Rosario Central, uno de los animadores del último año del fútbol argentino, arrancó la semana con un giro fuerte en su conducción. En Rosario, el club aceleró una decisión clave pensando en 2026: definir el entrenador que encabezará la temporada del regreso a la Copa Libertadores.
Este lunes, la dirigencia anunció a Jorge Almirón como nuevo director técnico tras la sorpresiva salida de Ariel Holan. El cambio impacta de lleno en el plan deportivo de un equipo que quiere sostener la vara alta, con Ángel Di María como referente del proyecto.
Un cambio de rumbo para un año con Libertadores
La salida de Holan se conoció en medio de un cierre de temporada que dejó sensaciones encontradas. Central fue competitivo en la fase regular, pero no logró trasladar esa producción a los cruces decisivos, y el desgaste terminó empujando el final de ciclo.
En sus últimas apariciones públicas, Holan habló de “un hasta pronto” y remarcó que varias metodologías quedarán instaladas en el club. También dijo que aprovechará el tiempo para actualizarse y viajar, con foco en tecnología y entrenamientos.
El perfil copero de Almirón
Almirón llega con un cartel específico: experiencia en la Copa y espaldas de conducción en escenarios grandes. En Central lo eligieron para un 2026 que tendrá doble presión: competir en el torneo local y, a la vez, jugar con seriedad la fase de grupos de la Libertadores.
Su etapa más reciente y visible en el país fue Boca, con la marca de aquella final continental que se le escapó en el Maracaná. Además, viene de dirigir en Chile, donde tuvo un paso con títulos y una campaña internacional que alimentó su perfil “copero”.
Lo que deja Holan y lo que espera Central
La transición no se da en el vacío. Central ya venía con discusión interna y externa por el modo en que fue reconocido en la temporada: el club quedó en lo más alto de la Tabla Anual 2025 y recibió un título por ese logro, decisión que abrió debate en el fútbol argentino.
En esa misma línea, el propio Holan se mostró crítico con el formato del reconocimiento y subrayó que no había estado acordado de antemano. Central, mientras tanto, necesita transformar ese estatus de protagonista en resultados cuando el calendario se vuelve más pesado.
El calendario que se viene
Para el Canalla, 2026 arranca con una certeza: la Libertadores no permite tiempos largos de adaptación. La elección de Almirón apunta a que el equipo llegue armado desde el inicio, con una idea clara y un plantel preparado para competir dos veces por semana.
En ese escenario, la conducción del vestuario será tan importante como la táctica. Con figuras de peso y la expectativa de Arroyito, Central apuesta a que el cambio de DT no sea una pausa, sino un empujón.
Central eligió rápido: se fue Holan, llegó Almirón, y el 2026 ya empezó a jugarse antes de la pretemporada.