Caries urbanas: heridas visibles en el entorno urbano de Santa Fe
Entrevistas e imágenes elocuentes que muestran inmuebles públicos y privados en estado de abandono total. Algunos con más de dos décadas de desuso. Qué hacer, cómo transformar la problemática en una solución.
Frente a la costanera, una vieja construcción luce deteriorada y abandonada. Foto: Fernando Nicola
Un edificio privado abandonado en medio de la peatonal santafesina. Un inmenso inmueble que mira a la zona portuaria en grados avanzados de deterioro. Uno (el Hotel Ritz) y el otro (Correo Argentino) comparten la cualidad de haber sido catalogados como "caries urbanas".
En este informe especial, El Litoral puso el eje en la importancia de reconocer este tipo de problemática. Las entrevistas con dos expertas ayudan a entender la situación y dejan abierta la posibilidades para posibles soluciones.
Si de caries, hablamos...
—¿Qué es una caries urbana desde la mirada arquitectónica y urbanística?, se le preguntó a la arquitecta Julia Sarniotti.
—Las caries urbanas son inmuebles que, por su estado o falta de uso, generan un perjuicio, ya sea en su entorno inmediato o en el desarrollo urbano en general. No hablamos solo de edificios abandonados, sino también de terrenos baldíos mal mantenidos, sin conservación.
El término “caries” remite a ese daño visible e invisible que afecta no solo al inmueble, sino también al microentorno urbano. Desde la arquitectura y el urbanismo, consideramos que la propiedad no solo cumple una función privada, sino también social y ambiental.
La Constitución misma establece que el derecho a la propiedad debe respetar su función social. Es decir, cómo una propiedad particular puede influir o perjudicar a la ciudad en su conjunto.
De cara a la zona portuaria, el edificio del Correo perdió esplendor y luce abandonado. Foto: Fernando Nicola
Abandono céntrico y expansión periférica
—¿Cuál es hoy la realidad de las caries urbanas en la ciudad de Santa Fe?
Hasta hoy, relevamos unas 110 caries urbanas. Si bien muchas están concentradas en zonas céntricas, también hemos identificado casos en otros sectores de la ciudad. Esto refleja una tendencia urbana preocupante: mientras el centro se verticaliza, se expande la baja densidad en el área metropolitana.
Esto nos plantea un problema: tenemos numerosos inmuebles abandonados en pleno tejido urbano, mientras muchas familias se mudan a la periferia y solo vienen a la ciudad a trabajar o estudiar.
Ahí hay un desfasaje que debe corregirse. Las caries urbanas representan una gran oportunidad para repensar usos: equipamientos urbanos, espacios públicos, soluciones habitacionales.
—¿La solución es la reconversión?
Totalmente. Cada caries tiene una causa distinta: algunas se deben a trámites jurídicos demorados, otras simplemente por no cumplir normas de mantenimiento.
Desde el municipio buscamos aplicar la normativa vigente, pero también avanzar en acciones positivas. Por ejemplo, incentivar a los propietarios a presentar planes integrales de uso que revitalicen la propiedad y su entorno.
Además, contamos con herramientas como convenios urbanísticos y bonos de ficabilidad. Estos instrumentos permiten que inversores o desarrolladores intervengan con proyectos que beneficien a la ciudad.
En otros tiempos, la esquina de Obispo Gelabert y 25 de Mayo hubo bares. Foto: Fernando Nicola
Pensar en el futuro
—¿Qué papel juega el patrimonio histórico en este contexto?
—Alrededor del 20 al 30% de las caries relevadas son inmuebles patrimoniales. Es un número significativo. Tenemos una ordenanza específica, la N° 12.784, que brinda herramientas para la conservación y revitalización de estos edificios.
Creemos que la ordenanza de caries debe complementarse con la de patrimonio, para recuperar estos espacios sin perder su valor histórico y cultural. Santa Fe tiene una gran riqueza patrimonial, y eso debe cuidarse y ponerse en valor.
En pleno centro santafesino, el ex hotel Ritz sigue abandonado camino a sus 100 años. Foto: Fernando Nicola
Un ejemplo, en plena costanera
En la esquina de 7 Jefes y el Bv. Muttis una vieja construcción lleva más de cuatro décadas abandonada. A lo largo del tiempo se la cubrió con diversos chapones, rejas y otro tipo de elementos que impidieran el paso a los ajenos.
Fotos de archivo de El Litoral muestran a la pintoresca aerosilla que funcionó en los inicios de los '80 y la construcción cercana ya lucía dejada. Registros más cercanos en el tiempo también muestran el mismo estado para una esquina que, por ubicación, resultaría ser muy valiosa.
Una postal histórica. La aerosilla funcionando en la costanera y al costado la construcción abandonada.
Al respecto, Lorenzo Castella presidente de la vecinal de 7 Jefes dijo: "Ese predio lleva años sin intervención. Desde antes de nuestra gestión, los vecinos han presentado reclamos por la falta de limpieza. Hay dos cuestiones graves: una es el cerramiento que ocupa parte de la vereda y espacio público, y la otra, la falta de mantenimiento interno".
"Hay ratas, alimañas y hasta presencia ocasional de personas en situación de calle que encuentran refugio en ese lugar. A eso se le suma la estructura inconclusa, que da sensación de abandono y deteriora la imagen del barrio", agregó.
El contraste entre el mítico faro de la costanera y la esquina abandonada. Foto: Fernando Nicola
—¿Por qué es tan importante actuar en este caso?, se le consultó.
Porque no solo afecta a los vecinos del barrio Siete Jefes. Se trata de una zona turística, muy visitada por santafesinos y turistas. El faro, la costanera, la vista al puente colgante forman parte del paisaje más reconocido de Santa Fe.