Unión mereció otra cosa pero le faltó más claridad, eficacia y suerte
Gimnasia lo venció 2 a 1, fue contundente en el primer tiempo, convirtió a través de Panaro y Enzo Martínez (figura del partido) y Unión lo dominó en el segundo tiempo pero no le alcanzó. Tarragona hizo un golazo que no sirvió para nada.
Duro fin de año para Unión en el 15 de Abril. Foto: Manuel Fabatía
Se terminó el sueño de Unión, ante su gente (que colmó el estadio y le dio una bienvenida espectacular al equipo cuando salió a la cancha) y en un partido que no mereció perder y que, al menos, debió ir al alargue. Pero así es el fútbol. Gimnasia se defendió con orden y, sobre todo, fue muy eficaz en el primer tiempo para convertir en las dos jugadas claras de gol que tuvo.
El 2 a 0 con el que finalizó el primer tiempo, fue exagerado. Gimnasia fue un poco más, sobre todo por la eficacia que mostró a la hora de atacar, aprovechando las dos situaciones que creó en ese primer tiempo en el que Unión tuvo algunas falencias que el rival supo aprovechar.
El planteo de Gimnasia fue bueno. Ya con Unión nos hemos acostumbrado a que los rivales le pongan dos wines por afuera a los marcadores de punta para controlar sus subidas y para atacarlos. Piedrahita fue con Vargas (de flojo primer tiempo) y Panaro hizo lo propio con Del Blanco. Los dos protagonizaron la jugada del primer gol. Era más Unión hasta ese momento, pero Gimnasia metió la primera estocada a fondo con un desborde de Piedrahita, el centro al medio que no retuvo Tagliamonte y la aparición de Panaro para empujar la pelota al fondo del arco.
¡EL LOBO GOLPEÓ EN SANTA FE! Panaro anota el 1-0 de Gimnasia ante Unión.
Gimnasia lo ganaba sin ser mejor que Unión, pero con una eficacia absoluta que quedó ratificada cuando cinco minutos después de la apertura del marcador, llegó el córner desde la izquierda y el cabezazo franco de Enzo Martínez para colocar la pelota lejos de Tagliamonte. En 23 minutos, Gimnasia ganaba 2 a 0 y nadie podía creerlo, salvo por entender que, en el fútbol, la eficacia es una moneda de cambio que tiene un enorme valor.
¡EL LOBO VOLVIÓ A GOLPEAR! Enzo Martínez anota el 2-0 de Gimnasia ante Unión en Santa Fe.
¿Y Unión? Entró en un lapso de confusión que abandonó un ratito después, cuando empezó a empujar a Gimnasia contra su propio arco. Creció el trabajo de Palacios en ese cuarto de hora final, tirado por el costado izquierdo, pero no tuvo claridad en un desconocido Mauricio Martínez, extrañamente impreciso en el manejo de la pelota en el primer tiempo.
Gimnasia retrocedió en la cancha, dejó de atacar a Unión, pero no perdió nunca el orden. Unión intentó llevárselo por delante en la parte final y tuvo una situación en los pies de Tarragona, que intentó colocar la pelota por encima de Insfrán, pero lo hizo muy incómodo y en forma desviada.
Madelón movió el banco y precipitó el ingreso de Palavecino en el inicio del segundo tiempo en reemplazo de un improductivo y poco gravitante Fragapane, tratando de darle más profundidad y claridad al equipo.
Llegó enseguida el golazo de chilena de Tarragona, luego de un centro frontal de Palacios (el mejor mediocampista de Unión), para darle emoción al partido. Y también un poco más de justicia, porque el 2-0 –como se dijo- resultaba exagerado a favor de Gimnasia.
¡EL TATE DESCONTÓ CON UN GOLAZO! Formidable chilena de Tarragona para el 1-2 de Unión ante Gimnasia.
Se armó un partidazo, con Gimnasia más replegado y parado de contra, más un Unión empujando, a veces de manera apurada y sin claridad. Hubo un minuto que pudo ser clave y fue cuando Maizon Rodríguez sacó en la línea un remate de Torres luego de una buena jugada de Gimnasia y, en la réplica, el que hizo lo mismo pero en el otro arco fue Giampaoli. Pudo ser el 3 a 1 o el 2 a 2. Ya a esta altura, Madelón había cambiado el esquema con la salida de Mauricio Martínez y el ingreso de Solari. También debió salir, lesionado, Lautaro Vargas para que ingrese Emiliano Alvarez y Estigarribia por Colazo, ante la inminente búsqueda de los envíos aéreos para llegar al empate.
La más clara la que tuvo Unión fue sobre los 35 minutos del segundo tiempo, cuando Estigarribia bajó la pelota de manera estupenda, de cabeza, para que Diego Díaz le pegue desde muy buena posición, estrellando la pelota en el poste izquierdo de Insfrán. Ya por ese entonces, Unión merecía largamente el empate. Por empuje, por tosudez, por la búsqueda permanente que hizo del arco rival, encontrándose con una muralla con nombre y apellido: Enzo Martínez, el defensor de Gimnasia que convirtió el segundo gol y que se encargó de sacar todo lo que llovió sobre el área de Insfràn.
Ni el golazo de antalogía de Tarragona fue suficiente. Foto: Manuel Fabatía
Zaniratto terminó el partido con el Flaco Conti sumándose a la defensa y armando línea de cinco, con Merlo picando una y otra vez por derecha pero cuidadoso de las subidas de Del Blanco (de buen segundo tiempo) y con Hurtado ingresando en el final para tratar de darle un poco de aire y de aguante al ataque.
Del Blanco, siempre llevando al equipo adelante. Foto: Manuel Fabatía
Unión mereció, al menos, ir al alargue. Terminó tirando centros y casi de manera desesperada. Era lógico. Y era lo que se imponía. Pero lo metió a Gimnasia en su terreno, lo acorraló y le faltó tranquilidad, precisión y fortuna para empatar el partido.
Madelón, dueño de la ilusión de Unión. Foto: Manuel Fabatía
La derrota duele, más allá de que el hincha reconoció la campaña y despidió con aplausos al equipo. Nadie se olvida del muy flojo primer semestre y de todo lo que se sufrió en ese lapso del año. La mejoría llegó de manera ostensible de la mano de Madelón, Unión se convirtió en un equipo serio, no tuvo apremios por el descenso gracias a esa buena campaña en la fase clasificatoria y se metió en el Reducido. Mucho si se toma en cuenta el punto de partida. Pero la mecha de la ilusión por ir por más estaba prendida y se apagó en un partido que mereció otro resultado.