Basura en la Circunvalación Oeste: un problema ambiental crónico en Santa Fe

A lo largo del tramo de la Circunvalación Oeste comprendido entre el “rulo” de Cilsa y la planta de tratamiento de residuos de Santa Fe, la imagen es tan habitual como preocupante: bolsas de basura desgarradas por el viento, restos de materiales de construcción, plásticos, cartones y residuos orgánicos se acumulan en las banquinas e incluso en algunos tramos invaden parte de la calzada. La escena un problema ambiental que arrastra décadas sin una solución efectiva.

La mayoría de los desechos que terminan esparcidos a la vera de esta vía estratégica de la ciudad proviene de los camiones que trasladan basura hacia el relleno sanitario ubicado a orillas del río Salado. Muchas veces, debido a la sobrecarga o a la mala disposición de los residuos en los vehículos —en particular, aquellos con cajas abiertas—, parte del contenido cae durante el trayecto, especialmente en ese segmento final del recorrido. A ello se suma la acción de personas que, de forma intencional e ilegal, descartan y arrojan residuos en ese sector, aprovechando la falta de vigilancia constante.

Desde el área de Ambiente de la Municipalidad de Santa Fe reconocen el problema y aseguran estar al tanto de la situación, sobre todo en ese tramo de la Circunvalación que va desde el rulo de Cilsa hasta el ingreso al relleno sanitario. “Es un problema complejo, que no tiene una sola causa”, indicaron. Por un lado, “intervienen tanto camiones municipales como transportes de residuos de origen privado, muchos de ellos mal acondicionados. Por otro, hay conductas indebidas de personas que arrojan basura de manera clandestina”.

A principio de esta semana, en la zona de Varadero Sarsotti -mano hacia Recreo- se cayeron de un camión varias bolsas de cemento sobre la calzada, provocando una gran polvareda que se transformó en un severo riesgo vial para quienes transitaban la zona, además de la contaminación por el cemento esparcido.

La Circunvalación Oeste (RN 11) es jurisdicción de Vialidad Nacional, organismo que recientemente decidió disolver el gobierno de Javier Milei. Personal y equipos del 7º Distrito Santa Fe realizaron el lunes tareas de transitabilidad sobre la calzada. La cuadrilla ejecutó bacheo preventivo sobre la mano a Recreo, desde el empalme con RN A007, frente a Cilsa, hacia el norte.

Consultados sobre la gran cantidad de basura que hay sobre las banquinas, la que queda en evidencia cada vez que se corta el pasto, desde Vialidad indicaron que “hace un tiempo atrás se realizaron operativos conjuntos de limpieza con la Municipalidad”.

Operativo de limpieza

Si bien desde el municipio se realizan tareas periódicas de limpieza, advierten que la solución no puede limitarse a la recolección. Por eso, anunciaron que están organizando una jornada integral de concientización y limpieza, prevista para fines de esta semana o la próxima. La iniciativa, enmarcada en la campaña por el “Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas” —que se conmemora cada 3 de julio—, busca visibilizar el problema y promover un cambio de conducta. Se espera que participen funcionarios, trabajadores municipales y vecinos.

Además, se está reforzando el control en la zona para identificar y sancionar a quienes arrojan residuos de forma irregular. “El tema de los residuos es multifactorial y requiere tanto del accionar del Estado como del compromiso de los vecinos”, remarcaron desde la Municipalidad.

Contaminación

Las consecuencias ambientales de esta situación son múltiples y preocupantes. Por un lado, la presencia de residuos genera un impacto visual negativo en una de las principales arterias viales de la capital provincial. Pero el daño más profundo ocurre en los ecosistemas del entorno: los residuos plásticos y orgánicos son arrastrados por el viento o las lluvias hacia canales y cauces que desembocan en los reservorios del oeste, que vuelca los excedentes pluviales al río Salado, contaminando el agua, afectando la fauna y deteriorando el equilibrio del humedal.

Además, la acumulación de basura en espacios abiertos puede atraer roedores, insectos y aves carroñeras, lo que implica un riesgo sanitario tanto para quienes transitan por el lugar como para los barrios cercanos. La quema de residuos, práctica que a veces también se observa en la zona, suma emisiones contaminantes al aire, afectando la calidad ambiental y contribuyendo a la polución urbana.

La persistencia del problema revela la necesidad urgente de implementar medidas más eficaces. Controles más estrictos, campañas sostenidas de educación ambiental, sanciones más severas para los infractores y una mayor coordinación entre el Estado y la comunidad parecen ser pasos ineludibles para revertir una situación que, lejos de ser nueva, se convirtió en una postal degradante de la periferia santafesina.