Colón, Unión, o cuando la rivalidad solo es en la cancha
La convocatoria fue parcial y con tanto éxito que se repetirá y con otros exponentes. Aquellos que motivaron alegrías en los hinchas del fútbol santafesino, compartieron una mesa plagada de anécdotas y emociones.
La notable concurrencia de ex jugadores, algo histórico que se repetirá. Crédito: Manuel Fabatía.
Casi todos jugaron el clásico aunque más no sea una sola vez. Muchos de ellos fueron rivales y en partidos “calientes”, por más que cualquier clásico lo es. Pero hubo “batallas” futbolísticas y ellos la jugaron. Y se dio algo que posiblemente haya sido histórico. Que, por ejemplo, se hayan juntado los dos jugadores que en los 70 fueron, para muchos, los mejores “4” del país: Hugo Ismael López, por el lado de Unión y el “Bambi” Araos por el de Colón. El Flaco Menotti los tuvo en el radar pero no los convocó. Pernía, Pagnanini y después Olguín, fueron los depositarios de su confianza. Quizás porque ellos estaban en Colón y Unión y no tenían tanta “prensa”.
Muchos hacía décadas que no se veían y habían sido compañeros. Por ejemplo, Claudio Carmona (que está trabajando en Colón), Daniel Wermer y Claudio Chena compartieron plantel en los tiempos difíciles de un Colón que jugaba con la pesada y obligada carga de la vuelta a Primera. Ni más ni menos que algo parecido a lo que pasa ahora.
Varios fueron protagonistas de una época “gloriosa” del fútbol de Santa Fe allá por mediados de los 70. Es el caso del “Bambi”, de Edgar Fernández, de Hilario Bravi, del chaqueño Mazo, del “Patón” Rossi, de César Toyé, de Ramón Zanabria, del Turco Alí, de Carlos Mazzoni, de Pepe Báez, del Loco Stelhick, de Angel Leroyer y de Tito Fertonani.
Daniel Wermer, Claudio Carmona y Gustavo Nepote, el anfitrión.
Muchos opinan que el jugador más habilidoso que se vio con la camiseta de Unión, capaz de sacarse de encima dos o tres rivales “en una baldosa”, fue Luis Abdeneve. En el caso de Hugo Zavagno, su recuerdo es muy fuerte en Rosario Central, pero es uno de los nombres en común que hay entre ambos clubes: jugó en Unión entre el 82 y el 84, pasando luego a Colón para jugar en el 85 con un equipo de muchas figuras que armó Joaquín Peirotén con Federico Sacchi de entrenador.
Dos amigos que se iniciaron juntos en Unión: el Titi Catinot y el Negro Altamirano.
El Negro Altamirano le contaba a todos su alegría por el título de campeón de su Alumni de Laguna Paiva, club en el que despunta el vicio de volver a sus orígenes de una carrera notable que arrancó en Unión y luego se extendió por River, Independiente y la selección. Y allí estaba compartiendo recuerdos con alguien también muy querido en el club, como el Titi Catinot, hoy momentáneamente alejado del fútbol pero esperando propuestas para seguir dirigiendo.
El Bambi Araos, Pepe Báez, Tito Fertonani y Edgar Fernández en primer plano.
La lista no se termina allí. El Beto Tardivo debe haber sido uno de los más “antiguos”, no por la edad sino por el momento de su salida “a la palestra”, que se dio a comienzos de la década del 70, casi en forma simultánea con el Bambi Araos. Y con esa forma tan clara y precisa de hablar, hacía gala de recuerdos que no se le van de la mente y los mantiene muy frescos, como así también esa capacidad para ver el fútbol y para inculcarlo, lo que le ha permitido el reconocimiento de grandes figuras como el Bichi Borghi y el Checho Batista.
Y en el caso de Walter Mamani, su llegada a Colón se dio en otro momento de necesidad, cuando la permanencia en el ascenso ya se había convertido en una pesada carga a la que se le quería poner punto final. Y cerca estuvo, integrando aquel equipo de la temporada 92-93.
Angel Leroyer, Raúl Oscar Costantino y el chaqueño Osvaldo Mazo, figuras del Colón de los 70.
Fue un reencuentro emotivo para todos. Hace poco, en Colón, se hizo algo parecido pero solamente con la presencia de ex jugadores sabaleros. Pero esta iniciativa de Hugo Tredici, que fue materializada en la invitación que hizo Gustavo Nepote, bien puede tildarse de histórica. Y fue multitudinaria. “Para mí es un orgullo que estén acá y creo que es un reconocimiento a todo lo que ustedes hicieron por el fútbol de Santa Fe”, dijo Gustavo al momento del brindis.
Un Nepote que, por ejemplo, en un momento de la noche se puso en contacto con Hernán Crespo, el hombre que comanda el cuerpo técnico donde Nepote es el entrenador de arqueros, para contarle que estaba con Ricardo Altamirano, con el que compartió plantel en River cuando el Negro fue jugador millonario y eso lo llevó a jugar en la selección nacional en los 90.
Sonrientes, Mamani y el Turco Alí escuchan la anécdota de Catinot.
Se contaron muchas anécdotas, algunas de ellas que parecen increíbles en estos tiempos. Había mucha pertenencia en estos jugadores, porque la gran mayoría de ellos pasaban mucho tiempo en los clubes, como por ejemplo ocurrió con el Bambi Araos (que fue el que más veces vistió la camiseta de Colón por décadas, hasta que lo destronó el Bichi Fuertes) o el Turco Alí (aún goleador histórico de Unión).
En el caso del Patón Rossi, su compadre Bravi, César Toyé y Ramón Zanabria, hay una amistad que perdura en el tiempo y suelen verse seguido. Ellos formaron parte de tiempos duros en Unión. En el caso del Patón y de César, aparecieron cuando el club transitaba en Primera y luego les tocó – sobre todo el Patón - jugar aquellos duros regionales para volver a la A para jugar el desaparecido Nacional. Luego formaron parte, junto a José Luis Burtovoy, del equipo que le dio a Unión el ascenso a la A en el famoso “Campanazo” de 1974.
El Mono Olivares, uno de los más jóvenes en debutar con la rojinegra de Colón, junto a José Luis Burtovoy.
Algunos faltaron – muy pocos – y a otros se los anotó para una próxima convocatoria. El fútbol de Santa Fe ha dado muchos nombres prestigiosos, que también merecen este “mimo” necesario porque han formado parte de una historia rica y que merece ser reconocida y valorada.
No podían estar todos, porque la lista es larga. Santa Fe ha sido cuna de grandes jugadores y, como siempre se dice, es una tierra en la que “tirás una pelota y aparece un jugador”. Por algo, los grandes logros a nivel mundial que se consiguieron, han tenido siempre representantes de la provincia o de la ciudad. Y en esta tierra de futboleros, no hay lugar ni perdón para el olvido de aquellos nombres que despertaron alegrías en los hinchas de Colón y Unión.
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