatro internos.
Se presume que el agujero se extendió hacia el techo o la pared, aunque los detalles exactos aún no fueron confirmados por las autoridades.

De inmediato, la Policía de Neuquén activó un amplio dispositivo de búsqueda. Los pedidos de captura se difundieron por redes institucionales y canales oficiales para alertar a la comunidad y recolectar cualquier dato que facilite su localización.
Entre los evadidos se encuentra Rogelio Rojas Cisterna, un nombre conocido por las autoridades penitenciarias. Según medios neuquinos, este detenido ya había protagonizado fugas anteriores, incluso en distintos penales de Neuquén y Río Negro. Otro de los fugados es Josué Jeremías Fresco, quien cumple condena en la misma unidad
Aunque aún no se han confirmado oficialmente los delitos por los cuales están presos los otros dos internos, medios locales mencionan que la fuga fue planificada con anticipación, lo que sugiere un grado de organización dentro del penal.

Tras conocerse la evasión, las autoridades penitenciarias y policiales reforzaron los controles en neuquinos y zonas aledañas. Se desplegaron patrullas y equipos investigativos para rastrear a los prófugos y evitar que abandonen la ciudad.
En paralelo, desde el Servicio Penitenciario de Neuquén se iniciará una investigación interna para determinar cómo fue posible la fuga: se intentará clarificar cómo se construyó el boquete, si hubo fallas de supervisión o complicidad, y si los protocolos de seguridad fueron vulnerados.