Este miércoles fue imputado el policía que diez días atrás le disparó en la cabeza a su novia embarazada, en el interior de una vivienda de la ciudad de Coronda.
La atribución delictiva a Brian Aguirre fue sustanciada este miércoles en los tribunales de Santa Fe. La fiscalía adelantó que solicitará la prisión preventiva, la cual será discutida el viernes.
Este miércoles fue imputado el policía que diez días atrás le disparó en la cabeza a su novia embarazada, en el interior de una vivienda de la ciudad de Coronda.
Durante la audiencia, que se concretó momentos antes del mediodía, el fiscal Alejandro Benítez atribuyó a Brian Aguirre haber intentado asesinar a Nicole Anahi Isnardo, utilizando para esto su pistola reglamentaria.
La mujer, también miembro de las fuerzas de seguridad, transitaba el octavo mes de embarazo cuando fue herida de gravedad. Producto del disparo, debió ser trasladada al Hospital Cullen de la ciudad de Santa Fe, donde le practicaron una cesárea de urgencia y luego una craniectomía.
Afortunadamente, tanto ella como su beba se encuentran estables. La pequeña continúa en neonatología mientras que Isnardo pasó recientemente a sala común y, según el parte médico, se encuentra “lúcida y orientada”.
Ante la jueza penal Susana Luna, y en presencia del abogado particular Andrés Bortolozzi, Aguirre fue imputado como autor de “tentativa de homicidio triplemente calificado, por el vínculo, por el uso de un arma de fuego y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio)” en concurso ideal con “tentativa de aborto”.
El grave episodio ocurrió la noche del 18 de mayo, alrededor de las 21.40, en el interior del dormitorio de una vivienda ubicada sobre calle Laguna Paiva al 1100 de la ciudad de Coronda.
La fiscalía señaló que Aguirre, “empuñando su arma reglamentaria, una pistola semiautomática marca Bersa calibre 9mm, apuntó y disparó un proyectil que impactó en la cabeza” de su pareja. Tras el disparo, el tío de la víctima -que reside en la misma casa- ingresó a la habitación, momento en el que el imputado le dijo “que se le había escapado” el tiro.
Benítez señaló que, con el delito imputado, la pena en expectativa varía entre los 10 y 15 años de prisión efectiva. También explicó que la agresión se dio en el marco de “un evidente contexto de violencia de género, en una relación desigual de poder marcada por agresiones físicas, celos y recriminaciones ofensivas que afectaron la libertad, dignidad e integridad física y psíquica” de la mujer.
Dentro de las evidencias con las que cuenta hasta el momento la fiscalía, destacan la testimonial brindada por Isnardo a los investigadores y la entrevista psicológica de la mujer, que recibió apoyo tras lo vivido. Además, cuentan con declaraciones de familiares y vecinos de la pareja.
Al concluir la audiencia, el defensor Bortolozzi se mostró sorprendido por la calificación legal escogida por la fiscalía: “Fue un hecho totalmente desafortunado, un accidente”. Para él, los delitos endilgados “no corresponden con la realidad”, y sostuvo que “nos vamos a encargar de demostrarlo”.
Bortolozzi explicó que su defendido le indicó que se trató de “un accidente cuando estaba guardando el arma porque se estaba cambiando para tomarse el colectivo e irse a trabajar a Rosario”. Además, el letrado hizo hincapié en que el policía no tiene antecedentes y que no cuenta con ninguna denuncia radicada en su contra.
La audiencia de medidas cautelares se realizará el viernes 30 de mayo, en horario a confirmar por la Oficina de Gestión Judicial (OGJ).
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