Tras quince días de lucha entre la vida y la muerte, la agente de policía que fue herida de un disparo en la cabeza por su propia pareja en Coronda —mientras atravesaba las últimas semanas de embarazo— recibió el alta médica en el hospital José María Cullen. El caso, que sacudió a toda la comunidad, se investiga como un episodio de violencia de género con arma reglamentaria.
Recibió el alta médica
Salió del hospital la mujer policía baleada por su pareja en Coronda
El agresor usó su arma reglamentaria. La agente recibió el alta y permanece con seguimiento médico por la lesión ocular. Su bebé sigue bajo cuidados en sala de Neonatología.
Un disparo que lo cambió todo
La agresión ocurrió el pasado 18 de mayo, dentro de la vivienda que ambos uniformados compartían. Según la reconstrucción judicial, fue el hombre quien accionó el gatillo de su pistola reglamentaria, apuntando directamente a su pareja. La bala impactó en la zona del cráneo. El agresor fue inmediatamente procesado y se encuentra bajo prisión preventiva, mientras avanza la causa en su contra.
Dos batallas: una por la vida, otra por justicia
Internada de urgencia en el Cullen, la mujer fue sometida a una intervención quirúrgica compleja. Afortunadamente, su evolución sorprendió incluso a los médicos.
"El lunes recibió el alta, a dos semanas de la operación", había informado el director del hospital, Dr. Bruno Moroni. Pero este martes, en declaraciones a El Litoral, el médico brindó más precisiones sobre el estado actual de la agente:
"En el día de ayer la paciente recibió el alta médica debido a su evolución favorable. La paciente cursaba un post operatorio de cráneo. Recibió el alta con dificultad en la visión de su ojo izquierdo y con movilidad de sus cuatro miembros. Ahora seguirá en rehabilitación en forma ambulatoria", explicó.
El bebé sigue luchando
En cuanto al hijo que llevaba en su vientre al momento del ataque, el doctor Moroni indicó que permanece internado en la sala de Neonatología del mismo hospital: "Está bajo un tratamiento de nutrición", señaló el director del Cullen.
Mientras la madre comienza una nueva etapa en su recuperación, el bebé pelea sus propios desafíos médicos. Ambos son la prueba viva de una historia de horror, pero también de resistencia.
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